Menos de dos meses después de su dimisión como presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, ha sido destituida este viernes de la portavocía del grupo parlamentario en la Cámara autonómica después de que seis de los diez parlamentarios que lo integran firmaran un documento en el que proponían su relevo por la diputada Beatriz Polledo. El flamante candidato Diego Canga fue el encargado de anunciarlo en una rueda de prensa sin preguntas, y en la que se limitó a leer un comunicado.
Tras dimitir como presidenta al constatar que Génova la descartaba para encabezar de nuevo la candidatura autonómica, Mallada dijo que su renuncia obedecía a una solución “pactada” con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, del que aseguró que respaldaba su continuidad como portavoz parlamentaria y que la incorporaría a la dirección nacional en un cargo “acorde” a su formación.
Ya con el secretario general del PP de Asturias, Álvaro Queipo, como máximo dirigente orgánico del partido, la dirección nacional anunció el pasado 28 de noviembre que el hasta ahora alto funcionario de la Comisión Europea Diego Canga encabezaría su candidatura en Asturias en los comicios de mayo.

Queipo había convocado para este viernes, coincidiendo con el pleno de la Junta General del Principado el que ha aprobado los presupuestos para 2023, una reunión del grupo parlamentario en la que seis de los diez diputados -todos excepto la propia Mallada, Pablo Álvarez-Pire, Reyes Huré y Javier Brea- respaldaron el nombramiento de Polledo como portavoz.
Tras el relevo llegó el anuncio, eso sí, perfumado con palabras de agradecimiento. En su comunicado, Canga expresó su agradecimiento a Mallada “por su entrega y compromiso como portavoz parlamentaria y como miembro destacado del PP” así como el de un partido “que siempre ha sido y es el suyo”.
Según Canga, la actual situación política en Asturias responde al inicio “de un nuevo ciclo” y, por tanto, “es importante valorar la movilidad interna también dentro del grupo parlamentario” y otorgarle el valor que aporta al proyecto del PP “porque ello supone una motivación personal y emocional que redunda en el beneficio de la convivencia y del ejercicio parlamentario”