“Queremos gobernar”

Ovidio Zapico, coordinador de IU y candidato por Convocatoria por Asturias, analiza la legislatura y expresa su voluntad de ser una fuerza de gobierno presidida bajo el principio de corresponsabilidad.

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Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.

“Qué grado de pluralidad de izquierda tendrá ese nuevo gobierno”, esa es la reflexión principal que domina el horizonte de Convocatoria por Asturias y de su candidato a la Presidencia del Gobierno, Ovidio Zapico. Sobre esta premisa, la de que, efectivamente, habrá un gobierno de izquierdas, diverso y de coalición planea la organización que podría reedita los que ya se vivieron con Vicente Álvarez Areces en su segundo mandato. Consejerías con presupuesto, consejerías transformadoras de la economía, consejerías productivas. Ovidio Zapico ha venido fraguando esta alianza que incluye a Más Asturias y otras fuerzas políticas a la izquierda del PSOE, correlato de la alianza que Yolanda Díaz ha consolidado para ser candidata a la presidencia del gobierno de España en las elecciones que tendrán lugar en diciembre o enero del próximo año. “El núcleo dirigente de IU de Asturias se lo venía planteando desde enero de 2022. Cómo generar una propuesta que abriese la organización a la pluralidad política social y sindical de nuestra comunidad autónoma”, afirma en la la entrevista que forma parte de la cadena de conversaciones que venimos manteniendo desde NORTES con los candidatos y dirigentes que se someterán al escrutinio de los ciudadanos el próximo 28 de mayo. Convocatoria por Asturias nace de su particular proceso de escucha, de apertura, sentando a colectivos, a expresiones políticas diferentes “que siendo distintos no eran distantes”. Es prácticamente seguro que Convocatoria será fuerza de gobierno.

Me gustaría hacer un balance de lo que ha significado este gobierno y esta legislatura que, probablemente, condicionará lo que haga Convocatoria por Asturias decida para los próximos años si desea aspirar a ser fuerza de gobierno tras el 28 de mayo.

Sí, deseamos ser fuerza de gobierno. Convocatoria por Asturias nace con dos características principales. Primero tiene vocación de permanencia en el tiempo. Como bien dijiste, estamos seguros de que podemos ser el mejor cimiento para Sumar después de las elecciones de mayo. La segunda característica es que queremos gobernar; estamos dispuestos a dialogar, a aceptar alguna renuncia y también a saber que tendremos que gestionar alguna contradicción pero también sabemos que todo eso puede redundar en un gobierno plural y compartido que transforme Asturias. Esta legislatura no hemos tenido esa época de cambio que se nos había prometido en julio de 2019. Se nos vendió que íbamos a vivir una época de cambio y por esa razón participamos en la investidura del presidente. Estaba esa promesa, ese acuerdo en la mesa. La realidad nos ha llevado a otra cosa: durante esos cuatro años, pandemia aparte, no hemos logrado cambiar de época, no hemos transformado Asturias, han quedado muchísimas cosas pendientes y no podemos permitirnos perder cuatro años más sin esas transformaciones.

Ovidio Zapico, coordianador de IU de Asturias y candidato de Convocatoria por Asturias a la Presidencia del Principado.

¿Qué hitos han definido esta legislatura en la que habéis aprobado presupuestos pero, como afirmas, no se han correspondido con el cumplimiento de los objetivos prioritarios y estructurales de IU en Asturias?

La pandemia supone un punto de inflexión. La pandemia, el epicentro de la pandemia, duró pocos meses. Cuando comenzamos a recuperar la normalidad, con un 25% de la legislatura consumida, encontramos un viraje sustancial en la política del gobierno que busca, desde ese momento, y me refiero a sectores muy concretos del PSOE, ya digo, busca a partir de ese momento, acuerdos con Ciudadanos que ya era un partido, a finales del 2020, con una tendencia orientada y generalizada en el conjunto del estado hacia la desaparición. Pero Ciudadanos no dejaba de ser un partido en almoneda que generaba una mayoría junto a la FSA lesiva para los intereses de la mayoría social de Asturias y que se manifestó, fundamentalmente, con dos leyes, la ley del procedimiento abreviado administrativo y la ley de calidad. La primera tiene que ver con la llegada de los Fondos Europeos de Recuperación e introduce, a nuestro juicio, de una forma innecesaria y contraproducente, a las Cámaras de Comercio en la participación de esos fondos, cuando ese dinero debería estar bajo control público. La segunda, la Ley de Calidad Ambiental, es una ley que desequilibra el control de las empresas, que trae litigiosidad y que nosotros derogaremos cuando lleguemos al gobierno.

¿Y como?

Tenemos que buscar equilibrios y negociar con esos empresarios que lograron hacer lobby para que se aprobara esa ley. Buscaremos aprobar otra ley con un mayor control democrático de las empresas que se instalen en Asturias.

Anticipas de algún modo la pregunta que te iba a formular ahora. Convocatoria por Asturias expresa una voluntad inequívoca de ser y estar en un gobierno, pero no arrastrando estas dos leyes que han coronado la legislatura. Parece un obstáculo muy difícil y podría poner en tela de juicio el proyecto de Convocatoria si después continuaran.

Efectivamente. ¿Por qué queremos gobernar? Porque no nos gusta lo que ha pasado en esta legislatura. En primera lugar no se ha producido esta época de cambio y hay muchas cuestiones que no compartimos. Queremos ser participes de un gobierno que tiene que ser de izquierdas. Y lo será. Lo palpamos en la calle y en cualquier lugar. La derecha no va a sumar. Diego Canga no tiene los números suficientes ni en las encuestas ni en los resultados del próximo 28 de mayo. Ni sólo ni tampoco con la extrema derecha, con VOX. Habrá, por lo tanto, un gobierno de izquierdas y lo que está en juego ahora mismo es su pluralidad. Nos jugamos hasta dónde Convocatoria por Asturias podrá sumar izquierda a ese gobierno para introducir las correcciones que entendemos necesarias.

Agentes como CCOO forman parte de la estructura que ha alimentado Sumar a nivel nacional junto a IU. Podría parecer irresponsable estar en Madrid defendiendo Sumar y quedar huérfanos de ese proyecto en Asturias que, por tradición, siempre ha sumado a fuerzas políticas desde los orígenes de sus orígenes, hace 37 años.

Los sindicatos tienen que ser fundamentales en cualquier proceso sociopolítico que acontezca en nuestro país y, por tanto, también en Asturias. Creo que ahí, las CCOO dentro de los límites lógicos de cierta imparcialidad que debe manifestar, está siendo clara y contundente. Escuchábamos hace dos días, en el 1 de mayo, al Secretario general, Zapico, que hay que votar a aquellas organizaciones en las que CCOO vea sus propuestas reflejadas. Tanto Convocatoria como IU han tenido unas relaciones estrechas e históricas con el sindicato. Es evidentemente, un agente político en el que las aspiraciones de los trabajadores y del sindicato están perfectamente reflejadas. Había que hacer un esfuerzo desde Asturias. Cuando llegamos a la dirección, 15 días antes de la declaración del estado de alarma, e ultimo sábado de febrero de 2020, yo tenía un objetivo doble: lograr la pacificación de IU de Asturias, necesaria después de muchos años de división, fruto de la madurez generalizada del conjunto de los dirigentes de IU, de las personas que forman tanto la coordinadora como la colegiada, fruto de la mayoría muy amplia de su militancia. Teníamos un segundo objetivo: recuperar la presencia histórica de la Federación Asturiana de IU en las grandes decisiones que se toman a nivel federal. IU de Asturias en procesos federales. Fuimos poco a poco implementando y teniendo de nuevo un papel importante en la perspectiva federal, reforzado con esta idea que es Convocatoria por Asturias que refuerza el papel a nivel federal en la construcción de Sumar. Tenemos una ventaja que se manifiesta de tres maneras. Desde su implantación territorial, hay muy pocos concejos de Asturias a los que lleguemos y no haya nadie de IU esperándonos. Tenemos en consonancia con este hecho, una fuerte presencia en los ayuntamientos asturianos. Somos la segunda fuerza municipal de Asturias y aspiramos a seguir siéndolo. Sigue habiendo presencia en el parlamento autonómico. Estos son los cimientos de lo que será Sumar en Asturias, después del 28 de mayo.

Víctor Guillot y Ovidio Zapico, coordinador de IU y candidato de Convocatoria por Asturias a la Presidencia del Principado de Asturias.

IU puede abordar estos procesos porque acumula una experiencia única heredada del PCE y el PCE, del MCA del que se acaba de publicar una gran historia ,de su tradición ecologista y por los derechos civiles y políticos de las minorías. Solo desde esas vigas maestras forjadas en IU hace 37 años permiten ver en el horizonte un futuro por su implantación territorial. Otras fuerzas políticas no van a estar en CpA: Podemos. Me gustaría que analizaras esas sencillas vertientes. Relación con Podemos, como ha evolucionado y limando muchísimas asperezas, pero insuficientes cuando concluye la legislatura si nPo demos en CpA.

En el inicio de la pregunta, se dice una verdad categórica: se fueron limando las asperezas en el transcurso de los años, pero de la legislatura 2015-2019 estuvimos prácticamente en en constante enfrentamiento. Actitudes y enfrentamientos generaron rechazo en la militancia y la base social de IU que se sintió agredida. Con el paso de los años, después de 2019, se empezó a equilibrar la relación entre las dos formaciones. Podemos entendió que IU no era un elemento a superar. Tuvieron que replantearse su idea inicial y tuvieron que relacionarse con nosotros como dos fuerzas iguales. Recuerdo la primera reunión oficial en la que establecí con claridad el marco de entendimiento. Aquí no hay naves nodrizas ni organización que lleve a otra de una forma desacompasada porque era injusto e innecesario. En la segunda etapa de la pandemia, cuando regresamos al parlamento, iniciamos un diálogo de una manera natural que nos llevó a multitud de posiciones en común. Hablo en términos de legislatura, inmediatamente después de la pandemia. Y a partir de ahí se suceden comparecencias e iniciativas conjuntas, un trabajo común que da buen resultado, que normaliza la relación, que permite socializar nuestras propias relaciones en sede parlamentaria y hablar con naturalidad sin sentirse agredidos o amenazados.

¿Por qué no culmina en una candidatura conjunta que hubiese aglutinado a toda la izquierda?

Yo comparto la afirmación de Enric Juliana: conviene respetar a Podemos. Pero la respuesta a esa pregunta no esta en IU sino en la situación convulsa que Podemos lleva padeciendo prácticamente desde los últimos 18 meses. Eso dificultad materializar, definir, concretar una propuesta común. Entiendo y respeto sus dificultades. Nunca quiso opinar más allá de que los conflictos nunca son buenos y generan una nebulosa que impide la definición de lo que podría haber sido una candidatura única. Esto no nos debe alarmarnos porque después del 28 de mayo, seguro que nos seguiremos encontrando en la calle, en las instituciones, y seguiremos teniendo muchos puntos en común que tendremos que seguir defendiendo. Tendremos un horizonte aglutinador y común que tiene que ser el marco referencial, ideológico y cultural que cristalice en Sumar en Asturias.

Me gustaría que analizaras tus conclusiones de la convocatoria que tuvo lugar el 2 de abril en Magariños, donde tuvo lugar la presentación de la candidatura de Yolanda Díaz a la Presidencia del Gobierno de España.

Salí satisfecho de allí aquel día. Vi una propuesta nítida de izquierdas adaptada al lenguaje de los tiempos y la liturgia de hoy, vi que volvíamos a tener ilusión, planteamientos atractivos para una parte muy importante de la izquierda alternativa al PSOE. Tenemos una cultura política, en Asturias primero, que acepta el diálogo, la renuncia, las contradicciones, en aras a alcanzar gobiernos que posibiliten el avance para la mayoría social, la clase trabajadora y la protección de los mas vulnerables. Hay un punto de inflexión, Víctor, muy interesante en España. Sí, nosotros veníamos de esa experiencia de gobierno del PSOE en lo que lleva las primeras décadas de siglo y no había sucedido esto en España en toda la democracia. Es enero de 2020 cuando se logra un acuerdo que permite el primer gobierno de coalición, plural, compartido, en España. Ese momento es muy importante, no digo ya para el PSOE, pero desde luego sí para lo que hay a la izquierda del PSOE porque genera un animo colectivo de madurez en torno a la importancia y las exigencias de gobernar. Había una frase muy manida hasta entonces: sois las muleta del PSOE. (Silencio). No la he vuelto a oír desde enero de 2020. Llevamos, afortunadamente, mas de 3 años sin escuchar esa frase. Con el gobierno de España hemos logrado grandísimos avances y medidas de protección social en momentos muy difíciles, sobre todo en la pandemia. Han sido los Ertes, la revalorización de las pensiones, la subida del SMI, la reforma laboral, cantidad de cuestiones que nos sitúan en vanguardia que nos han permitido proteger a los mas vulnerables y a la clase trabajadora. Pero todas estas medidas también vienen cargadas de renuncias, seguramente de medidas llenas de contradicciones en muchos aspectos. Pero el sentir mayoritario en el seno de la izquierda es que compensa hacer esos esfuerzos, es la forma de avanzar y proteger al débil frente al vulnerable. Qué difícil sería todo si Unidas Podemos no estuviera gobernando junto al PSOE. Seguramente que todas esas medidas tan favorables habrían sido otras, seguro que la salida de la crisis de la pandemia o de la guerra habría sido muy distinta a esta y muy parecida a la salida neoliberal de la crisis financiera de 2008.

Ovidio Zapico, coordinador de IU de Asturias y candidato por Convocatorio por Asturias a la Presidencia del Principado.

La incorporación de Unidas Podemos al gobierno permite a las fuerzas de la izquierda acceder a la centralidad institucional. Es la primera vez que se gobierna para el conjunto de los españoles y se rompe el cliché en virtud del cual la izquierda no sabe gobernar. Pero sucede algo muy curioso: también arrastra al PSOE a la izquierda. Era inimaginable que Escrivá, ministro Seguridad Social, propusiera y lograra una reforma de las pensiones tan dinámica y sólida como la aprobada. Cuando trasladamos ese modelo a Asturias, a nosotros no nos pilla de nuevas. Creo que ya atesoramos desde el gobierno de Vicente Álvarez Areces esa experiencia.

Nuestro paso por el gobierno nos permite decir que se siguen manteniendo políticas en Asturias de entonces que necesitan una nueva definición porque se han quedado desgastadas. El PSOE ha hecho muy poco en materia de vivienda después de que nosotros, en 2011, abandonásemos esa dirección de vivienda encabezada por Manolo Orvíz. El último paso en vivienda social tiene más de 12 años. Fruto de nuestra presencia en el gobierno, están ahí las medidas aprobadas contra la pobreza severa y el salario social, complementado después con el Ingreso Mínimo Vital. Hay más cuestiones en aquellos ámbitos en los que hemos podido gobernar directamente que permanecen. Fruto de acuerdos, a lo largo de esos años, tomamos medidas que excedían las consejerías que gobernábamos. Quiero decir que se consiguió crear un servicio sanitario fuerte hasta antes de la pandemia y que ahora necesita una gran pacto en torno a la atención primaria. Precisamente buscamos cuatro acuerdos presupuestarios con el PSOE para garantizar en la medida de lo posible el buen funcionamiento de los servicios públicos, también para que no hubiese regresión fiscal. Sabíamos que Ciudadanos cambiaría la política fiscal y por eso la presencia de IU fue determinante para evitar las derivas fiscales de Adrián Barbón. Hubo un momento en el que los barones del PSOE entraron al juego de la carrera de las rebajas fiscales y Barbón sintió la tentación de sumarse a esa carrera. Finalmente, no fue así porque IU estuvo ahí para oponerse y de esa posición no nos movimos. No podía haber una regresión fiscal en Asturias y no la hubo. Además de servir para avanzar hacia un modelo más equitativo y justo del reparto de la riqueza, acordar presupuestos tiene que servir también para sufragar los servicios públicos que necesitamos y esos servicios exigen impuestos progresivos, necesitan que paguen más quienes más tienen. La reforma del estatuto escondía un caramelo envenenado, la oficialidad a cambio de una reforma fiscal. Todos esos elementos se bloquearon en los acuerdos y sin ellos se habría consolidado una rebaja fiscal y hoy tendríamos menos recursos para menos políticas públicas dedicadas, en definitiva, a preservar atención primaria, la salud mental, para proteger el corazón social de Asturias.

¿Ese corazón blindado en los diferentes acuerdos presupuestarios se ejecutan correctamente?

Yo digo que no, debido a la burocracia social. Ahora que hemos declarado la “guerra a la burocracia”, hay que reconocer que los recursos no se ejecutan. Pero el dinero está consignado, solo necesitamos ejecutar esas políticas.

¿Crees que a partir de la reforma del estatuto y el fracaso de la negociación, de escasa institucionalidad, dejaron sin agenda política al gobierno y que se desconectara de la agenda política y social del gobierno español?

Comparto contigo las dos cuestiones que planteas. La reforma del estatuto y la desconexión. Al gobierno le faltó voluntad y ánimo de liderar la reforma estatutaria. Era la FSA quien tenía que haber puesto toda la carne en el asador. No en vano era el gobierno y no en vano tenía 20 de los 27 diputados que hacían falta para que fuera aprobada en el Parlamento. Tuvo toda la responsabilidad y toda la legitimidad para liderar sin ambigüedades aquel proceso. Pero prefirieron que otras fuerzas políticas fueran haciendo propuestas que se antojaron incompatibles con la de0fensa de un estatuto de autonomía que, edemas de defender la oficialidad no puede olvidarse de aspectos esenciales como el bienestar de las personas. Pusieron riesgo el corazón social de Asturias con una fiscalidad regresiva y no quisieron atajar la deriva. Tuvo que ser IU la que dijera “hasta aquí hemos llegado”. No podemos seguir hablando de fiscalidad a cambio de un derecho como la oficialidad. Y esa fue la posición de los dos secretarios de UGT y CCOO, defendida respectivamente por Lanero y Zapico. En esta segunda parte de la legislatura, después de la pandemia y debido a ese acuerdo, hay una desviación de las políticas de Adrián Barbón hacia posiciones mas liberales reforzadas por una alianza entre empresarios, un sector del gobierno y un sector del PSOE, alianza que se plasma en esas dos leyes. La realidad fue esa, que un sector del empresariado logro conquistar esferas importantes del gobierno de Asturias, impidiendo que se pareciera al Gobierno de Pedro Sánchez.

Víctor Guillot y Ovidio Zapico. Foto: David Aguilar Sánchez

En esa deriva hacia políticas más regresivas, la posición de Melania Álvarez, consejera de Servicios Sociales es especialmente llamativa, llegando a estigmatizar a los receptores del salario mínimo social.

En dos ocasiones saltaron las alarmas en materia de derechos sociales por esas afirmaciones que fueron aplaudidas por Vox. Con una consejera así, aplaudida por la extrema derecha asturiana, algo estaba fallando. Se generó un debate que tiene muy poco que dar a los colectivos vulnerables cuando el salario busca la igualdad y el progreso de esos colectivos. Se creó un debate, ya digo, que genera un caldo de cultivo muy propicio para la extrema derecha. Era la segunda ocasión en el que la consejera se empeñaba en meternos en el. Era la segunda vez que veíamos que había barra libre para los empresarios con la ley de calidad y en cambio, a los colectivos vulnerables no solo se les ponía la lupa sino el dedo acusador y el estigma encima. Eso es intolerable y es algo que combatiremos siempre porque nos creemos las políticas sociales y el salario social.

En la lista de consejeros, Enrique Fernández, a la cabeza de industria, recibió una reprobación.

Fue el único consejero reprobado en esta legislatura, caracterizada por una ausencia total de políticas de industria. Hay un hecho político que no es metafórico y que demuestra que esto ha sido así: el fracaso de la alianza por la industria que lograba acumular tras de sí un caudal importante de fuerza cultural, social, sindical y política, se dilapida sin un sólo movimiento, reunión ni acercamiento al gobierno de la nación sobre los planteamientos que motivaron esa alianza. Asturias vive problemas serios con su demografía. Perder un millón de habitantes no es algo que no tenga trascendencia. La tiene y es de orden cultural, social, económica y política. No porque ser uno menos o una más vayamos a desaparecer. En Navarra son menos habitantes y tiene una economía y una demografía sana. En cambio, la nuestra presenta síntomas claros de agotamiento. La reversión de la caída demográfica tiene que ser sustentada en una política industrial, empresarial y de empleo. Tenemos que reactivar el pulso si queremos asentar bases solidas para que Asturias recupere su fuerza demográfica y lo hay que hacer sin perder tiempo con un horizonte muy claro: una industria que sea más limpia, mas sostenible, que genere empleo de calidad, que cumpla medioambientalmente y se compadezca en el gran conocimiento de nuestra trayectoria. Es posible combinar nuestro corazón industrial con el natural y durante esta legislatura no se hizo nada al respecto. Recientemente hemos conocido la recuperación de las instalaciones de Vesubius para la instalación de una empresa dedicada a las nuevas energías renovables. El gobierno acudió presto a la foto pero CCOO afirma y yo les creo que el gobierno no tuvo ningún papel en la llegada de esta inversión.

Ovidio Zapico. Foto: David Aguilar Sánchez

La emergencia climática está en la agenda de todos los gobiernos.

En ningún momento cuestionamos los acuerdos de París y los objetivos de descarbonización. Porque es verdad que existe una crisis climática y nos estamos jugando el planeta, porque vivimos incendios como nunca los habíamos vivido, episodios anómalos de calor y temperaturas que no son acordes con la época. Todo eso lo hay que planificar desde lo publico. Actualmente hay un boom eólico en el occidente de Asturias y se está trasladando al espacio marítimo del Cantábrico. En este proceso hemos insistido en que había que pausar, activar una moratoria para definir el marco energético, dónde, cuándo y cómo planificarlas y desarrollarlas. Con el POEM, a la hora de extender las nuevas fuentes energéticas, no podemos poner en riesgo una actividad tradicional y sostenible como la pesca que nos da algo mu importante: soberanía alimentaria. Debemos mirar muy mucho dónde situarlas para no dañar a los caladeros. Necesitamos definir qué capacidad de carga, qué necesitamos y cómo avanzamos generando la incidencia mínima a la agricultura, la ganadería, el turismo, el patrimonio natural y cultural sin incomodar a poblaciones cercanas.

Ovidio Zapico. Foto: David Aguilar Sánchez

Para ir terminando, me gustaría saber si el gobierno de Convocatoria por Asturias se definirá bajo el principio de corresponsabilidad o si, por el contrario, compartimentarán sus carteras.

Yo creo que es una pregunta muy interesante y permite explicar el futuro gobierno plural y compartido que sume a la izquierda en sus seno. Ponemos encima de la mesa un eje programático que se puede identificar con esa vocación de revertir la situación demográfica apoyada en la industria, el empleo, la defensa de los servicios púbicos, la atención primaria, aspectos sociales y culturales. Todo eso nos llevara a conformar un gobierno y a asumir determinadas parcelas. Hasta ahora no hemos estado en parcelas productivas del gobierno. Tenemos la madurez suficiente para detentarlas.

Entrevista completa a Ovidio Zapico.

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