¿De qué clase social se sienten los asturianos?

El sentimiento de pertenencia a la clase media retrocede sin que esto suponga una mayor identificación como clase trabajadora.

Recomendados

Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Acaba de ser el 1 de Mayo. El Día de la Clase Trabajadora, festejado con manifestaciones sindicales en Oviedo/Uviéu y Xixón, interpela a un grupo social de fronteras dudosas, móviles, y cuyo sentimiento de pertenencia se explica tanto por factores objetivos, como subjetivos: de tipo social, político y cultural.

Atendiendo a la respuesta espontánea a la pregunta ¿A qué clase social diría Ud. que pertenece? sólo un 12,1 % de los asturianos se consideraría de clase obrera o trabajadora. Son datos del Centro de Investigaciones Sociológicas de diciembre de 2022. A pesar de ello, Asturies es una de las comunidades en las que más ciudadanos y ciudadanas se sienten miembros de la clase obrera – la media nacional es del 10% – y menos personas se autoidentifican como miembros de las clases medias-medias. Un 38% frente a la media nacional: 47,7%.

“Asturies es una de las comunidades en las que más ciudadanos y ciudadanas se sienten miembros de la clase obrera”

Un 14% de los encuestados asturianos se define como integrante de las clases bajas, algo que podría ser equivalente a clase trabajadora, pero sin el componente político y de orgullo que se supone a ese otro sentimiento de pertenencia. A nivel nacional un 12% de los españoles se ubicarían en las clases bajas.

En cuanto a otra categoría social, las clases medias bajas, en este segmento se ubicarían un 13% de los asturianos. Un porcentaje que coincide con la media nacional.

Manifestación de CSI, CGT, CNT y SUATEA. Foto: Luis Sevilla.

En comunidades como Madrid el porcentaje de quienes se sienten de clase media es del 50%. Los niveles de renta no lo explican todo. Comunidades con menos renta como Extremadura tienen un porcentaje de autoubicación en las clases medias del 42% y en la clase trabajadora del 8%, y sin embargo Navarra, una de las comunidades con mayor riqueza y nivel de vida tiene una de las autoidentificaciones más altas en la clase obrera: el 14%.

Una última observación. Contrariamente a la percepción sobre un avance imparable del imaginario de las clases medias-medias entre la población, esta categoría retrocede como consecuencia de los efectos de la onda larga derivada de la crisis y los recortes de 2008. En la población asturiana esto se ve muy claro. Si según datos los del CIS de 2015 un 61% de los encuestados se autoubicaban en esta clase social, ocho años más tarde sólo un 38% percibe así su situación personal. Son cifras que no están en disonancia con lo que parece una crisis de las clases medias en España y en general en los países del capitalismo avanzado. Si en 2020, según el CIS, un 50% de los españoles se autopercibían como miembros de las clases medias medias, hoy este grupo ha descendido al 47,7%. ¿Cuestión coyuntural o estructural? Este “descenso” por cierto no va a parar a la clase trabajadora, sino a dos etiquetas con menores connotaciones políticas: la clase media-baja y la clase baja. ¿Qué efectos sociopolíticos puede tener esta percepción de empobrecimiento? ¿Puede ser la antesala de una politización del malestar en un sentido progresista, en defensa de los servicios públicos y los derechos laborales, o por el contrario combustible para unos partidos de derechas y ultraderecha que exploten la frustración por la bajada de escalafón social de unas clases medias empobrecidas? Las próximas elecciones girarán en gran medida sobre esta pregunta.

Actualidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

https://www.nortes.me/wp-content/uploads/2023/03/300x486.gif