Podemos lleva el cierre de oficinas de Unicaja a la Junta General

El diputado Daniel Ripa exige respuestas al Gobierno de Barbón ante la clausura de 24 sucursales en todo el territorio asturiano.

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Christian Ferreiro
Christian Ferreiro
Graduado en Filosofía por la Universidá d'Uviéu. Esperando ser docente de secundaria en un futuro no muy lejano.

Podemos Asturies ha exigido respuestas al Gobierno de Adrián Barbón ante el cierre de 24 sucursales de Unicaja en el Principado. Así lo ha expuesto Daniel Ripa, quien ha llamado la atención sobre la “exclusión financiera” que puede incrementarse en las zonas rurales a causa de estos cierres.

En los últimos días, Somiedo, Caso, Santa Cruz de Mieres y Grandas de Salime han visto cómo se quedaban sin sus respectivas oficinas de Unicaja, tras su anunciada “reestructuración“. En total, la entidad bancaria tiene previsto cerrar un total de 24 oficinas, 19 de las cuales se ubican en las cuencas mineras del Caudal y del Nalón, como parte del proceso de reordenación de sucursales diseñado tras la desaparición de Liberbank: Ciaño, Barredos, La Pomar, Bimenes, Santa Marina de Mieres, Ujo, Caborana, Campomanes, Collanzo, Boal, Pola de Allande, San Antolín, San Juan de la Arena, Soto de Luiña y Belmonte verán cerradas sus sucursales bancarias de Unicaja entre los meses de marzo y junio.

Estos cierres, además, empeorarán drásticamente la situación de la población de edad más avanzada. Según datos del Banco de España, miles de personas se ven obligadas a recorrer una distancia media de 9’5 kilómetros para tener acceso a una oficina bancaria.

Una de las personalidades más destacadas de esta “reestructuración” es, sin duda, Manuel Menéndez, el banquero asturiano que fuera presidente de Cajastur y posteriormente de Liberbank. Menéndez accedió a la junta directiva de Unicaja después de que el banco andaluz absorbiese en 2021 a la entidad, con participación asturiana. Esta última se quedó con un 40,5% del capital del nuevo banco, mientras que los andaluces, entidad mayoritaria, son propietarios del 59,5%. Este reparto desigual, en un principio, condenaba a Menéndez a quedar relegado a una segunda fila. Sin embargo, sus movimientos y alianzas en los últimos tiempos, como las negociaciones con Isabel Díaz Ayuso para llevar su sede bancaria a Madrid, le están llevando a acumular una cuota de poder por encima de la acordada en la fusión.

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