Adrián Barbón también ha entrado en la polémica sobre las palabras de Alberto Garzón acerca de las macrogranjas y la ganadería intensiva. A pesar de que el ministro de consumo estuvo en septiembre del año pasado visitando una explotación ganadera en Quirós y ha puesto el modelo familiar asturiano como ejemplo de buenas prácticas, el presidente asturiano tachaba hace dos días de “inoportunas” las declaraciones del político de IU sobre la ganadería intensiva y la calidad de la carne producida en macrogranjas: “No podemos dar mala imagen de la producción española”.
Desde Podemos e IU sus líderes regionales, Sofía Castañón y Ovidio Zapico, han salido en defensa del ministro, reprochando a Barbón unos ataques que no se corresponden con lo que Garzón dijo al periódico británico The Guardian, en el que señaló al Principado como comunidad autónoma en la que se practica una ganadería extensiva y respetuosa con el medio ambiente.
Mientras Castañón ha criticado el “oportunismo” del presidente por sumarse a la campaña contra Garzón, Zapico ha reprochado que Barbón haya antepuesto los intereses de los “lobbies cárnicos a los de la ganadería extensiva tradicional asturiana”. Los ecos de la polémica nacional llegan con la resaca de la gran manifestación de Asturias Ganadera convocada el pasado mes en Oviedo/Uviéu, y que acabó con una carga policial. La organización ganadera se ha mostrado muy crítica con el presidente asturiano, y ha pedido la dimisión de su consejero de medio rural, Alejandro Calvo.