Después de Vortex, su quinto álbum, Toundra lleva girando todo el 2022 con Hex, su último trabajo, rock instrumental con una vocación conceptual que convierte a esta banda fundada en 2007 en una anomalía musical dentro de la industria en España que no deja de girar por Europa. Se podría decir que son una banda de autor, con temas muy meditados sin que pierdan sentido de la organicidad. Al final, son músicos, pero con un bagaje diferencial: lo mismo componen un trabajo con El niño de Elche que resitúan la obra maestra de Robert Wiene, El gabinete del Dr. Caligari, en nuevas coordenadas sonoras dotando al film de una nuevo sentido de la contemporaneidad. Hablamos con Esteban Girón, antes de que celebren su próximo concierto en la sala Albéniz el próximo viernes.
Por qué habéis titulado este disco Hex y de qué manera Odio I, II y III componen un retablo o una crónica sonora.
Lo primero de todo es agradecerte este tiempo y esta entrevista. En cuanto a “Hex”, lo titulamos así porque es el sexto capítulo de nuestra discografía. A pesar de que es nuestra octava referencia, es nuestro sexto 100% Toundra. Odio surge como una manera de salirnos de lo que ya habíamos hecho antes. Es la respuesta a una necesidad interior. La respuesta a una búsqueda no sólo de hacer algo que no has hecho antes, sino de una vez por todas expresarnos sin ningún complejo.
Tengo la impresión de que Odio I, II y III se acopla perfectamente a la actualidad política que venimos arrastrando desde la pandemia y alcanza su apoteosis con la guerra entre Rusia y Ucrania.
La canción y el disco se compusieron y grabaron antes de que la guerra fuese declarada, aunque el conflicto armado lleve años arrasando vidas y futuros. No creo que haya un antes y un después en la política más mediática con la pandemia como punto de inflexión. La crispación, la violencia, la falta de pausa, de formación… el descaro con el que el ignorante avaro acumula poder y riqueza frente a una sociedad atomizada, que no adormecida, a la que le ha dejado de interesar luchar por el bien común como producto de un desengaño constante… todo esto es pre pandémico. Lo que pasa es que tras la pandemia estamos más indefensos y estamos aún más agilipollados. En El Odio quise hablar entre otras cosas de todo esto.

De la misma manera, vuestra música se vuelca más hacia una visión del arte performativo, transformador, antes que meramente contemplativo o hedonista.
No tengo nada en contra del hedonismo ni de una posición contemplativa frente al entretenimiento. Puedes disfrutar de una película de Marvel perfectamente y no se es menos X o Y por ello. Estoy harto de cierta superioridad moral que se huele en ciertos ambientes. No obstante Toundra es la respuesta a mucha reflexión por parte de los cuatro. Y con nuestra obra nos gusta hacer pensar o al menos eso intentamos.
Hasta qué punto el cine del expresionismo alemán, después de haber traducido a una nueva música El gabinete del Doctor Caligari, ha marcado Hex en la composición. Lo digo porque en la tercera parte de Odio, se encuentran detalles sin mencionar que el odio y, por extensión, El Mal, es algo muy presente en ese film.
Cuando terminamos de grabar “Hex” nos dimos cuenta de lo importante que va a ser a partir de ahora Robert Wiene para nosotros. Como personas y como creadores. Mi padre siempre me ha aconsejado acudir a los clásicos a la hora de inspirarme. El gabinete del… es todo un clásico universal del cine ya que es una obra totalmente actual 102 Años después de su gestación.
La portada del disco está firmada por Manu Brabo, premio Pulitzer. Para esta ocasión, la imagen reporta una fábrica, en este caso la Central Térmica de Aboño, embebida de en una atmósfera distópica, densa, enfermiza, fabril. A la hora de componer un disco, ¿cómo articuláis el concepto que queréis mostrar y cómo ha sido en esta ocasión?
Tengo la suerte de que Brabo es uno de mis más íntimos amigos. Jamás le podré agradecer todo lo que hace por nosotros. En este caso juntamos el que queríamos una imagen que aglutinara la alienación del ser humano… hoy en día va mucho más allá de lo meramente industrial… hace casi siglo y medio de la muerte de Marx… pero creo que un conjunto industrial como ese servía de símbolo… . si a eso le añades una denuncia ecologista y que a mí personalmente siempre me llamo la atención la brutalidad estética de esa central en relación con su entorno… pones a Manu a trabajar y tienes eso.
Para hablar del odio hay que haber odiado, haberlo, al menos, observado, ya no digo padecido. Cómo abordáis el odio, ¿desde una perspectiva personal o desde una perspectiva literaria o filosófica?
Sufre más quien odia que nadie más… pero en el vivir cabe el odiar y hay que reflexionar sobre ello. Intentamos no abordar nuestras experiencias personales en Toundra sino proyectarlas desde el concepto genérico de las mismas. No somos filósofos ni literatos así que lo hacemos a guitarrazos.

Si Ruina puede interpretarse como una consecuencia de Odio, La larga marcha apunta hacia un sentido de la rebelión?
En alusión a la novela de Stephen King… otra denuncia a una sociedad déspota que en los 70 parecía distócica y de la que no estamos muy alejados hoy en día…
Hex es vuestro sexto álbum. Con qué perspectiva analizáis el devenir vuestra obra, como una evolución o, como sugiere el título, la sexta faceta de un polígono o un poliedro conectado a los cinco discos anteriores..
Nuestra carrera discográfica tiene dos direcciones. La dirección de los discos numerados: los discos 100% TOUNDRA en el que componemos nuestra carrera e intentamos dejar nuestra propia firma. Por otro lado tenemos el disco “para quienes aún viven” junto a Niño de Elche y la banda sonora del Dr. Caligari. Son dos carreras lineales y paralelas pero que no podemos evitar que se relacionen entre ellas. Es bonito. Siempre hay que ser el punk para los heavys y el heavy para los punks. El madrileño para los asturianos y el asturiano para los madrileños. Solo hay que asentarse donde uno sabe que tiene que hacerlo para ser feliz y sentirse realizado… no dónde te digan que tienes que hacerlo.
Tanto en Odio III como en Watt se incorporan unos arabescos al saxo que añaden cierta atmósfera telúrica, casi diabólica (me ha recordado al uso que hacía Bowie del saxo, una intencionalidad quizá similar. Pienso en Black Star o 1.Outside, también en torno al mal, el odio, los planes que fracasan, la locura y la muerte) . No sé hasta qué punto en Hex, el diablo está en los detalles
Boland siempre ha estado de nuestro lado. Desde nuestro segundo disco hemos querido experimentar con otros sonidos y otras influencias más allá de la música anglosajona y occidental. Hay que escuchar la música como se estudia la historia: analizando el contexto y las influencias de todo. Al menos es lo que a mí me interesa. Me puedo poner un buen disco de punk rock y saltar como un loco… pero como miembro de Toundra esa es la visión que tengo de lo que queremos hacer.
¿Es Fin el fin de Toundra?
Si te digo que sí quizás comenzamos a vender más discos así que te voy a dejar esa puerta abierta