Tránsfuga, tienes un e-mail

Sara Álvarez Rouco y Oliver Sánchez ya no se hablan: se comunican por e-mail.

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Víctor Guillot
Víctor Guillot
Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon.

Sara Álvarez Rouco y Oliver Suárez ya no se hablan. Se comunican por e-mail. Aun así, abortada la comunicación convencional, la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Gijón y diputada autonómica no ha pedido la salida de su número dos en la candidatura, aunque el presidente de Divertia se desmarcase el sábado pasado de las opiniones vertidas por su jefa de grupo, en torno al futuro del Festival Internacional de Cine de Gijón. “Nadie, excepto la dirección de Vox está capacitado para desautorizar las decisiones tomadas en el partido en el ámbito municipal”, afirmó Álvarez Rouco esta tarde durante una rueda de prensa en la que insistió nuevamente en su empeño por impedir “el retorno de las izquierdas ni de otras posiciones que la favorezcan” tras su salida del gobierno local. Por la mañana, la Alcaldesa, Carmen Moriyón, felicitaba a Oliver Suarez por su desautorización a Rouco. ¿Quién manda sobre el Presidente de Divertia? ¿Quién ordena sobre el concejal de Vox?

Es importante conocer cómo toma las decisiones Vox, un partido completamente centralizado que siempre impone su criterio desde Madrid. Las expulsiones de concejales, por lo tanto, no se abordan en Gijón. Se deciden en la capital del reino. Y en Madrid, los dirigentes de Vox aún están de resaca después de la respetable convocatoria que llenó las calles de Barcelona el domingo, junto a Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo. Tardarán en tomar esa decisión. Mientras tanto, en Gijón los concejales se preparan para el pleno del próximo miércoles en cuyo orden del día se ha registrado el cese de Sara Álvarez Rouco pero no se contempla la salida, al menos, por el momento, de Oliver Suárez de la presidencia de Divertia. El poder, de momento, está manos de Moriyón.

Oliver Suárez camina al borde del transfuguismo: sus pasos bordean la delgada línea del abismo

Oliver Suárez camina al borde del transfuguismo. Sus pasos bordean la delgada línea del abismo, ese precipicio peligroso que conlleva cambiar de partido o quedarse sólo. Su situación podría tener importantes y severas consecuencias de índole político y también personal. La primera es que Carmen Moriyón rompería el Pacto contra el transfuguismo aprobado por la Federación Española de Municipios y Provincias que Foro firmó en 2020, si se decidiera aceptar al concejal de Vox en su gobierno. La segunda es que el concejal podría perder su liberación. Tal y como indica uno de los acuerdos, “las personas tránsfugas no adscritas no podrán ejercer los derechos políticos atribuidos por la regulación aplicable a los grupos políticos en el desarrollo de las sesiones plenarias; no podrán mejorar su situación anterior al abandono del grupo político en origen en cuanto a su participación en las Comisiones; no podrán participar en la Junta de Portavoces; o en cuanto a las asignaciones, medios económicos y materiales que se conceden a los grupos políticos, en modo alguno son reconocibles en favor de la persona no adscrita”. En ese sentido, el precedente del concejal Asenjo, ex concejal del PP, abrió un sendero en el mandato anterior por el que podría también devenir el destino más próximo de Suárez.

El Secretario de la Agrupación Socialista de Gijón ha invocado esta tarde dicho pacto, que fue denunciado por el PP en el año 2021, cuando entonces era presidente Pablo Casado. La comisión de seguimiento del pacto antitransfuguismo, reunida el 27 de mayo, decretó que eran tránsfugas tanto el presidente de Murcia, Fernando López Miras, del PP, como los cuatro diputados de Ciudadanos que habían hecho fracasar en el último momento la moción de censura contra su Gobierno promovida por el PSOE y Cs. El Pacto Antitransfuguismo, ciertamente, ha quedado desvirtuado sin la presencia del principal partido de la oposición pero, de momento, vincula a Foro tanto como al resto de partidos firmantes. Monchu García, secretario de la Agrupación Socialista, tachaba ayer de “okupa” a la Alcaldesa y daba por sentado que Suarez sería un transfuga: “Pruebas pocas, pero dudas ninguna”.

La última actualización del Pacto Antitransfuguismo del 2020 considera tránsfuga “a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes”. Queda por dirimir la situación de Oliver Suárez en el Ayuntamiento. Si ha sido un traidor a sus siglas o si sólo se ha apartado de la línea marcada por su portavoz, Sara Álvarez Rouco. Y sobre todo, queda por dirimir el grado de injerencia de Foro en la vida política interna de Vox. Ver para creer. La Alcaldesa manda.

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