“Volveré a la música, ¿cuándo?, no lo sé”

Vinila Von Bismark estrena The Hole X en Gijón, dedicada a la dirección y apartada del rock

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Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.

Se pasea por la platea como una hija lejana de Marlene Dietrich. En su cuenta de Instagram no ha dejado de ser siempre Vinila, quiromante, striper, salvaje y femenina. Se desliza por el burlesque con la misma sensualidad que despeja el aire con quejíos de Granada o alborota una sala de conciertos a ritmo de rock and roll. Tiene el cuerpo escrito con tinta de la vieja escuela. Se ha apartado de la música porque no comprende la nueva industria, porque en el fondo, lo suyo es eso que los gitanos llamaron duende, mucho más atávico, más honesto, más profundo, más puro. Dirige The Hole X, un nuevo camino, una nueva singladura, que la obliga a estar a los mandos de la nave. El espectáculo cumple su décima edición y se presentó este jueves en la explanada de la vieja Naval, donde las casas derruidas y los barcos fantasma hablan también de otro tiempo en el que la música funcionaba de otra manera. Recuerden que se accede a la carpa por La Carreña, no se pierdan por el camino, es fácil encontrar el agujero, lo jodido es querer salir de él.

Vinila Von Bismark es, en el fondo un proyecto que va del rock and roll al burlesque y del burlesque a The Hole.

Buscaban eso de mi. Yo no pasé casting, directamente me llamó Rosi de Palma para decirme que me querían en este espectáculo. Así que, sin vaselina y pa´dentro. Este espectáculo necesitaba esa parte de mi, esa parte del burlesque donde también tengo un alma de rock and roll. Porque el rock se lleva en el alma. Y desde entonces, imagínate. Me llamaron en el 2014 mientras giraba con Lucky Dados. Yo iba funcionando con las dos cosas, después me dediqué más a The Hole, terminé y estuve 4 años fuera, cuando se produjo The hole 0, yo hacía mi álbum Un motel llamado mentira y giraba por México, Colombia. Después de la pandemia me volvieron a la llamar, cuando yo pensaba que no iba a volver, pero nunca digas nunca.

Vinila Von Bismark. Foto de David Aguilar Sánchez

Exacto. Tengo la impresión de que no hay límites para Vinila. Lo mismo hablas de discos en tu cuenta de Instagram que lanzas esa mirada de quiromante. ¿Donde está el límite de Vinila?

Yo creo que Vinila no pone límites. Ese es su mayor truco, no poner límites a nada. Ella hace realmente lo que quiere hacer en cada momento. El momento actual me ha traído a ser directora residente del show, lo que es un nuevo aprendizaje y un nuevo camino para mi. De pronto me veo escribiendo otros espectáculos.

Y por el medio algún sacrificio.

He parado la música. No me llama, no me invoca. Tal y como está la industria musical, esa manera de producir, no tiene ningún sentido para mi. Es fast food. Todos los viernes los chicos que hacen trap sacan un tema. Toda esa magia con la que yo trabaja para un disco, ofreciendo un concepto, para mi, eso se ha perdido. Inspirarme en cada momento para cada viernes y dar una nueva canción no entra dentro de mi concepto musical. Entonces me estoy dando un tiempo. A lo mejor el año que viene lo veo, pero ahora me interesa mucho más echar raíces en el espectáculo, aprender como productora, estar con una productora como Let´s go que me ofrece otras oportunidades y creo que en un ámbito mayor. Y ahora aquí estoy, echándole la carne al asador.

Es cierto que los músicos se han convertido en algunos casos en brokers de sus propias canciones en Spotify.

Exacto. No estoy a favor de eso. No todos los seguidores son los que tienen talento. Es fácil ver que gente con un talento abrumante no tiene tantos seguidores y no les va la carrera como quisieran. NO estoy muy de acuerdo con eso ni con contenidos rápidos, sacados de aquella manera, cuando mi forma de entender la música parte de un concepto, unas canciones que estén integradas en un conjunto. Cuando era pequeña, recuerdo que cogía el disco de Laurent Hill y me lo machacaba día tras día y así con más artistas. Con Spoty eso no sucede. Ahora es imposible acordarse del nombre de la banda que escuché la semana pasada. Quizá son nuevos tiempos y no es la industria sino yo la que se tiene que adaptar a este tren. Y por eso, de momento, no me llama y me apetece más arraigar en un espectáculo como este.

De cantante y estrella del burlesque a productora. Qué implica eso para ti.

Yo estoy de directora residente. Por encima de mi está el director, de hecho esta edición la dirigió Gabriel Chamé, que trabajó para el Circo del Sol y ahora en The Hole X. Yo como directora residente mantengo su trabajo y todo lo que viene nuevo lo incorporo. Digamos que yo voy con la batuta y aquí se hace lo que yo te diga, jajaja. No, es cuestión de que todo vaya en orden y adaptarlo a cambios que por muy nímios que sean pueden modificar el show, desde una carpa diferente, a como esté posicionada. Me encargo de la limpieza de todo eso.

Desde un punto de vista creativo, qué significa para ti dirigir este show

Pues también tiene una parte creativa, porque cada vez que llega un artista nuevo, yo tengo que adaptarlo al show. Incluso artistas que quieren hacer otro número, debo ser yo quien les ayude a la realización. Me atrae la dirección porque aprendes a manejarte en poco tiempo según se dan las situaciones. Con la música yo lo quería todo perfecto y aquí tengo que adaptarme a numerosas vicisitudes que implican mucho de improvisación y me gusta porque me exige tener ingenio para responder con los recursos y la inmediatez del momento.

Vinila Von Bismark. Foto de David Aguilar Sánchez.

Qué ofrece en esta nueva edición The Hole

Celebramos un décimo aniversario, con lo que podrán ver cachitos de diferentes ediciones bajo la estructura de la primera edición de The Hole. Básicamente, la escenografía es de ese espectáculo e incorpora a los personajes más emblemáticos de las otras dos ediciones, pero tiene de especial que está un poco más subido de tono. Esa X tiene mucho significado y en el agujero te lo explicamos.

Me jode un montón que te apartes de la música.

No se deja del todo. De hecho estoy componiendo música con Martin Youth, el productor de PInk Floyd, The Verbe, The Killing Joke o Paul McCartney. Nos une una amistad muy buena. Lo mismo producimos un tema y no volvemos a por otro hasta seis meses después. Cuando se trabaja con un productor está todo muy cerrado y muy organizado. No es nuestro caso. Tenemos una vida muy hippy los dos. Ahora nos vemos, ahora no. El tiene el estudio en Albuñuela, un pueblo de Granada, la Casa-estudio que es maravillosa, en la cima de una montaña, donde suele traerse a las bandas de Londres. Aquello es como mi casa. Así que voy, luego vuelvo, pero ahora no tengo demasiada inspiración ni tiempo porque estoy escribiendo otros espectáculos y es lo que más me llama ahora. Y a la música volveré, pero cuándo, todavía no lo sé.

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