En mayo de este año, la tienda ovetense L’ Arcu la Vieya lanzó un S.O.S. a la ciudadanía. Estaba en serias dificultades económicas. O cambiaban las cosas o habría que cerrar.
La cuestión era más profunda que un mero problema de viabilidad económica. ¿Tiene sentido una tienda ecológica hoy en Oviedo, si hasta El Corte Inglés vende productos ecológicos? La respuesta fue: Sí, rotundamente. Porque el arcu es más que una tienda de productos ecológicos. El arcu es un proyecto autogestionado de consumo responsable, una tienda de comercio justo, un ejercicio de economía radical. El arcu no es bueno sólo para nuestro cuerpo, que consume mejores productos. El arcu es bueno, también, para Asturias, sobre todo para los pequeños productores y cooperativas, que venden sus productos directamente al arcu. Recuerdo a menudo esa frase de la película El Padrino: El secreto está en los intermediarios. Así piensa la mafia. Nosotros no pensamos así; para nosotros, el secreto está en reducir, todo lo posible, los intermediarios. Cuando hablamos de comercio de proximidad, no nos referimos solamente a productos locales, que también, sino a proximidad personal con los productores. Los conocemos y confiamos en ellos.
De modo que respondimos a la llamada, y el verano (¡verano en Oviedo!) ha sido testigo de cierto renacimiento de la tienda, la trastienda y el grupo humano del arcu (voluntarios, asamblea). Queda mucho por hacer. Tras el verano, llega el otoño, que en Oviedo se pronuncia San Mateo. Así, entre el 15 y el 24 de septiembre el arcu ofrecerá, además de sus productos habituales, diversas actividades: cenadores, música, cuentacuentos, charlas, talleres, teatro, monólogos, conciertos, mercadillos.
Pásate por el local (calle Postigo alto, 14) y te lo contamos mejor.