Nadie podía imaginar hace cuatro años, en la noche electoral de las elecciones sindicales de 2018, que las 43 personas elegidas para formar parte de la Junta de Personal Docente no Universitario (el mayor comité de empresa de Asturias, con 12000 trabajadoras y trabajadores) iban a tener que afrontar una legislatura tan convulsa como esta. Fueron tiempos de cambio en el Gobierno central, de una tímida recuperación económica truncada por una pandemia que tan solo unas semanas antes del confinamiento nos parecía algo lejano propio de la ciencia-ficción.
Y en estas llegó un confinamiento para el que la escuela no estaba preparada. El trabajo sindical en tiempos de pandemia fue intenso para conseguir una presencialidad segura, para tratar de que se desplegasen medidas que evitaran que el alumnado de entornos desfavorecidos se quedase atrás y, también, para garantizar los derechos laborales del profesorado.
De las palabras a los hechos
En ese contexto el Sindicato de Enseñanza de CCOO Asturias desarrolló una intensa labor que trascendió lo relacionado con la propia pandemia. En estos cuatro años, hemos sido el único sindicato que pasó de las palabras a los hechos: solo CCOO convocó movilizaciones por la reducción horaria para los mayores de 55 años, por las 23 horas lectivas en el cuerpo de maestros, por la presencialidad, por un nuevo acuerdo de interinidades o por la equiparación salarial.
También hemos sido el único sindicato que ha convocado concentraciones en los centros educativos para apoyar a los trabajadores en lucha de otros sectores: ALCOA, Vesuvius, Danone…
Democratizar la información
Frente a la tendencia sindical corporativa que únicamente da servicio a su afiliación, el Sindicato de Enseñanza de CCOO Asturias ha desarrollado una intensa labor de difusión masiva de materiales informativos sobre distintos temas que han permitido a miles de personas informarse y tener una orientación básica sobre temas trascendentes como la estabilización u otros.
CCOO, a pesar de contar con listas de distribución en los que informa puntualmente al 100% de su afiliación, ha democratizado el asesoramiento sindical, con miles de consultas atendidas en los últimos años en foros y redes sociales y en los propios centros de trabajo. Lo llamamos sindicalismo de proximidad.
Hacer clase
Para nuestra organización no hay conflicto pequeño. Si tu lucha es justa, es nuestra lucha. No somos un sindicato corporativo, somos una organización de clase que agrupa a todas las personas que trabajan en la enseñanza y no sólo al personal docente. Porque autodenominarse de clase, pero solo agrupar a quien da clase es como gritar un susurro…sencillamente no se puede.
Decenas de asambleas dieron lugar a un bello proceso de empoderamiento y organización de las muyeres del transporte escolar. Recorrimos Asturies de punta a punta, en horario de mañana, de tarde y, cuando fue necesario, de noche. Y hemos puesto en jaque a todas las concesionarias del servicio de acompañamiento del transporte escolar. 400 mujeres que en su aislamiento individual cada vez aceptaban peores condiciones de trabajo: “es lo que hay”, decían sus empleadores. Pero la organización y el desarrollo del sentimiento de pertenencia al colectivo ha trascendido el individualismo y hoy, las muyeres del transporte, son un ejemplo de lucha y organización.
También podríamos hablar de otros colectivos: los jóvenes precarios del sector del ocio y las academias, las monitoras de los comedores o los investigadores precarios de la Universidad. CCOO está en todos los frentes de la enseñanza luchando por la mejora de las condiciones de trabajo de todas y todos los que forman parte de la escuela.
Organización frente a las políticas neoliberales
Rechazamos en el Consejo Escolar asturiano los nuevos decretos de currículo por su sesgada visión neoliberal de la educación. La escuela que se vislumbra en la próxima década parece que se aleja de una concepción académica ilustrada. Ya no tiene por finalidad formar a la ciudadanía crítica del mañana, sino la preparación de operarios solventes para las empresas, de ahí la continua repetición de mantras como el del emprendimiento. La escuela ahora, dice el nuevo currículo, tiene que ayudar al alumnado a “aceptar la incertidumbre como una oportunidad para articular respuestas más creativas aprendiendo a manejar la ansiedad que pueda llevar aparejada”, que despojado del lenguaje perifrástico de la reforma quiere decir que ya no se trata de transformar lo injusto, sino de que la ciudadanía del mañana aprenda a resignarse.
Concebimos la educación desde una perspectiva crítica, orientada a la compensación de las desigualdades y a la transformación social, que permita acceder al conocimiento y a la cultura a todo el alumnado, plural en lo metodológico y respetuosa con la libertad de cátedra.
La coherencia es dar forma a las palabras
Queda mucho por hacer en la enseñanza asturiana: desterrar el modelo salarial neoliberal de la evaluación docente, que individualiza la relación laboral entre administración y docente; desburocratizar la docencia; avanzar hacia la equiparación salarial; recuperar un sistema de formación permanente 100% público que responda a los problemas reales que existen en los centros; poner coto a las medias jornadas y la precariedad laboral; conseguir, por fin, la creación de la especialidad de llingua asturiana, etc.
CCOO seguirá luchando por mejorar las condiciones laborales de todo el profesorado y del conjunto de trabajadoras y trabajadores del sistema educativo y también lo haremos para garantizar que los hijos e hijas de la clase trabajadora estudien en las mejores condiciones posibles en una escuela pública, laica e inclusiva.