Las guerras adrianas (2): Llamedo, Lastra y el arte del Wu Wei

La secretaria de organización de la FSA puede sustituir a Cofiño en el gobierno de Barbón

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Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.

Estabilizar la FSA hacia afuera y hacia adentro. En política, el arte de la quietud es importante. Veremos como se practica antes y después del 23 de julio. El primer paso hacia la quietud se dio ayer con la salida del gobierno, salida honrosa, del diputado más longevo de la cámara parlamentaria asturiana, Juan Cofiño, que pasará a presidir la Junta en cuanto se vote la composición de la mesa. Habrá que estar atento a ese momento y estudiar con detenimiento el reglamento, porque de quienes se propongan y ocupen finalmente la mesa se desprenderá el talante negociador de la FSA con IU. Todos los gestos apuntan hacia esa dirección.

La salida de Cofiño, como ya hemos dicho en NORTES, facilita el escenario para la negociación con la coalición dirigida por Ovidio Zapico. IU ya adelantó el voto a favor de la investidura de Adrián Barbón, sin condiciones. Un gesto más de buena voluntad. El planteamiento de Zapico es sencillo: un ejecutivo de izquierdas y una gobernabilidad desde la izquierda y con la izquierda. El objetivo no es otro que transformar el ordenamiento jurídico asturiano, desbrozar la burocracia que pesa sobre el funcionamiento de los servicios sociales, impulsar la industria desde una consejería muy pegada a los sindicatos y restar influencia a los lobbies empresariales. La coalición ha extendido una alfombra acolchada a la FSA que permite pisar a todos los negociadores con garantías y confianza.

Lastra y Barbón, protagonistas de Las guerras adrianas. Foto de David Aguilar Sánchez

Y la siguiente pregunta es fácil de formular. ¿Quién ocupará la vacante que deja Juan Cofiño? ¿Quién será la persona destinada a ejercer la vicepresidencia del Gobierno del Principado de Asturias? En el entorno del gobierno y de la FSA ya han escrito un nombre: Gimena Llamedo, su actual secretaria de organización. Recordemos que el arte del Wu Wei es el arte del no moverse y que el objetivo de Adrián Barbón y Adriana Lastra es estabilizar el partido hacia fuera y estabilizarlo hacia adentro. ¿Estabilizarlo para qué? Son las guerras adriana y el rumor de los tambores que anuncian a Marte suenan desde Madrid, aunque ahora tan sólo sean un leve murmullo de oficinas. Se entiende que todos estén ahora concentrados en movilizar el voto sin polarizarlo, como afirmaba hace unos días el brillante periodista Pedro Vallín, pero en la FSA conviene dejarlo todo atado y bien atado antes de que comience a correr la sangre tras el 23 de julio.

Efectivamente, Gimena Llamedo puede ser la persona que ocupe la vicepresidencia o también, otra consejería. Lo importante, sobre todo, no es lo que pasa en el gobierno, sino lo que sucede dentro de la FSA. Lo importante no es quien sustituya a Cofiño, sino que Adriana Lastra ejerza mando en plaza como Lady Macbeth, o sea, como secretaria plenipotenciaria en el partido, con la confianza y la lealtad de todos, sin riesgos a que dentro de la organización se abra alguna fisura.

Enrique Fernández, consejero de industria y futuro senador por desingación. Foto de David Sánchez Aguilar.

El nombramiento de Gimena Llamedo como consejera traería consigo su dimisión como vicesecretaria del partido. Ella misma impuso la condición de abandonar la ejecutiva de la FSA a Enrique Fernández y Alejandro Calvo cuando ocuparon las consejerías de Industria y de Ordenación del Territorio, respectivamente. Con el mismo criterio, Llamedo estaría obligada a dejar su cargo en cuanto prometiera el de vicepresidenta o el de consejera.

El arte del Wu Wei consiste en no realizar acción alguna y que el orden natural prevalezca. Tras el 23 de julio, se imponen dos escenarios. En el primero, Pedro Sánchez gana las elecciones. Si hay un gobierno estable con IU, bunkerizada en la dirección de la FSA, Adriana Lastra pondrá en práctica el arte del Wu Wei, el arte del no movimiento para preservar la vida y mimetizarse con el orden natural de las cosas. Si, por el contrario, Pedro Sánchez pierde las elecciones, es posible que Adriana Lastra intente desarrollar alguna estrategia para tomar posiciones en Ferraz. Como el maestro Lao Tze, puede sentarse a la puerta de casa para contemplar como pasa el cadáver de su enemigo o alumbrar la marcha a Ferraz. Santos Cerdán es muy consciente de ello.

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