“Me gusta que hagas voz de chica, pero no la hagas tonta”. Paco Bezerra da instrucciones a uno de los participantes en los ensayos de “Muero porque no muero”, la obra, o mejor dicho, lectura dramatizada, que este sábado podrá verse a las 20h en el Auditorio de Mieres.
La representación, que abre el ciclo Caja de Resistencia, nos invita a imaginarnos una Santa Teresa de Jesús que resucita en pleno siglo XXI, y que descubre con horror la manipulación que ha hecho de ella la derecha. Bezerra, entusiasta de la obra teresiana, explica que su texto reivindica a la santa de Ávila y que por eso quiere “rescatarla de la cárcel fascista en la que la han secuestrado”. “Escribió contra el matrimonio y sin embargo acabó convertida por el franquismo en matrona de la Sección Femenina” pone como ejemplo el autor almeriense, vetado en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, y al que la concejalía de Cultura de Mieres ha invitado a traer su revisión punk de una Teresa que se junta con putas y drogadictos en la España de 2023.


La representación mierense tiene la particularidad de que el texto será leído por 45 voluntarios y voluntarias, en lo que es un acto colectivo de protesta en defensa de la libertad creativa y de expresión frente a la nueva censura de los gobiernos de PP y Vox. “Son gente de Asturias, de Madrid, de Extremadura, del País Vasco… Vienen como voluntarias porque la idea de Caja de Resistencia era empezar de una manera muy participativa”, explica Rocío Antela, concejala de Cultura, que ha querido de esta manera resignificar un concepto, “caja de resistencia”, procedente de la cultura obrera y sindical. “Las cuencas están e transformación y es normal que las palabras también estén en transición” señala Antela, que aspira a que el ciclo Caja de Resistencia, en el que se programarán obras censuradas, se expanda por otros ayuntamientos, igual que las huelgona del 62, iniciada en Mieres, se expandió por toda España: “para la gente de Mieres es un orgullo enorme que aquí estemos acogiendo lo que en otras partes se censura”.



De censura sabe la extremeña Irene Hernández, cuya obra “El señor puta o la degeneración del ser” fue cancelada con el cambio político tras las pasadas elecciones: “me dijeron que no iban a programarla porque no era apta para el público infantil, pero yo nunca dije que fuera una obra para público infantil”. Cuando se enteró de la iniciativa de Caja de Resistencia quiso venir a Mieres a unirse a la lectura reivindicativa de Paco Bezerra.
Patricia Suárez, mierense, destaca la oportunidad que supone trabajar en su propia localidad con un Premio Nacional de Literatura Dramática, y además hacerlo con voluntarios y voluntarias venidas de toda España: “está siendo maravilloso escenificar la obra de Paco. Pensaba que iba a ser simplemente una lectura dramatizada, pero está habiendo mucho más trabajo físico del que esperaba”.
La actriz gijonesa Elena Silva, otra de las participantes, destaca de Bezerra que “sabe dirigir muy bien, con muchos matices y dándole mucho poder a la palabra”.
“El conocimiento es un arma de destrucción masiva y ese arma lo primero que hace es dinamitar la idea de poder” declama uno de los actores a los que Bezerra dirige. “Lo has hecho muy bien, pero dirígete al público”, le pide por favor al intérprete.

“Volvemos desde atrás, por favor”, señala a sus actores y actrices Bezerra, en el penúltimo ensayo de lo que está siendo un maratón y un reto para el dramaturgo y director, que nunca había trabajado con tantos voluntarios y voluntarias en lo que califica de “iniciativa popular”.
Última escena. La cosa acaba con música electrónica y ambiente de rave. Corten. Pausa para ir a comer. Este sábado a las 20h se levanta el telón.