Vecinos y hosteleros de la calle Indalecio Prieto, donde la promotora Prycasa está levantando un residencial de lujo en el extremo de la vía que da a la calle Gascona, llevan meses tratando de comunicarse con el ayuntamiento de Oviedo para expresarles su desacuerdo con el proyecto. Germán Abad, presidente de la comunidad de vecinos, asegura que han pedido “con firmas que nos reciban en el ayuntamiento, y ya se han cumplido dos meses de esa petición. Ni el alcalde ni el señor Cuesta nos quieren recibir”.
Una vecina del edificio cuenta que, cuando se supo que iban a empezar las obras, “hubo reunión de las comunidades de vecinos cercanas, y se decidió denunciar para frenar el proyecto”. Sin embargo, en una segunda reunión, “llegaron los vecinos del portal de la esquina [el número 4 de la calle Gascona, el edificio al que va a ir adosado la nueva construcción] y se decidió por mayoría no denunciar”. Según esta vecina, los propietarios de dicho edificio, algunos de los cuales van a ver tapiadas sus ventanas con la nueva obra, “van a recibir de la constructora 4.000 euros para no litigar, además de 20.000 euros para la comunidad”.

También los hosteleros de la zona están descontentos con el proyecto. El garaje del nuevo residencial tendrá la salida hacia la calle Gascona, donde algunos establecimientos deberán reducir su zona de terrazas para permitir el paso de los coches. Los dos bares de la calle Indalecio Prieto, La Malquerida y La Estación, aseguran que su facturación se ha reducido en más de un 80% desde que empezaron las obras.

“Antes estábamos en Gascona, y ahora estamos en un barrio”, cuenta Pepe Velasco, del bar La Estación, “nos han dejado aislados”. No hay más que ver el aspecto de la terraza un jueves a las 7 de la tarde: ni una sola mesa ocupada.

El mismo problema tienen los hermanos Alba y Joel Insfran, propietarios de La Malquerida desde hace ocho años: “Nos están llevando a la ruina. En este bar trabajan 10 personas, y ahora nos vamos a quedar en 4”. Denuncian además la falta de información y transparencia por parte del ayuntamiento y de la constructora: “Hemos intentado hablar con ellos y no tuvimos respuesta. Y nadie nos informó de que iba a hacerse esta obra. Nos fuimos de vacaciones después de San Mateo y un cliente nos mandó una foto de la calle cortada. No teníamos ni idea”.
Ahora los Insfran van a abrir un nuevo bar en la esquina de Gascona con Indalecio Prieto, “La Malque”, para intentar recuperar las pérdidas que les ha supuesto la construcción del nuevo edificio.