“Lo que siempre has querido” está lleno de múltiples sonidos extraídos de la madriguera del rock, el postrock y, sobre todo, el pop, pero se podría decir, con más exactitud, que está embarnecido de muchísimas sonoridades, reverberaciones de diferentes estilos, detalles luminosos, emulsionados antes que producidos, de una forma exquisita, llena de matices, que no le restan al resultado ingenuidad, atrevimiento, lucidez y una espontaneidad desopilante para una banda joven, Staytons, que ofrece pasos firmes y un margen para la evolución musical gigantesco a lo largo de los próximos años. Lo que siempre has querido es la voluntad de explorar todo lo que puede dar de sí una canción que se entrega al rock latino con la misma versatilidad que al pop de los ochenta y los noventa, como cinco fusileros abriéndose camino entre las líneas enemigas, los estereotipos artillados en las radiofórmulas, cargados con tradiciones musicales claras y honestas en su mochila y la inteligencia cauta de no dejarse engatusar por los premios (una buena ringla de elloas en festivales como el Sonoroma), dispuestos a tomarse su tiempo para tomar los escenarios por asalto, como en las buenas batallas. Charlamos con Venti Sariego (guitarra) y Juanvi Stropu (vocalista y teclas) de Staytons, que tocan este sábado en la sala Billy Bob de Gijón.
Lo que siempre has querido es un álbum que aglutina diverss sonoridades que van desde el pop rock argentino pasando por el indie pop o indie rock de France Ferdinande. Entre una cosa y otra hay más materiales, pero me gustaría saber si en este disco la pauta musical está ya marcada.
Juanvi Stroup: Este disco tiene que ver con el tránsito de un grupo de rock que cantaba y componía en inglés inspirado en grupos como France Ferdinande, Artic Monkeys o Red HOt Chilli Peepers, que escuchamos todavía, a otro que trata de desarrollar, componer y tocar canciones en español. Esta circunstancia, claro, nos invita a buscar un sonido en español, con grupos de rock y pop que no siempre han sido tan fáciles de encontrar en España. En Latinoamérica han sabio llevar mejor el idioma a ese terreno.
Los argentinos han desarrollado un sonido muy stoniano que en España desembocó de un modo tardío que realmente encontramos con toda su magnitud o esplendor en bandas como Los cigarros, Pereza o Leiva, o con un sonido más Faces en el caso de M-Clan. Vosotros habéis tomado una vereda dentro del rock argentino que no es precisamente la de Tequila sino la de Los abuelos de la nada, Calamaro, Fito Páez o Charlie García.

Venti Sariego: El tópico stoniano en Argentina es el más habitual, pero después está esa otra corriente con Los shakers, Sui Generis o Soda Stereo
Soda Stereo son maravillosos.
V.S.:Absolutamente.
¿Qué alimenta esa búsqueda de sonidos?
J.S.: Cuando tu pasas de hacer canciones anglofonas estás buscando referencias en el continente americano, no nos encotramos tan identificados con esas referencias y grupos que hay aquí a la hora de hacer esas cancionesm ás guitarreras o mas poperas. Fuimos a parar con Argentina con las músicas latinoamericanas
V.S.: Hay una parte de esa música argentina que está aquí: Andrés Calamaro, la escena de Los Rodríguez, Fito Páez, que cuando éramos pequeños sonaban en la radio. Y hay otra que investigamos. En un principio no encontramos nada a lo que, según parece, nosotros sonamos. De modo que jubo una investigación
La dificultad de componer rock o pop en español ha sido un asunto que músicos como Santiago Auserón o Jorge Drexler han manifestado en más de una ocasión. La facilidad de componer de los anglosajones que gozan de un campo semántico pletórico de palabras monosilábicas que aportan un sentido más rítmico del fraseo, mientras que en España hacemos un mayor uso de palabras esdrújulas para acomodarnos al ritmo de una canción.
J.S.: Soy muy de Drexler y me gusta mucho su lírica. En esta transición del inglés al castellano hay, evidentemente, un cambio fonético. Hay canciones que suenan en el local y ya sabes que se van a cantar en un idioma o en otro, tienen un deje de un lado o de otro. Lo que nunca nos ha gustado ha sido adaptar las canciones viejas en inglés al español. Es imposible. Y eso es lo que se ha hecho en España y quizá por eso nunca nos identificamos con el rock en español. Sin embargo, el rock latinoamericano sí que consigue adentrarse un poco más, quizá sea por cómo funcionan los acentos del idioma, las letras, y es de ahí de donde sacamos las letras. Hay un plano lírico y después musical.
Nat Simmons acaba de publicar Felina, un discazo, y colabora con vosotros en un tema delicioso como Corazón de latón. Cómo como llega ese encuentro y por qué ella.
-J.S.: Pues ella llegamos a través de Igor. Se sintió encantadora y muy receptiva a colaborar. Había dado un paso parecido al nuestro. Nat había iniciado su carrera cantando en inglés, música muy americana, entre el folk, el country, el rock. Publicó su último disco un poco antes que nosotros. El suyo es un pop rock más producido definitivamente en español
Y con unos ramalazos electrónicos y una estética y estilo influidos por el maestro Bowie.
V.S.: Suponemos que por infuencia de Igor que supo ver dos sonidos muy difreentes, en edades muy distintas, comprendió que estamos pasando por un proceso muy parecido, en su caso, de la música americana, el folk y el country y nosotros del brit pop y el indie rock al español. Esa confluencia explica un poco la colaboración.
¿Os sentís cómodos con el sonido electrónico. Creo que, de alguna manera, acolcha vuestras canciones en este disco?
J.S.: Nosotros, cuando hacemos un directo, vamos sin bases electrónicas. Vamos a pelo, sin claqueta. Sin absolutamente nada. Pero la forma de introducir la programación ha sido como una parte más de la composición. Con la pandemia y la posibilidad de vernos menos, hemos compuesto más en casa y hemos podido jugar con las canciones en el mundo virtual. Después lo hemos llevado al local. Fue complicado pero supuso una mezcla muy particular tanto de música tocada como de música programada. Hay muchas canciones como Fiesta en los ochenta o, incluso, Te veo bien que nacieron en el mundo virtual aunque tengan ese toque guitarrero. NO hubiéramos llegado a ese sonido si no hubieran nacido allí, de esa forma de hacer
Os lo comento porque percibo que en los festivales abundan las prograbaciones quizá de una manera excesiva.
V.S.: Supongo que es un tipo de público que espera encontrar otro tipo de cosas. Es un público que conoce a las bandas por sus grabaciones subidas en Spotify antes que por sus conciertos . Es un público que espera escuchar un disco antes que un grupo.
J.S.: Nosotros la electrónica la utilizamos como una herramienta más. Para nosotros es un instrumento ceñido al ámbito del estudio aunque no descartamos llevarlo a los escenarios. Pero no deja de ser un instrumento más como la guitarra o la batería. No es un sustituto. Nosotros, al final, defendemos la filosofía de banda de rock de estudio, de ensayo y de sala.
De qué manera está presente el estilo de Igor Pascual en la producción de este disco.
V.S.: Hay una faceta metodológica de grabación en el estudio que está perfectamente asimilada, incluso cuando no está él. La metodología consiste en no saber qué es lo que necesita la canción exactamente, pero exprimir todas sus posibilidades hasta que se cueza. Lo probamos todo. No hay melodías en la cabeza. Tratamos de tocar hasta que salga. Luego hay una filosofía muy suya: Más es más. Si algo mola, mételo dos veces. Por qué elegir entre un sonido y otro. Mételos todos.
Si la industria indie tuvo alguna vez la pretensión de ser un movimiento musical independiente
Cuando emerge una banda con cinco miembros. qué concepto es el que queréis transmitir.
J.S.: Nos interesa saber hacer canciones que estéticamente cuadren con el espectro radiofónico de hoy en día, pero también queremos que se hagan a la manera de siempre, con el instrumento en la mano, o sea, de la forma mas artesanal de hacer pop. Queremos ser reconocidos por nuestro saber hacer en las canciones y no por cosas extra musicales.
V.S.: El artista como el hacedor de canciones. Como el compositor, el letrista y el interprete. Creemos que el musico hoy se ha convertido en un influencer donde la música es una de las cosas que hace y nosotros, parafraseando y mancillando a Lenin creemos que todo el poder es para las canciones.
Sorpresa. Hay un marxista-leninista por la banda? (Risas)
V.S.: Somos leninistas musicales. (Risas)
Qué sensaciones tenéis cuando habéis llegado a los festivales donde los formatos constriñen bastante al músico a la hora de dar sus conciertos, ciñéndose a un horario, sin improvisaciones.
V.S.: Los festivales son para nosotros altavoces. Comprendemos lo que dices. Si la industria indie tuvo alguna vez la pretensión de ser un movimiento musical independiente, verificamos que fracasó estrepitosamente. Como grupo independiente con un sello pequeño. un festival es una plataforma y eso es la hostia. No está al alcance de todo el mundo. Tuvimos mucha suerte de haber participado puntualmente y habernos llevado algún premio. Pero está claro que no va de la mano con el concepto de independiente.
J.S.: Las pretensiones de estos festivales no puede ser lanzar un Izal todos los años. Para nosotros es la oportunidad de disponer de un gran escaparate. Al final, los festivales son lugares que se tocan solos. Tu te subes al escenario y vas a tener el público que tiene ese escenario. Dicho de otra manera: ese público no está ahí por ti. Tienes esa oportunidad de expandirte sobre ello. Pero esa pretensión de sacar una joya por descubrir de la música sumergida y que surque los cielos de la radio no sucede todos los años.