Cuideiru en el Occidente y L’Infiestu en el Oriente, se han convertido desde hace más de 10 días en las fronteras ferroviarias asturianas. Es decir, no circulan trenes más allá de ellas, y las conexiones con Galicia y Cantabria están suspendidas por ferrocarril hasta nuevo aviso. El 10 de diciembre RENFE informaba en su página web que “por condiciones meteorológicas adversas, y como medida de precaución, el servicio ferroviario en las líneas de ancho métrico Oviedo-Ribadeo (2 circulaciones diarias por sentido), Oviedo-Santander (2 circulaciones por sentido) y Santander-Bilbao (3 circulaciones por sentido) se comenzará a prestar desde el sábado 11 de diciembre, y hasta nuevo aviso, mediante autobuses o taxis”.
“Fuentes sindicales apuntan que el cierre va para largo”
¿Qué ha pasado en las conexiones ferroviarias de la cornisa cantábrica? En efecto las condiciones de las vías en varios tramos se deterioraron tras un mes de intensas lluvias, pero también debido a años de abandono de la infraestructura, denuncian los sindicatos ferroviarios. Fuentes sindicales apuntan a que el cierre va para largo, y que ADIF podría reestablecer las comunicaciones regionales a partir del 11 de enero, o incluso más allá. Además de los argayos en las vías, hay averías y falta de material fiable, denuncian. Nuevamente la falta de mantenimiento lastra el funcionamiento normal de los ferrocarriles de vía estrecha en la cornisa cantábrica.

El Plan de Cercanías 2018-2025 preveía mejoras en las vías y en la seguridad, y una renovación completa de la antigua FEVE. De hecho, hay ya varias licitaciones en marcha: Xixón-Llaviana, L´Infiestu-Cabezón de la Sal, Xixón-Pravia, Llena-Xixón. Sin embargo, el ritmo de las obras está muy lejos de lo previsto. “Vamos muy tarde” señala Fran Barros, sindicalista de UGT y presidente del Comité de Empresa en Renfe Asturies, que critica un retraso de cuatro años en la mejora de unos servicios públicos de cercanías que en sus palabras, “deberían ser la prioridad para un gobierno de izquierdas”. El AVE se ha llevado durante décadas la parte del león en las inversiones ferroviarias en España. Hoy, mientras los presidentes Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo, el Rey Felipe VI, la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, inauguraban el AVE Madrid-Ourense, las conexiones entre Galicia, Asturies, Cantabria y el País Vasco siguen suspendidas.