Año 2022. Todo San Mateo había sido conquistado por un modelo hostelero y de conciertos de pago. Todo, no. Un grupo de asociaciones resisten con sus casetas, ahora y siempre al modelo del bipartito (PP y Cs). Lo han hecho desde la plaza de la catedral, con oferta de música local, en las llamadas “folixas silenciosas”, donde se reparten auriculares inalámbricos gratuitos a los clientes. En su programación también ha habido un micro abierto de poesía, charlas, noche de comedia y tours guiados.
Una experiencia completamente diferente a la oferta privada y básicamente de carácter hostelero que ha tenido el que comúnmente tildan los ovetenses como “el peor San Mateo de la historia”. Esta impresión la comparte Álvaro Villegas, miembro de la Plataforma Fiestes Populares, uno de los portavoces del oasis cultural generado en la plaza de la catedral.






“Es el segundo año que estamos aquí. Decidimos participar de este modelo, a pesar de estar en contra de el. Resistimos desde dentro”, subraya. Con colaboración de una decena de asociaciones, Villegas y sus compañeros han conseguido sacar adelante una amplia programación que pretende mantener la esencia de la celebración: “Buscamos que el centro del festejo no sea solo el consumo de bebida y comida”, destacan.





Sus iniciativas han tenido acogida entre un público muy amplio, que también ha mostrado su rechazo al actual modelo de festejos: “La frase recurrente es que este ha sido el peor San Mateo de la historia. No lo dicen solo aquellos a los que no les gusta el alcalde, sino proveedores, hosteleros y vecinos. Se vio en la manifestación. Hacía mucho que en Oviedo no se veía una concentración tan multitudinaria”, apostilla el portavoz de Fiestes Populares.
Frente a esto, las declaraciones del alcalde, Alfredo Canteli, asegurando que todo va bien. “No nos queda otra que seguir denunciando su gestión, pero viendo sus palabras, no va a haber una respuesta positiva”, concluyen. En Fiestes Populares volverán a plantar la bandera de la resistencia el próximo San Mateo, y confían en que en algún momento se recuperará el espíritu diverso, participativo y popular de las fiestas ovetenses.