Del glosario de palabras de moda sobre todo lo relacionado con el medio ambiente destaca una que usamos hasta el desgaste: sostenibilidad. Es una bonita palabra, con connotaciones que nos reconfortan, aunque deberíamos ser más exigentes en el uso que hacemos de ella, comenzando por nosotros mismos, pero por supuesto con un mayor nivel de exigencia hacia las instituciones que tienen en sus manos la responsabilidad de gobernar y administrar lo común. Y nada hay más común que el medio ambiente.
Siero es un territorio en el que la actividad humana tiene una importante huella ecológica. Su ubicación en el centro geográfico de Asturies, a caballo entre los grandes núcleos de Uviéu, Xixón, Avilés y la cuenca del Nalón, propiciaron un crecimiento que ha sido especialmente llamativo en las últimas décadas; alberga un enorme parque industrial y empresarial y los principales ejes de comunicación regionales atraviesan el concejo. Todos estos indicadores propician que el concejo resulte atractivo como asentamiento residencial y también empresarial. Pero de nada sirve acomodarse en la autocomplacencia si no asumimos retos de mejora de la calidad ambiental. Porque también existen indicadores que nos dicen que el concejo tiene graves deficiencias en lo ambiental: alta contaminación atmosférica, acústica y lumínica, suelos degradados, importantes carencias en movilidad con parámetros ecológicos y un muy deficiente manejo del escaso territorio natural que aún se conserva.
De las palabras a los hechos hay un enorme trecho, por eso comenzaba escribiendo de la palabra sostenibilidad. Para hacer un Siero sostenible no basta con colgar la palabra de cualquier comparecencia pública, de cualquier actuación o del logotipo municipal.
El programa que Podemos Siero presenta para estas elecciones contiene muchas de las ideas en las que un equipo de personas hemos estado trabajando durante años. Resultaría presuntuoso decir que con este programa solucionaríamos todos los problemas ambientales del concejo de un solo plumazo -entre otras cosas porque nos enfrentamos en algunos casos a problemáticas globales en las que el margen de actuación desde lo local es escaso-, pero sí creemos que es una propuesta honesta y ejecutable.
Es prioritario y urgente abordar la creación de anillos verdes en torno a los núcleos urbanos del concejo, particularmente en el caso de Llugones, localidad acuciada por una red de infraestructuras y zonas industriales que obligan a actuar con rapidez antes de que las últimas zonas verdes naturales que aún perviven sean definitivamente absorbidas o degradadas. Los anillos o cinturones verdes son una corriente novedosa de enorme interés que ha tenido exponentes en Vitoria-Gasteiz o en la renaturalización del Manzanares durante el gobierno de Manuela Carmena, por citar dos ejemplos conocidos.

La lucha contra la contaminación es una obligación urgente, también de política sanitaria. Los índices de contaminación sitúan a Asturies entre las regiones más contaminadas por CO2 y partículas a nivel europeo, y en ese marco Siero está en el ojo de ese huracán. A la creación de anillos verdes y potenciación del arbolado maduro como elementos para paliar el impacto de determinados agentes contaminantes, debe sumarse un análisis riguroso de las fuentes emisoras de contaminación para abordar soluciones en las que la industria tiene que aportar su dosis de responsabilidad social.
La conservación de la diversidad biológica, y su recuperación, debe ser otra de las prioridades. Existe la idea equivocada de que la diversidad biológica está en los parques naturales, en montañas y costas. Lo cierto es que la fauna y la flora de las áreas urbanas y periurbanas -áreas que ocupan una parte importante del concejo- no por menos llamativa es menos importante. Deben llevarse a cabo acciones que mejoren la capacidad de acogida de aves, quirópteros o invertebrados; debemos repensar la política de parques y jardines y aprender a convivir con plantas ferales: para la diversidad biológica aporta mucho más una planta local, quizás poco llamativa, que un tulipán.
Una política de aguas eficaz que vele por un recurso tan escaso debe ser igualmente objetivo prioritario. Asturies parece lejos de los problemas de escasez que empiezan a ser gravísimos en muchas zonas peninsulares, pero debemos ser previsores y mantener políticas de vigilancia activa de aprovechamientos responsables y depuración de aguas, comenzando por una apuesta por la recuperación ambiental de los ríos que atraviesan el concejo, con el Nora a la cabeza, y de los numerosos pequeños humedales que se encuentran en un estado de franca regresión y deterioro.
“El concejo de Siero reúne una serie de condiciones óptimas para el aprovechamiento de la energía solar con las nuevas tecnologías existentes”
Pero más allá de elementos de marcado carácter medioambiental como los referidos, el programa de Podemos Siero introduce novedades en otros bloques pensando en el entorno.
Es el caso del bloque de movilidad, que contempla la mejora y el fomento del transporte público, el impulso a una red de caminos que incluya, al menos, centros escolares, centros deportivos y paradas y estaciones de transporte, y el refuerzo de los aparcamientos periurbanos que permitan desplazamientos a pie o en bicicleta en los movimientos de escaso recorrido.
En un momento de emergencia climática como el que vivimos, resulta obligado fijar la atención en la producción de energía a partir de las fuentes renovables. El concejo de Siero reúne una serie de condiciones óptimas para el aprovechamiento de la energía solar con las nuevas tecnologías existentes. Cubiertas de edificios -por supuesto dando ejemplo con los públicos-, de equipamientos deportivos, la enorme superficie industrial del concejo, e incluso áreas degradadas del entorno urbano, son susceptibles de acoger instalaciones fotovoltaicas, basándonos en una política de autoconsumo con remanentes a venta a red. Esto no solo generará un beneficio directo en ahorros a muy corto plazo, también paliará el problema que supone la instalación de grandes complejos en áreas de alto interés ambiental o agrícola.

Todas estas acciones deben acompañarse de una necesaria labor pedagógica en la que la población se sienta partícipe mediante campañas informativas, voluntariados ambientales y acciones de carácter ambiental que se impregnen en cada acción pública, desde las fiestas populares hasta el modo en que los representantes públicos ejercen su labor.
A grandes rasgos hemos repasado algunas de las líneas de nuestra propuesta en materia de medio ambiente. Debe haber más, que se desarrollarán con nuestra participación en el gobierno de Siero, y que se irán incorporando en un escenario cambiante como este en que vivimos. Un escenario en el que tenemos la obligación de reconciliarnos con la naturaleza.