Tras un cuarto de siglo de actividad, L’Arcu La Vieya se enfrentó a comienzos de este verano a una crisis de madurez. O se puede ver de otra manera, como señala entre risas María Rikonen: “Como buen proyecto anticapitalista, siempre está en crisis económica”. Pero en este caso se trataba de una crisis que hacía de esta tienda de comercio y centro social un “proyecto inviable”. Tocaba sentarse a pensar para inventarle una nueva vida a este espacio en pleno casco antiguo de Oviedo, y el AntiSanMateo inaugurado este viernes es un primer intento de “reperfilar el proyecto. Porque todavía no vamos a darnos por vencidas”.


En estos veinticinco años que lleva en activo L’Arcu los productos ecológicos han pasado de ser algo casi exótico a encontrarse en todos los supermercados. Pero no es lo mismo comprar productos ecológicos en El Corte Inglés que en el local de la calle Postigo: “Aquí seguimos apostando por lo que yo llamo la economía radical”, cuenta Rikonen, “las productoras de verduras que vendemos no es que sean solo ecológicas, es que las conocemos, son pequeñas productoras que apuestan por un modelo de campo que nos parece interesante. Intentamos que todo sea lo más consciente y comprometido para ti: no se trata solo de que sea bueno para ti”.

Ese mismo espíritu es del que quieren dotar a su particular San Mateo, ahora que el nuevo modelo de San Mateo ha acabado con el Pinón Folixa, el chiringuito con el que colaboraba L’Arcu. “Ahora que se arranció tanto San Mateo”, lamenta María, “pensamos en hacer algo distinto, en colaborar con las fiestas de la ciudad desde nuestra perspectiva”.

El programa arrancó este viernes con un pregón a cargo de JuanPasTrol y la presentación de las exposiciones “Paraísos encontrados”, del fotógrafo de NORTES David Aguilar Sánchez; y de “Poesía expandida y la casa que habita”, obra de Cris. El acto terminó con un cenador de productos agroecológicos.

“Como Arcu es un proyecto muy abierto y pluralista, las jornadas son cosas que la gente propuso porque tenía ganas de hacer. Hay un poco de todo: charlas de activismo climático, una chirigota muy grosera, talleres, teatro, ajedrez…”. Las jornadas se prolongarán hasta el próximo sábado 23 y el acceso a todas las actividades es gratuito.
Con este peculiar San Mateo, L’Arcu afronta un nuevo curso con la esperanza de encontrar “una nueva clientela”.