SCT Ibérica, la empresa fantasma que debe cuatro meses de sueldo a las limpiadoras de Correos

Las 64 trabajadoras que forman la plantilla de limpieza de Correos en Asturias llevan más de un mes en huelga: "No nos dieron ninguna explicación. Simplemente dejaron de pagar"

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Bernardo Álvarez
Bernardo Álvarez
Graduado en psicología y ahora periodista entre Asturias y Madrid. Ha publicado artículos en ABC, Atlántica XXII, FronteraD y El Ciervo.

Son ya cuatro meses sin cobrar, casi dos de huelga y “ya empieza a pesar la lucha. No porque nos falte el ánimo, pero empieza a pasar factura”, reconoce Elvy Noval García. Ella es una de las 64 personas que forman la plantilla del servicio de limpieza de Correos en Asturias, adjudicado a la empresa SCT ACVA S.L. No son las únicas en huelga y con salarios pendientes de cobrar, pues esta misma sociedad, que tiene adjudicado dicho servicio también en Galicia, País Vasco, Cantabria, La Rioja, Navarra, Comunidad de Madrid y Cataluña, debe dinero a algo más de 700 trabajadoras.

FOTO: David Aguilar Sánchez

“No sabemos nada de la empresa. Llevan meses desaparecidos”, denuncia Noval, “no se ponen en contacto. No hay comunicación y no nos dieron ninguna explicación. Simplemente, dejaron de pagar. Si llamas siempre hay gente nueva en la oficina, que te dicen que no saben y te dan largas”. La empresa, que tiene su sede en Elche, presume en su página web de haber recibido fondos Next Generation de la Unión Europea. Pese a ello, se queja la trabajadora, “empezaron con retrasos en mayo, y en junio ya no cobramos”.

SCT Ibérica es adjudicataria del servicio de limpieza de Correos desde el pasado mes de febrero. Correos saca a subasta este servicio cada dos años para que distintas empresas puedan pujar por la adjudicación: “El problema es que dan muy poco para limpieza, y luego no llega para pagar los sueldos”. El salario de estas trabajadoras va en función de sus jornadas, pero con frecuencia no alcanzan el salario mínimo.

FOTO: David Aguilar Sánchez

“Trabajamos tres meses sin recibir ni un duro”, asegura Lili López, otra trabajadora, “y el día 2 de octubre empezamos la huelga. Desde entonces seguimos sin cobrar y no sabemos nada. Exigimos que se nos pague lo que se nos debe y que nos coja una empresa con solvencia. Queremos volver a nuestros puestos de trabajo, pero queremos hacerlo cobrando”.

“No hay avances en la negociación, y nos están destrozando psicológicamente”, lamenta Noval, “estamos entrando en un bucle y es todo muy complicado. Correos tiene un hermetismo total: iban a sacar una nueva licitación, pero no sabemos nada. El problema es que hay una deuda acumulada, y cuanto más tiempo pasa, más aumenta”. En esas condiciones, explica López, “no hay ninguna empresa que nos quiera coger y hacerse cargo de la deuda. Va todo muy lento. Nos sentimos abandonadas y hay personas que lo están pasando muy mal, familias que están pidiendo ayudas para comer”. Aunque no cobran de la empresa, tampoco pueden darse de alta en el paro y percibir una prestación de desempleo.

FOTO: David Aguilar Sánchez

Ahora sus esperanzas están puestas en el proceso judicial abierto contra SCT. “Cada trabajador impuso una denuncia individual por impago”, explica Elvy Noval, “y los sindicatos la denunciaron por no tener plan de igualdad y por no haber presentado prevención de riesgos, que es algo que se exige en estos contratos públicos y ellos no lo presentaron. Correos les dio la adjudicaicón un poco a la desesperada, sin pedirle ninguna documentación”.

FOTO: David Aguilar Sánchez

Continúan también con la presión en la calle, y todos los lunes se concentran frente a las oficinas de Correos en Oviedo, Gijón u Avilés.

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