Ante la sede de la Presidencia del Principado de Asturias, centenares de personas se manifestaron y corearon lemas como “La Vega no se vende, se defiende”, “Abajo el protocolo, que va a caer, que va a caer”, “Canteli, Barbón, esti pelotazo ye especulación”. En un ambiente muy reivindicativo se reclamó, una vez más, que se paralice el proyecto de demolición de parte de la antigua fábrica de armas de La Vega, en Oviedo.
“Es la tercera gran movilización- comenta Lucas Cepeda, vecino de Oviedo-, hicimos la primera espontánea en verano, otra en noviembre y ahora esta porque queremos presionar al Principado, que parece que actúa de extranjis; que sepa del descontento de la ciudadanía y que buscamos proteger un patrimonio industrial del siglo XIX como quedan muy pocos en España, así que afecta, por tanto, no solo a Asturias. Es factible reconvertirlo en un motor económico, pero no con el concepto arcaico de economía que ellos manejan, asentado en la construcción, cuando hay decenas de casas deshabitadas”.

En un sentido similar se expresa otro residente de la capital, Ezequiel Echaniz: “Igual que se salva el prerrománico asturiano, se puede intervenir en este equipamiento, que es la fábrica más importante que ha tenido Oviedo y es necesario preservarla dándole un uso cultural, lo que vendría muy bien para suplir todas las carencias que en esa área tiene el municipio”.

Sobre posibles alternativas, Almudena Pando, de la Asociación de Vecinos Nuevo Ventanielles, considera que “el proyecto del Bulevar ya planteaba soluciones y meter una autopista que cruce la zona es una barbaridad. Esto supone un expolio a la ciudad de Oviedo, el conjunto de La Vega ha de mantenerse íntegro, debe ser un gran pulmón verde para el distrito”.

Flor Tejo, portavoz de la Plataforma Salvemos La Vega, incide además en la obligación de realizar catas arqueológicas en un terreno en el que tal vez se pudieran hallar restos del palacio construido en época de Alfonso II. Desde la misma agrupación, Víctor Triviño, Javier Ordaz y Adriana de los Santos Zapico leyeron un comunicado en el que se denunciaba que en el verano de 2021 se había firmado un protocolo entre el Ayuntamiento de Oviedo, el Ministerio de Defensa y el Principado de Asturias para recalificar los terrenos de La Vega y especular urbanísticamente, incluida la construcción de un parking subterráneo de 400 plazas -con la contaminación ambiental, acústica y lumínica que conlleva-. Igualmente, criticaron la falta de transparencia durante todo el proceso y demandaron que se cuente con la ciudadanía.
Asimismo, representantes de partidos políticos mostraron su apoyo a la movilización, entre otros, con la presencia de Alejandro Suárez, de IU; de Rubén Rosón o Ana Taboada, de Somos Oviedo, la cual declaraba para NORTES que “Barbón, Canteli y Robles tienen que escuchar a la ciudad, reunirse con la Plataforma. Este es un espacio para generar empleos, con un plan global, no para crear pisos de lujo, hoteles, apartamentos. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que La Vega tenga un futuro por y para lo público”. Para Rafael Palacios, diputado de Podemos, “concentrándonos aquí, intentamos que Adrián Barbón, el presidente, escuche lo que está diciendo, yo creo, que una mayoría clarísima de la ciudadanía: no queremos que se especule con terrenos, queremos que se cuiden, que se protejan, que estos son bien de interés cultural y que reviertan a la ciudadanía; ese es el objetivo de esta manifestación y no queremos que vuelvan a hacer otra vez negocios los de siempre con lo que ye de todo el mundo”. Belén Suárez Prieto, candidata de Podemos a la Alcaldía de Oviedo, comentaba para NORTES que “estamos aquí para tratar de parar el convenio, cuya firma se anuncia próxima. A pesar de que gracias a la movilización popular, se corrigió parte de lo que apuntaba el protocolo, como la construcción de la torre y el derribo de los chales, no admitimos, sin embargo, que siga manteniéndose que la autovía atraviese el conjunto. Creemos que hay otras formas de liberar el tráfico de Santullano y tampoco estamos de acuerdo con que siga existiendo una gran presión de viviendas. Además, creemos que el convenio hay que firmarlo después de las elecciones”.
Por Foro, el diputado Adrián Pumares valoraba que “estamos ante una operación que es estrictamente especulativa, no estamos ante una operación que beneficie a Oviedo ni a Asturias, sino que beneficia únicamente a las arcas, en este caso del Ministerio de Defensa. Lo que se quiere hacer en La Vega es una auténtica barbaridad. Y lo vuelvo a decir una vez más: a partir de mayo, vamos a impedir que el proyecto para La Vega siga, que el acuerdo no beneficia más que a Margarita Robles, Alfredo Canteli y Adrián Barbón, pero desde luego no beneficia a la sociedad ovetense y por ello seguiremos dando la batalla en las instituciones como hemos hecho hasta ahora”. Carlos Suárez, presidente de Foro Asturias, también señalaba que “a mí me preocupa mucho, que estamos hablando de un precio de 50 millones de euros que va a la Tesorería del Ayuntamiento de Oviedo y eso va en contra de realizar políticas sociales, de realizar proyectos urbanos. Es un suelo que catastralmente es industrial, nunca va a ser 100% urbano por más que queramos. Nosotros podríamos incluso admitir algún terreno en la zona norte, pero jamás va a ser 100% urbano. Con lo cual estamos pagando a 50 millones de euros algo que ya dijo el anterior gobierno que estaba en 13 o 15 millones de euros, ese es el precio real. ¿De dónde sale esta descompensación?, ¿por qué tenemos al Ministerio de Defensa haciendo esa especulación con nosotros? Yo creo que la ciudad de Oviedo se merece más y mi preocupación eterna porque el futuro de Oviedo pasa fundamentalmente por una Vega en un conjunto único y en un proyecto que está totalmente definido y que hay que trabajar sobre él”.
En definitiva, una jornada intensa con numerosas muestras de respaldo. Incluso, se decía en tono lúdico por los corrillos de la manifestación que “Dios está con nosotros”, pues en un momento en que el chaparrón dio tregua, se interpretaba que funcionaban las dos docenas de huevos llevadas a las monjas del Convento de San Pelayo para pedir que no lloviera. Parece que todo suma en una lucha por el patrimonio ovetense que promete continuar.