Galería: Así fue la acción de Rebelión o Extinción en el Museo de Bellas Artes de Asturias

El grupo ecologista denunció la pasividad de los gobiernos frente al cambio climático con una acto de desobediencia civil.

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Rebelión o Extinción, la versión española del movimiento internacional Extinction Rebellion llevó este domingo su protesta al Museo de Bellas Artes. El grupo ecologista quiso llamar la atención sobre la pasividad de los gobiernos ante el cambio climático con una acción que generó desconcierto entre el personal del museo y los viandantes que paseaban por el Oviedo Antiguo.

En torno a las 12h del mediodía dos jóvenes salían corriendo de la pinacoteca con un cuadro en brazos. Tras de ellas el personal de seguridad del museo. Al llegar al exterior las dos activistas pisotearon el cuadro rompiendo su cristal y manchándolo con una tinta roja. El personal de seguridad, alarmado creyendo que se trataba de una obra sacada del museo llamaron a la policía nacional, que se presentó en el Bellas Artes para identificar a las activistas que gritaban consignas como “No habrá arte en un planeta muerto” y “No nos mires únete”.

Foto: Alisa Guerrero
Foto: Alisa Guerrero
Foto: Alisa Guerrero
Foto: Alisa Guerrero
Foto: Alisa Guerrero

Aunque pronto se descubrió que todo había sido en realidad un simulacro y que la obra de arte era en realidad una copia introducida por las activistas en el Bellas Artes para hacer creer al personal del museo que había sido robada, una viandante, indignada por lo que pensaba que era la destrucción de un Sorolla, comenzó a gritar “Así no” a las activistas. Otros paseantes tomaban fotos, se paraban a mirar o preguntaban a otros qué era lo que ocurría.

Una vez superado el desconcierto y la confusión inicial, personal del museo y agentes de la policía nacional pudieron comprobar que lo que se había destrozado no se trataba de ninguna obra de arte sino de una copia de mala calidad de “El Verano” del pintor valenciano.

Foto: Alisa Guerrero

Los activistas, que han sido identificados por la Policía Nacional, así como el documentalista que cubría la acción, han querido con esta acción unirse a la corriente internacional que ha escogido los museos de arte como caja de resonancia de la llamada de alerta contra el cambio climático y sus efectos sobre el medio ambiente, la economía y la salud de la población mundial. Reclaman a los gobiernos que hagan caso a la comunidad científica y tomen medidas drásticas y urgentes para reducir el consumo de energía y materiales.

Foto: Alisa Guerrero

“El último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU) establece que el mantenimiento del actual modelo socioeconómico nos va a conducir irremediablemente al incumplimiento de los Acuerdos de París” han señalado en un comunicado a los medios. La acción de este domingo ha sido un simulación en la que ninguna obra de arte ha resultado dañada, pero han querido recordar con ella que “el cambio climático no es un simulacro” y que el tiempo para actuar y frenarlo se está acabando. Los jóvenes por el clima no quieren pagar los platos rotos por la irresponsabilidad de sus mayores.

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