2022: el año que viviremos peligrosamente

Los conflictos político-militares se acentúan y se acercan cada vez más una península que siempre quiso ser un continente, Europa. ¿Qué es lo que realmente está pasando?

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Manolo Monereo
Manolo Monereo
Es un abogado, politólogo y político español. Ha sido militante del PCE e IU y diputado de Unidas Podemos. Su último libro es "Oligarquía o democracia. España, nuestro futuro" (El Viejo Topo).

A la memoria de Marco Rizzardini, amigo y compañero de sueños.                                                                         

No salgo de mi sorpresa. La izquierda, casi toda, nada dice sobre los nuevos y viejos problemas de la seguridad, de la paz y de la guerra. Cuando digo nada, es nada. Mientras, los presupuestos militares crecen y crecen; las nuevas tecnologías se aplican vertiginosamente en la modernización de los arsenales nucleares y convencionales; aparecen nuevas formas de conflictos político-militares en las llamadas “zonas grises” donde el uso y abuso de conceptos como “guerras híbridas” se imponen sin saber con precisión qué significan. A los viejos términos conocidos como tierra, mar, aire, espacio, se le añaden el conceptualmente más complejo de ciberespacio; es decir, la red se convierte en instrumento al servicio de la rivalidad geopolítica.

Asombran la velocidad, los ritmos endiablados que anudan investigación básica, aplicación y producción en un continuo que no parece tener fin. No existen desde hacen muchos años tecnologías de doble uso: todas se aplican directa o indirectamente en un sistema que integra en un único mecanismo empresa, ciencia, tecnología, organización y estrategia-político militar. La llamada revolución en asuntos militares se convierte en permanente. No nos dejemos engañar: las clases dirigentes conocen con mucha precisión lo que pasa; simplemente que intentan, como siempre, eludir el debate y convertirlo en algo lejano, accesible solo a minorías. La llamada política de defensa (o de ataque, depende) es demasiado importante para que los ciudadanos la entiendan, la definan y la decidan.

Joe Biden, firmando la Ley de prevención de trabajo forzoso. Twitter: President Biden

Lo más grave es que los conflictos político-militares se acentúan y, tiene cierta importancia, se acercan cada vez más una península que siempre quiso ser un continente, Europa. ¿Qué es lo que realmente está pasando? Que estamos viviendo una ruptura histórica, un cambio de época de grandes dimensiones. Sus características son básicamente cuatro: la primera, una crisis profunda de la globalización neoliberal que ha sido, no hay que olvidarlo, la pax americana, el modo de ejercer la hegemonía unipolar los EE. UU.; segundo, una gran transición geopolítica determinada por la crisis del poder norteamericano y la emergencia de nuevos Estados que cuestionan su dominio indiscutido e indiscutible. Tercero, una crisis ecológico-social de lo que podríamos llamar el “capitaloceno”; es decir, la tendencia a la mercantilización del conjunto de las relaciones sociales por un capitalismo depredador bajo hegemonía financiera. En cuarto lugar, la más importante, el declive de Occidente y la (re)emergencia de un Oriente que no acepta y que se revuelve contra el dominio de una civilización que ha pretendido ser la única y la indispensable.

¿Cuáles son los grandes problemas de esta transición? Hay que entenderlo bien desde el principio. Se trata del paso de un mundo unipolar hegemonizado por EEUU -y como aliado subalterno la Unión Europea– a un mundo multipolar que reconozca a las nuevas potencias económicas, culturales, políticas y político-militares. El desafío es enorme porque implica la radical redistribución del poder a nivel mundial, nuevas reglas, nuevas instituciones y nuevas formas de relacionarse las grandes potencias. La “trampa de Tucídides” es el nombre que se le da a un viejo problema, a saber, que estos cambios fundamentales implican conflictos políticos, militares, convencionales o híbridos que, tarde o temprano, llevarán a la guerra. Estados Unidos, el que manda realmente, no va a aceptar la organización de un nuevo orden internacional que cuestione su poder y que le imponga nuevas reglas. Este conflicto existencial definirá los próximos años del sistema-mundo e implicará cambios sustanciales en las relaciones entre las grandes potencias y, a no olvidar, determinarán la orientación y el sentido que se les dé a los grandes problemas globales como las desigualdades, la crisis climática y energética y una pandemia que se extiende y muta por doquier.

“La opinión pública está siendo trabajada durante años bajo la idea de que Rusia es culpable y pone en peligro la paz en una Europa siempre democrática, dialogante y de natural pacífica”

La Unión Europea, desde el punto de vista político-militar, es un protectorado de los Estados Unidos cuyo instrumento fundamental es la OTAN. En junio de 2022 tendrá lugar en Madrid la cumbre de la Organización Atlántica donde se aprobará su nuevo concepto estratégico y, en paralelo, se definirá por la Unión Europea lo que pomposamente se llama la “brújula estratégica”, documento donde se concretaran sus prioridades político-militares. Para entenderlo, la UE va a alinear su política de defensa y seguridad con los intereses estratégicos de los EE. UU. que organizan dos campos de operaciones o áreas de decisión geopolítica: uno principal dirigido a contener, asediar y someter a China; otro secundario, dirigido contra Rusia y protagonizado fundamentalmente por la OTAN. El AUKUS (el tratado entre Australia, Reino Unido y EE. UU.) será el eje de una amplia alianza a la que pronto se sumarán los dos protectorados militares en la zona, Japón y Corea del Sur. India y Pakistán jugarán un papel decisivo en este “gran juego” que acaba de comenzar, sin olvidar una Indonesia que quiere ser actor propio.

Hablamos de Europa; es decir, de un teatro de operaciones secundario controlado por los intereses de unos EE. UU. que esperan que la Rusia de Putin sea derrotada a manos de una OTAN cada vez más fuerte y con mayor proyección política. La partida hace tiempo que comenzó. Se puede decir que, con mayor o menor implicación, las instituciones europeas y la mayoría de los gobiernos de los Estados comparten esta política y se preparan para un conflicto que, si no se para pronto, terminará de nuevo llevando a Europa a una guerra de grandes proporciones. La opinión pública está siendo trabajada durante años bajo la idea de que Rusia es culpable y pone en peligro la paz en una Europa siempre democrática, dialogante y de natural pacífica. Bastaría mirar el mapa con cierta atención para saber que a la propuesta de una “Casa Común Europea” de Gorbachov se le respondió con la ampliación de la OTAN hacia el este, con el preciso objetivo de impedir la recuperación de una Rusia en declive. Como suele ocurrir, el poder siempre aspira a más poder. En una alianza plena de complicidades, EE. UU. y la UE intervinieron abierta y sistemáticamente en las antiguas repúblicas soviéticas para desestabilizar a los gobiernos que ellos consideraban no suficientemente alejados de Moscú, propiciando todo tipo de conflictos civiles, étnicos y, al final, militares. Antes Estados fallidos que aliados de una Rusia convertida, de nuevo, en “El imperio del mal”.

“La dinámica del conflicto, el rearme y eventualmente la guerra nada tienen que ver con los derechos humanos, la democracia o la libertad de los pueblos”

Ante tanta geopolítica, ante tanto rearme y propaganda de guerra parecería que las poblaciones solo les queda mirar hacia arriba, hacia los que mandan y esperar que los conflictos no vayan a más y que, de llegar, nos les pille. Hay que actuar y pronto. El “partido de la guerra” puede ser derrotado, y la conflagración militar, evitada. Depende de los ciudadanos y de las ciudadanas, de las clases trabajadoras y de los intelectuales críticos. Una idea central: la dinámica del conflicto, el rearme y eventualmente la guerra nada tienen que ver con los derechos humanos, la democracia o la libertad de los pueblos. La clave es otra: que Occidente, liderado por los Estados Unidos, mantenga su hegemonía política, económica y militar; para ello deben impedir, cueste lo que cueste, el surgimiento y desarrollo de nuevas potencias que cuestionen su dominio y acaben imponiendo un nuevo orden internacional contrario a sus intereses y privilegios.

EE. UU. espera que la Rusia de Putin sea derrotada a manos de una OTAN cada vez más fuerte. Fuente: Creative Commons

Para comprender la etapa que viene hay que entender bien dos asuntos fundamentales: 1) los Estados Unidos tienen una superioridad económica, política y militar clara, nítida; 2) la concepción de estratégica del Pentágono es preventiva, de conflicto político-militar prolongado en el espacio-tiempo. El objetivo es frenar y bloquear el despliegue del eje China/Rusia que incluye: a) guerra económica, comercial y financiera en el marco de un desacople planificado de las redes de valor y de suministro que tienen su centro en China; b) los conflictos indirectos y no convencionales llamados de “zona gris” donde los  “híbridos” son una variante bien estudiada y aplicada con provecho; c) el ciberespacio como territorio privilegiado de competencia y lucha entre grandes potencias; d) la tecnología en general y su ciclo industrial-militar acelerado como variante clave de unas fuerzas operativas en despliegue multifuncional, complejo, y fuertemente autónomo ; e) la democracia y los derechos humanos como ideología que justifique la guerra y legitime los conflictos políticos-militares.

“La ‘trampa de Tucídides’ se puede eludir; la guerra se puede evitar. La paz europea no tiene alternativa”

La propuesta que debería defender una Europa realmente europea no es la que hace la OTAN o la que pretende articular la UE; es decir, prepararse para la guerra, impedir el desarrollo de China o bloquear la transición a un orden multipolar más representativo, plural e igualitario. Este no es el camino. Para Europa, una nueva guerra en su suelo sería un desastre de proporciones bíblicas, el apocalipsis terminal de una cultura, de una civilización. Las preguntas de una Europa verdaderamente autónoma, soberana, como afirma Macron, deberían ser: ¿cómo evitar la guerra?, ¿cómo crear las condiciones económicas, políticas y político-militares para una paz duradera y ecológicamente sostenible? La “trampa de Tucídides” se puede eludir; la guerra se puede evitar. La paz europea no tiene alternativa. Los intereses de nuestras poblaciones, de nuestros pueblos y Estados no coinciden con los de EEUU que lucha descarada y abiertamente por su hegemonía sobre nuestro planeta.

Hay que usar de nuevo tres palabras, tres conceptos: diplomacia, desarme y seguridad mutua.

Diplomacia, como tarea centralmente política que organice un acuerdo de paz, cooperación económica y ecológico social con Rusia. No será fácil, pero se debe trabajar para ello con tenacidad e inteligencia. En un marco más amplio se podrían encontrar caminos imaginativos para solucionar conflictos como los de Ucrania. Los intereses geoeconómicos, comerciales y energéticos de Rusia y Europa son convergentes y tienden a complementarse en el tiempo. Desarme, con objetivos claros y verificables. En su centro, una Europa desnuclearizada. Seguridad mutua, que permita a Rusia y a Europa diseñar políticas que fomenten la colaboración, defensa de bienes públicos comunes y disminuyan planificadamente los riesgos.

La “Europa Común” con Rusia y no contra ella. Un gran pacto Euroasiático que ponga fin a la definición-trampa del viejo Mackinder; dicho de otro modo, dar por terminada la ocupación y el control que EEUU ejerce sobre nuestro continente común. Esta sería la auténtica autonomía estratégica de Europa transformada en sujeto soberano y actor singular de un mundo que transita hacia un orden más plural, más representativo, más igualitario. ¿Utopía? Es posible. ¿El problema? Que no tiene otra alternativa que no sea la guerra.

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19 COMENTARIOS

  1. Comparto el punto de vista de que vivimos un riesgo cada vez mayor de que estalle una conflagración de fatales e irreversibles consecuencias. El rearme que se produce desde hace años tanto de las ‘fuerzas convencionales’ como la modernización del arsenal nuclear unido a una friccíon cada vez mayor en los puntos calientes geoestratégicos (el este de Europa, el Mar Báltico, el Mar Negro, Oriente Medio, Mar de China Meriodional, Estrecho de Ormuz, etc), hacen presagiar un futuro cuando menos inquietante y que causa desasosiego. A partir de ahí pretender imputar toda la responsabilidad de semejante situación a los ‘imperialistas yanquis’ y sus aliados es una falacia sin base documental alguna y que no resiste ni el más mínimo contraste con la realidad de los hechos, tanto los presentes como los acontecidos en los últimos años. Que en todo el artículo, en el cual tanto parece preocupar los derechos humanos, no se mencione los derechos humanos de los rusos, o de los chinos, o de los iugures en China, o de los tibetanos, o de los honkoneses, o de los tártaros de Crimea, o de los chechenos, o de los sirios, o de los homosexuales de Rusia, etc, pues parece cuando menos llamativo. Vamos, que Rusia y China son unas democracias ejemplares en las que sus ciudadnos gozan de una libertad de expresión y personal sin parangón. En fin, que los estonios, letonios, lituanos, ucranios no tienen razón alguna para temer por su libertad. La propaganda belicista de los medios panfletarios del estado ruso (RT, Sputnik…) y otros medios pro-ḱremlin, que tan ávida lectura y difusión reciben por parte de tanto progre-intelectual (que parecen confundir a Putin con Lenin y a Rusia con la URSS) es, cuando menos, preocupante y llamativa. O sea que pretender que las dictaduras china y rusa no son amenaza alguna para nadie y que lo que hay es rusofobia o sinofobia pues suena a una simplifación tan simplificada que asemeja aquello de los principios de propaganda nazi que tanto popularizó Goebbels.
    Y efectivamente, comparto también eso de “No salgo de mi sorpresa. La izquierda, casi toda, nada dice sobre los nuevos y viejos problemas de la seguridad, de la paz y de la guerra. Cuando digo nada, es nada. Mientras, los presupuestos militares crecen y crecen; las nuevas tecnologías se aplican vertiginosamente en la modernización de los arsenales nucleares y convencionales[…]”.

    • Cuidado Eduardo, que los comentarios que van en contra de la ideología del diario pueden ser censurados como me pasó a mi. Aunque si uno lo piensa, ya no es ideología, porque yo soy de izquierdas, lo que le pasa a esta gente es que tienen un cacao mental alucinante. Ahora le han debido de dar un toque al becario de turno porque se han dado cuenta que estaban rebajándose a un nivel miserable de censura. Volviendo al tema del artículo, estos serán de izquierdas pero incoherentes son un rato, les puede el odio americano por encima de la razón. Poner a los americanos como malos malísimos y defender a una Rusia fascista, homófoba, criminal y mafiosa es de lo más cafre y sectario que he visto en mi vida. Y los chinos, esos ya ni te cuento, unos angelitos que no quieren la dominación mundial, noooo, ellos nos quieren traer la paz y vender sus cositas de Ali Express, venga hombre… cuéntame otro cuento para niños, seamos serios y más objetivos.

      • Gracias Anh. A veces tengo la sensación de que no somos muchos los que, siendo de izquierdas, nos sentimos absolutamente alejados de posturas como esta que expone el articulista. Un saludo.

      • Nadie le ha censurado. Su comentario viene publicándose, el mismo, varias veces. Le puede el ansia. Y no se ha leído (o entendido) el artículo. No tiene nada que ver con elegir a unos u otros. Vuelva a leer antes de comentar simplicidades, hombre.

  2. Que viva el rock, el country, los fast foods, los mustangs y la cultura americana. Gracias pero no a la homofoba mafiosa y antidemocrática Rusia, y de china ya ni hablemos. No se preocupe censor, el corta y pega funciona muy bien. Ah! Y estoy subiendo a algunas redes sociales cada vez que un comentario desaparece por arte de “magia” porque mis comentarios no son de su agrado ideológico, lamentable y patético, luego nos la damos de moralmente superiores. Haciendo capturas de la censura, si Publico ya tiene mala fama, esto no ayuda 😉 3

  3. Normal que la única opinión que hay aquí es favorable al artículo, madre mía pero que nivelazo, pero que muy lamentable. xD, pues nada, mi colección de capturas aumenta.

      • Bernardo, he puesto comentarios donde no he faltado a nadie y se me han eliminado aún así. Que puedo entender que si llamo al autor del artículo “Filosofo de sofá” se me pueda censurar, vale, aceptamos pulpo como animal de compañía y eso es una gran ofensa, pero cuando vuelvo a dar mi opinión y quito esas partes más ofensivas, simplemente con mi opinión y se me vuelve a censurar, entonces ya se huele cierto tufo censor, pero vamos, que estoy acostumbrado, lo que duele realmente es que diarios de izquierda sean más censores que algunos de derechas. Es lamentable.

        • Está usted equivocado. Todos y cada uno de los comentarios que ha escrito se han publicado, ¿qué interés cree que tenemos en censurarle?, ¿se cree usted acaso tan importante como para que nos preocupe que escriba tal o cual cosa en un comentario? Y se equivoca usted nuevamente atribuyéndole a Nortes las opiniones que se vierten en este artículo: el único responsable de esas opiniones, y el único que debe responder por ellas, es su autor. Nosotros solo le damos un espacio para que las expresa y para que, quién así lo desee, como usted ha hecho, discrepe con ellas. Que tenga un buen día.

  4. Que viva el rock, el country, los fast foods, los mustangs y la cultura americana. Gracias pero no a la homofoba mafiosa y antidemocrática Rusia, y de china ya ni hablemos. No se preocupe censor, el corta y pega funciona muy bien. Ah! Y estoy subiendo a algunas redes sociales cada vez que un comentario desaparece por arte de “magia” porque mis comentarios no son de su agrado ideológico, lamentable y patético, luego nos la damos de moralmente superiores. Haciendo capturas de la censura, si Publico ya tiene mala fama, esto no ayuda 😉

  5. Que viva el rock, el country, los fast foods, los mustangs y la cultura americana. Gracias pero no a la homofoba mafiosa y antidemocrática Rusia, y de china ya ni hablemos. No se preocupe censor, el corta y pega funciona muy bien. Ah! Y estoy subiendo a algunas redes sociales cada vez que un comentario desaparece por arte de “magia” porque mis comentarios no son de su agrado ideológico, lamentable y patético, luego nos la damos de moralmente superiores.

  6. Todo muy bonito, pero NO gracias, la humanidad funciona siempre de la misma manera, si no dominan unos, dominan otros, y yo no tengo nada que ver con los chinos, si tengo que escoger mi referente cultural serán los Estados Unidos, que para eso son hijos de Europeos y tenemos muchísimas cosas en común. Que si, que lo ideal es evitar la guerra, que todos nos demos la mano y seamos amiguitos (Y ojalá sea así) pero no quiero que la homófoba, fascista y mafiosa Rusia o la China que es cualquier cosa menos comunista o democrática influya en nuestras vidas a ciertos niveles, entre ellos el cultural (Hay que viajar un poco y no hablar por hablar), asi que, que viva la música Country, el rock, los mustangs, los KFC A poner los pies en la tierra. Señor moderador, hace usted el favor de no censurar mis comentarios ? Ya se que no concuerdan con su forma de pensar, pero hay una cosa que se llama censura y que la gente moralmente superior como usted supuestamente está en contra. Gracias

  7. Y si de verdad ustedes piensan que Rusia o China son mejores, con mayor moralidad, y menos agresivos que los Estados Unidos es que el nivel de ingenuidad es superlativo.

  8. Todo muy bonito, pero NO gracias, la humanidad funciona siempre de la misma manera, si no dominan unos, dominan otros, y yo no tengo nada que ver con los chinos, si tengo que escoger mi referente cultural serán los Estados Unidos, que para eso son hijos de Europeos y tenemos muchísimas cosas en común. Que si, que lo ideal es evitar la guerra, que todos nos demos la mano y seamos amiguitos (Y ojalá sea así) pero no quiero que la homófoba, fascista y mafiosa Rusia o la China que es cualquier cosa menos comunista o democrática influya en nuestras vidas a ciertos niveles, entre ellos el cultural (Hay que viajar un poco y no hablar por hablar), asi que, que viva la música Country, el rock, los mustangs, los KFC etc etc y menos filósofos de sofá y artículos trasnochados. A poner los pies en la tierra.

  9. Estoy totalmente de acuerdo con el artículo de Manolo Monereo que por supuesto difundo y al que le hago este comentario a modo de complemento:

    Efectivamente el imperio se resiste en su decadencia y por eso se vuelve más peligroso habéis real de la existencia de un mundo multipolar y a la pérdida de la hegemonía del dólar por la emergencia fundamentalmente de un país como la República Popular China al que quiere destruir como bien explica Manolo Monereo moviendo los hilos como siempre ha hecho a lo largo de su historia come países títeres y creándole un conflicto en su interior cómo sucede con Taiwán y con Rusia está desarrollando la misma estrategia qué contra la República Popular China utilizando a antiguas repúblicas soviéticas cómo Ucrania cómo ariete contra este país

    Y al mismo tiempo trata de utilizar la OTAN y a los gobiernos títeres europeos fronterizos con Rusia.

    Pues no debemos de olvidar qué en Estados Unidos los dos lobbies qué designan a los presidentes en función de sus intereses son el complejo tecnol7ógico militar e industrial y el lobby sionista israelí.

    Y ambos basan su economía en la guerra pues esto le proporciona jugosos beneficios a la industria armamentística norteamericana.

    Hace unos días nuestro admirado noan Chomsky escribía un artículo que publicó rebelión de como Estados Unidos aumentaba su presupuesto militar argumentando qué lo hacía para compensar el aumento de los presupuestos militares de China y Rusia lo que es falso según esté artículo y cuyo autor aportaba datos para demostrar está falsedad.

    Y efectivamente coincido con este artículo de Manolo Monereo en qué no entiendo como los gobiernos de la Unión Europea y los partidos de izquierda guardan un bochornoso silencio sabiendo que los Estados Unidos siempre han hecho la guerra fuera de su territorio y a ser posible que los muertos se lo pongan otros y en lo que nosotros respecta no debiéramos olvidar las bases norteamericanas que tenemos en nuestro suelo por lo que irremediablemente nos veríamos metidos de lleno en el conflicto que vuelvo a repetir Estados Unidos y sus lobbys necesitan la guerra y ante esto es de suma y urgente necesidad desarrollar una política de paz en una Europa debiera de ser soberana e independiente y no un mero satélite

    Estoy totalmente de acuerdo con el artículo de Manolo Monereo, que por supuesto difundo y al que le hago este comentario a modo de complemento:

    Efectivamente el imperio se resiste a su decadencia y por eso se vuelve más peligroso ante la existencia de un mundo multipolar y a su perdida de la hegemonía del dólar, por la emergencia de los BRICS y fundamentalmente de la República Popular China que ha alcanzado un desarrollo económico sin precedentes basándose en el desarrollo de una industria de paz con cuyo productos ha inundado el mundo.

    Mientras que los Estados Unidos, en lugar de desarrollar esa industria de paz, sigue cerrando su industria de paz qué ocasiona miles de parados en su territorio y dedica la parte más importante de su presupuesto a fomentar la industria de guerra.

    Se ve que no ha aprendido nada de la historia y repite el mismo error que le llevo a una gran perdida económica por su implicación en la guerra de Vietnam y que dio lugar a una reunión de Nixon en pleno Pacífico con los presidentes que le habían superado económicamente por haber desarrollado una industrial de paz en sus propios países durante ese tiempo.

    Y en estos tiempos en lugar de montar una reunión en el Pacífico para evitar una Tercera Guerra Mundial crea mediaticamente el enemigo ficticio de la República Popular China y de Rusia, para justificar las apetencias guerreras de su complejo tecnológico militar e industrial, ya que a estos países no les interesa en absoluto ninguna guerra ya que basan su desarrollo económico en la industria de paz para crear bienes de consumo.

    Por eso como bien explica Manolo Monereo no acepta el mundo multipolar que ya existe y para ello sigue moviendo los hilos (como siempre ha hecho a lo largo de su historia, utilizando el estercolero mediático mundial para crearles un conflicto en su interior utilizando los sentimientos nacionalistas como hicieron con las antiguas repúblicas soviéticas y ahora repiten con Taiwán, utilizando sus gobiernos títeres en Oriente como expone Manolo Monereo, para que le hagan el juego sucio y llevarlos a un conflicto con la República Popular China.

    Y con Rusia está desarrollando la misma estrategia utilizando a antiguas repúblicas soviéticas cómo Ucrania cómo ariete contra este país y que los gobiernos europeos en la OTAN le hagan el juego sucio precisamente la cadena norteamericana CNN público que el pasado lunes un avión espía norteamericano sobrevoló la frontera de Ucrania con Rusia según ellos para recopilar datos sobre los movimientos rusos es el el falso positivo que suelen crear para justificar su agresión, recordemos el de las armas de destrucción masiva en Irak y que pueden leer en este link: https://insurgente.org/ucrania-avion-espia-yanqui-sobrevolo-el-este-del-pais-para-recopilar-datos-sobre-los-movimientos-rusos/

    Recordemos que qué en EE.UU los dos lobbies qué designan a los presidentes en función de sus intereses, son el complejo tecnológico militar e industrial y el lobby sionista israelí.

    Y ambos basan su economía en la guerra pues estas le proporciona jugosos beneficios a la industria armamentística norteamericana.

    Hace unos días nuestro admirado lingüista norteamericano Noan Chomsky, escribía un artículo de como el gobierno actual de su país aumentaba su presupuesto militar, argumentando qué lo hacía para compensar el aumento de los presupuestos militares de China y Rusia, lo que falso según este autor qué aportaba datos para demostrar está falsedad y que pueden leer en este link: https://rebelion.org/que-futuro-tiene-la-paz-en-el-mundo/

    Y efectivamente coincido con este artículo de Manolo Monereo en qué no entiendo la actitud de los gobiernos de la Unión Europea y su estercolero mediático, así como sus partidos y fundamentalmente los de izquierdas, como los llamados intelectuales, que ante un posible conflicto armado que se puede desarrollar nuestro continente, guardan un bochornoso silencio.

    Os recuerdo una vez más, qué los EE.UU.siempre han hecho la guerra fuera de su territorio y a ser posible que los muertos los pongan otros.

    Y en lo que nosotros respecta, no debiéramos olvidar las bases norteamericanas que tenemos en nuestro suelo, fundamentalmente la de Rota, por lo que irremediablemente nos veríamos metidos de lleno en el conflicto.

    Coincido con Manolo Monereo qué es urgente y de suma necesidad, movilizar a nuestros pueblos a través de todos los medios a nuestro alcance, para exigir a nuestros gobiernos, que la principal tarea hoy es asegurar la paz en una Europa qué debiera de ser soberana e independiente y no como lo es actualmente, un mero satélite del Imperio norteamericano.

    Y ante este peligro real, por la decadencia imperial y por la consolidación de un mundo multipolar debiéramos de retomar en estas movilizaciones, el grito que tantas veces hemos planteado sobre todo en nuestras manifestaciones anuales a Rota:

    ¡ FUERA LAS BASES YANQUIS DE NUESTRO TERRITORIO

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