¿Quién planea quedarse con EHBI?

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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.

Dato importante. Reténganlo, porque les será útil para comprender esta historia, un tanto laberíntica, que les vamos a contar a continuación. EBHI es la última empresa de estiba con participación pública que existe en España. Fundada en los años 90 para encargarse del movimiento de los principales graneles sólidos del Musel, carbón y mineral de hierro, ha sobrevivido a las políticas privatizadoras desplegadas en los últimos años por la UE y el Gobierno en materia portuaria. A pesar de contar con una parte de accionariado privado, la mayoría de su capital sigue siendo público, de la Autoridad Portuaria de Xixón, dependiente por lo tanto del Gobierno autonómico, que nombra a sus altos cargos. En 2015 llegó a aprobarse su privatización. Por entonces los beneficios de la terminal eran de 3 millones de euros. Un bocado jugoso que al parecer no encontró comprador. Desde entonces la EBHI vive en un limbo. Los números de la empresa ya no son tan buenos como los de hace 5 años. La caída de la producción en Arcelor-Mittal y el final de las centrales térmicas juegan en su contra. Sin embargo la empresa sigue teniendo una posición estratégica en El Musel y unas instalaciones envidiables con los que ninguna otra empresa portuaria cuenta. Quedarse con la terminal sigue siendo atractivo, y si es a precio de saldo mucho mejor. Los trabajadores de EHBI denuncian que la empresa está siendo saboteada desde dentro por parte de la Autoridad Portuaria.

El pasado mes de abril el diario El Comercio informaba que las empresas privadas de estiba estarían comiéndole muy seriamente la tostada a EBHI, que ha visto perder en un 15% del movimiento de carbón que anteriormente se producía en su terminal. Para los trabajadores de la empresa participada por la Autoridad Portuaria, es el propio puerto el que está sistemáticamente dejando pasar las oportunidades de negocio, dejando que sean las empresas privadas radicadas en El Musel, como Marítima del Principado y Alvargonzález S.A, las que carguen y descarguen cada vez más carbón. No lo piensan solo ellos. Hablamos con un profesional del sector portuario. Una persona con una larga trayectoria a sus espaldas. No es ningún bolchevique, sino un gestor partidario de culminar la privatización de EHBI y acostumbrado, como gerente, a pelearse con los sindicatos de estibadores, de los que no tiene precisamente una buena opinión. Sin embargo, en esto coincide con la versión que dan los trabajadores: “si yo soy el director de la EBHI, con las instalaciones que tiene y con el volumen de negocio fijo que aún mantiene por Mittal y EDP, preparo una buena oferta, con precios competitivos, y salgo a buscar carga de trabajo”. Para este profesional no hay duda de que si EHBI está perdiendo clientes es porque hay instrucciones desde la Autoridad Portuaria para que no se busquen.

MNR llega pisando fuerte al Musel

Desde la empresa se habla de una pérdida del 30% de los tráficos de carbón siderúrgico y térmico, que vendrían motivados por el final de la energía térmica y la crisis de Arcelor-Mittal. Una pérdida de carga de trabajo que justificaría el ERTE aplicado a la plantilla. Sin embargo, el mineral de carbón no ha dejado de moverse en el puerto del Musel este año, pero de otra manera y con otros clientes. “El carbón térmico triplica sus movimientos fuera de la EBHI” titulaba el pasado mes de abril el diario El Comercio una información sobre la entrada con fuerza de MNR (Natural Mining Resources) en el puerto gijonés. NMR es una empresa nueva en Asturies, que viene operando en El Musel desde el año pasado. A finales de 2019 la Autoridad Portuaria de Xixón anunció la concesión de 10.000 metros cuadrados en el puerto para esta empresa que opera, según su web, en España, Ucrania, EEUU y Emiratos Árabes Unidos. Sus instalaciones en El Musel están dedicadas al almacenamiento de carbones y a mezclar y tamizar diferentes tipos de ellos. El carbón que se almacena y procesa en las instalaciones de MNR en el Musel procede de Colombia, Rusia y otros países, y se exporta principalmente a Marruecos, aunque también a otros destinos.

En solo un año MNR se ha convertido ya en una de las principales empresas que operan en el puerto de El Musel. Su demanda de estibadores es por lo tanto muy alta. Para un buen conocedor del mundo portuario consultado por Nortes MNR podría estar interesada en quedarse con la EBHI: “si tienen negocio para años en El Musel lo lógico sería aspirar a tener su propia empresa de estiba y no estar dependiendo siempre de las tarifas que les pongan otras empresas”.

“Mucho nos tememos que Laureano Lourido (presidente de la autoridad portuaria) se esté buscando un futuro como alto cargo de MNR” afirma Fernando González, uno de los estibadores de EBHI en huelga de hambre. Lourido es de profesión marino mercante, y durante casi tres décadas ha trabajado en empresas estibadoras. González denuncia que desde su llegada al Musel, se ha puesto una “alfombra roja” a MNR, mientras la empresa que depende directamente del puerto, es abandonada. “Llevamos años reclamando inversiones básicas en las instalaciones de EBHI como iluminación y asfaltado. Es peligroso trabajar aquí y lo tenemos denunciado a inspección de trabajo. Llegan ellos, se les concede todo y les ponen una iluminación con torres que parece aquello El Molinón” comenta González, que considera que la Autoridad Portuaria está descapitalizando deliberadamente a EBHI y provocando su ruina.

Vauste, la antigua Monroe, es ahora propiedad de DSA, del mismo grupo que MNR.

MNR es propiedad de DSA Group un grupo empresarial que recientemente ha adquirido la fábrica de Vauste en Xixón, la antigua amortiguadores Monroe, y cuyos responsables más conocidos son David Rodríguez y Antonio Boluda. Según fuentes sindicales Vauste sería una cuestión secundaria para el grupo, ya que su verdadero objetivo es el negocio carbonífero en El Musel. La privatización de una EBHI por un valor mucho más bajo que en 2015, sería un bocado muy apetitoso para los intereses del grupo en El Musel.

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