Durante el período preelectoral, la Delegación Asturiana de Verificación de los DDHH en Colombia ha corroborado el contexto de violencia sin precedentes en el que el país se encuentra inmerso. Un contexto caracterizado por el aumento de agresiones contra líderes y lideresas sociales, y por la presencia de numerosos grupos armados ilegales.
Según datos de la MOE ( Misión de Observación Electoral), durante el periodo preelectoral, desde el 13 de marzo de 2021, tuvieron lugar 145 eventos de desplazamientos masivos, que afectaron a 76.341 víctimas, y 74 eventos de confinamientos que han dejado más de 121.707 víctimas. En 158 municipios del país hubo algún nivel de riesgo por la presencia de Grupos Armados, lo que supone un incremento del 50% respecto a las elecciones de 2018.
Más alarmante es que durante el período preelectoral, han tenido lugar 535 hechos de violencia contra líderes/lideresas, 97 de ellos asesinatos, un 101.9% más que los registros para las elecciones de 2018.
Destacan en su informe que 108 agresiones se han dado en plena época de campaña; con el agravante de que 25 han estado dirigidas a candidatos y candidatas al Congreso (entre ellas 4 atentados), mientras que para el 2018 sólo fueron objeto de 2 amenazas y para el 2014 de ninguna.
Esta situación ha marcado significativamente el ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía, y ha impedido el desarrollo de múltiples campañas en determinados territorios del país.
En este sentido, la delegación ha visitado algunas de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, para verificar entre otros aspectos, las garantías y las libertades necesarias para que las víctimas del conflicto elijan a sus representantes a la Cámara. Durante estas visitas se ha constatado que no hubo seguridad para las candidaturas de las víctimas ni de sus votantes. Muchas de ellas han tenido que retirarse debido a amenazas.
Por otra parte, los aportes financieros para la campaña política no llegaron a tiempo, presentándose múltiples obstáculos y dificultades para que las diferentes campañas y organizaciones políticas pudieran acceder de manera efectiva a la financiación estatal por concepto de anticipo. Debido a ello, las candidaturas de las víctimas quedaron en franca desventaja frente a los candidatos de los partidos tradicionales bien financiados por vía privada, como la del hijo de un conocido paramilitar, alias Jorge 40, que finalmente ocupó una de las curules de las víctimas, en una campaña sin garantías y dónde la fuerte corrupción y el paramilitarismo se han quedado con el espacio por el que las víctimas del conflicto lucharon.
Las anomalías graves en la postulación a curules de paz han sido continuas en Chocó, Córdoba y Sucre, y al tenor de los resultados del domingo, certeras. Hubo amenazas de muerte y cooptación de candidatos por victimarios y partidos tradicionales, situación que revictimiza a millones de personas.
Durante el desarrollo de la Jornada Electoral los miembros de la Delegación actuaron como observadores electorales internacionales para la MOE, acudiendo a cuatro colegio electorales de la ciudad de Bogotá. Durante sus visitas observaron algunas anomalías, como la falta de Mesas de Justicia. Estas mesas están conformadas por funcionarios y su función es ejercer el control de vigilancia del proceso electoral (Fiscalía, Contraloría, Personería, Procuraduría, Defensoría del Pueblo).
Por otra parte, la Misión de Observación Electoral alertó que en 7% de las mesas a las que le hicieron seguimiento observaron supuestos indicios de compra de votos: “el intento de los votantes de fotografiar o dejar una marca en sus tarjetones”.
En cuanto a los resultados electorales, en relación a la consulta presidencial la coalición ganadora fue el Pacto Histórico, que alcanzó el 47,5 % de los votos. Gustavo Petro, fue el más votado con casi cuatro millones y medio de votos.
La gran sorpresa de la jornada fue para la segunda candidata más votada del partido: Francia Márquez, mujer afro, lideresa medioambiental, que lucha también por la defensa de los derechos afro y de las mujeres, su candidatura ha dado voz a muchas de las reivindicaciones del Paro Nacional, y ha recibido un histórico resultado de 782000 votos.
En segundo lugar quedó la Coalición de derecha, Equipo por Colombia, con el 33,8 % de los votos. El vencedor en esta candidatura fue Fico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, con 2.160.000 votos.
Por otra parte, en relación a las elecciones legislativas, el Pacto Histórico fue el partido más votado tanto para el Congreso como para el Senado, contando con 41 curules. Esta subida ha afectado directamente a la representación del Centro Democrático, el partido que más fuerza perdió en estas elecciones. En total, los partidos tradicionales perdieron 47 curules, pero seguirán siendo mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Se abre un nuevo y convulso panorama político con el crecimiento contundente de la izquierda que promete profundas reformas económicas y sociales, y una derecha debilitada pero con la posibilidad de aliarse para frenar el cambio que muchos anhelan.
Tras esta visión general y mirando al futuro, para la primera vuelta de mayo, se espera que la ciudadanía pueda expresarse electoralmente lo suficiente como para insistir en las demandas de paz, libertades y respeto por los Derechos Humanos.
Cobertura informativa financiada por las subvenciones de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo