Las altas temperaturas y la sequía durante el pasado verano en Asturies han provocado una merma de alrededor del 40 por ciento en la cosecha de manzana para elaboración de sidra, según las estimaciones de productores y lagareros.
En los primeros días de la recogida, se ha evidenciado frutos de menor tamaño y una gran cantidad que quedaron inservibles por madurez temprana o putrefacción.
A pesar de que este es un año de vecería, en que los árboles frutales dan mayor producción cada dos ejercicios, se estima que la producción no alcance los valores registrados en 2021 y queden muy por debajo de las previsiones.
Desde junio pasado, se han registrado temperaturas superiores a los 30 grados, algo inusual para Asturies, con muy pocas precipitaciones, lo que “estresó” los árboles con mayor o menor efecto según algunas variedades que resistieron “mejor”.
Algunos lagareros están encontrando dificultades para abastecerse de manera suficiente para satisfacer la demanda de sus clientes y están intentando comprar fruta en comunidades autónomas vecinas o en países limítrofes.

La previsible caída de la producción afecta en mayor medida a la elaboración de sidra natural, estimada en más del 40 por ciento, mientras que en la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias caerá entre un 20 y un 30 por ciento.
“El cambio climático ha vuelto locos a los árboles y de mantenerse esta tendencia habrá que reformular los modelos de producción y pensar en introducir el riego”, ha explicado a EFE el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida, Víctor Ramos.
A pesar de que este año se recogerá alrededor de un 25 por ciento menos de Denominación de Origen Protegida que hace dos años, en la anterior vecería, que se alcanzaron los 8 millones de kilos para esa certificación, “habrá sidra suficiente” para 2024 y “los problemas pueden aparecer” en la cosecha siguiente, según ha explicado Ramos.
El presidente del Consejo Regulador ha insistido en que el abastecimiento a partir de junio, cuando comenzará a venderse la sidra que se elabora actualmente, “está garantizado” porque aún queda stock de la pasada campaña.
Ignacio Gómez, propietario de la finca Rancho Dosil, ubicada en el pueblo de Carbaínos, en el municipio de Gijón, dedicada a variedades certificadas DOP, ha estimado que en esta cosecha apenas llegará a recoger 50.000 kilos, cuando lo “normal” para un año de vecería duplica esa cantidad.
El lagar Herminio, de Colloto, ha comprado manzana para sidra natural no certificada a productores de Lugo y ha intentado adquirir en Francia, pero “el problema es que no hay en ningún lado”, ha afirmado su propietario Andrés Alonso.
Este elaborador confiaba en logar a los 600.000 litros, pero en las condiciones actuales cree que apenas llegará a los 450.000 litros y tendrá que dejar de suministrar las cantidades habituales que le son requeridas por sus clientes.