El consejero de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez, ha criticado este martes el “populismo fiscal” centrado en las rebajas de impuestos impulsado por parte de otros Gobiernos autonómicos que “tanto daño” hace a comunidades como Asturias. Así lo ha asegurado este martes durante una comparecencia en la Junta General, donde ha presentado ante el resto de grupos parlamentarios los principales objetivos de su departamento para este legislatura. Peláez ha subrayado que el Principado apuesta por la armonización fiscal, porque los tributos cedidos “no pueden ser un motivo para establecer diferencias territoriales y sociales entre los españoles”.
El consejero ha explicado que Asturias propondrá en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera la “íntegra reforma” de la normativa que regula los impuestos cedidos junto con el establecimiento de un “mínimo de tributación en todo el territorio” para que las comunidades puedan ejercer su “soberanía fiscal con total independencia“.
Peláez se ha referido a la política fiscal de Madrid o de Comunidad Valenciana, esta última con una “deuda de 70.000 millones” y que apuesta por la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones. “¿Cómo es posible? Eso no es responsabilidad fiscal. Eso se tiene que llamar de alguna forma populismo fiscal”, ha advertido el consejero tras defender la “vía asturiana” de las deducciones que se “implementarán con medidas adicionales” y “se depurarán las que no estén teniendo un impacto significativo”.
Tras resaltar que Asturias tiene las cuentas “saneadas” y su política fiscal no tiene un impacto negativo sobre la actividad empresarial, ha mostrado su rechazo a la propuesta de deflactación de IRPF planteada por el PP, porque supone “reducir la progresividad del impuesto y beneficiar a las rentas más altas”.
Peláez ha comentado que garantizar servicios públicos de calidad es un “compromiso presupuestario”, algo que es “incompatible” con reducir los impuestos “a los ricos”. “El modelo fiscal asturiano es progresivo. Quien más tiene más paga y no por una cuestión de venganza”, ha añadido durante su intervención.
El consejero ha expuesto que el Principado aboga, de cara a una reforma del sistema de financiación autonómica, por una negociación multilateral “que permita a todas las comunidades expresarse en un plano de igualdad” y por “la búsqueda de un amplio consenso” y por el establecimiento de un nuevo modelo centrado en el coste real de los servicios públicos transferidos, que tenga en cuenta aspectos como el envejecimiento de la población, la dispersión demográfica o la orografía.
“Rechazamos de plano limitar la igualdad entre españoles aplicando en exclusiva el principio de ordinalidad, que lo único que consigue es perpetuar las desigualdades territoriales y sociales”, ha subrayado antes de augurar que la negociación será “muy complicada” y el Gobierno asturiano se “dejará la piel”.
En su comparecencia, el consejero ha explicado que el Ejecutivo está realizando trabajos “meramente técnicos” para “analizar la viabilidad” y el impacto de una tasa turística, que “responde a criterios modernos de tributación”. “Estamos analizando cuestiones técnicas. No está muy claro que pueda tener encaje legal”, ha insistido. Asimismo, ha destacado los datos de ejecución presupuestaria y que el pago a proveedores “no goza de ningún retraso”.