El hardcore obrero busca su resurrección

El recopilatorio Asturies Hardcore reúne a cinco bandas al margen del "mercantilismo" y el "postureo" que afectan al movimiento.

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David Artime
David Artime
Periodista y escritor. En 2009, ganó el premio de narrativa en lengua asturiana de la editorial Trabe con la novela "La Bufanda", en la que aborda el mundo de los ultras de fútbol.

“Esto nada tien que ver con el comercio musical, ni con la actitud de rock star, ni con toda esa puta mierda. Hay gente que lleva muchos años peleando por tener un escena verdaderamente underground”. Es lo primero que se escucha en el disco Asturies Hardcore Compilation. El que habla es Pirri, vocalista de Escuela de Odio, en una antigua entrevista a su grupo.

Algunos años después de estas declaraciones algo parecido debió pensar Miguel ‘El Lechuga’ mientras deambulaba entre la masa que abarrotaba el recinto del Resurrection Fest (en Viveiro, Galicia). Entradas a más de cien euros, cachis de cerveza a once, patrocinios de multinacionales, azafatas de Jägermeister, zona vip, vallas metálicas y gorilas de gimnasio separando el escenario del público, que adora al cantante como si fuese un Dios.

Concierto de Payback.

“Potenciaron ese tipo de festivales grandes en los últimos años, hicieron negocio del hardcore, pisoteando y menospreciando la esencia del movimiento“, lamenta. Desde su punto de vista, “el punk y el hardcore tienen una actitud contestataria, y el que toca y el público están al mismo nivel. Hay un respeto mutuo y una amistad, que nada tiene que ver con el mercantilismo y el postureo”.

Hace algunos años ‘El Lechuga’ tenía un grupo. Se llamaban Spitting Rage. Los músicos y la gente que los seguían crearon la Spitting Rage Crew (SRC), una peña cultural que comparte y difunde los valores del punk y el hardocore, y realiza actividades de todo tipo. La última ha sido, a iniciativa de Miguel, dar un golpe de efecto que revolucionase la escena hardcore asturiana. Lo ha hecho editando una compilación de cinco bandas del país (una de ellas astur-catalana) que asumen esos principios (camaradería, actitud contestaria y rechazo al mercantilismo entre otros): Payback, Funerall, Rabia Xabaz, A Cuchillo y Flayed Alive. Cada una de ellas aporta dos temas al disco. La casa Furia Estudio (Uviéu) se encargó de una grabación, impecable en lo técnico y muy potente en lo musical.

No son, por tanto, grupos escogidos al azar. Además de ser formaciones cuyo nivel musical, en opinión del promotor de la idea, no está debidamente reconocido, se trata de cinco bandas que, como él, critican “el postureo” y “el exceso de comercialización” del mundo del hardcore. “El mercantilismo, la actitud de estrellitas de algunos grupos o la cantidad de gente que se disfraza con la estética típica para ir un concierto”, añade.

“el hardcore en asturies siempre estuvo vinculado al movimiento obrero”

Recuerda que el espíritu del movimiento “no tiene nada que ver con eso”, y se refiere especialmente a la escena asturiana. Nos dice que en Asturies el hardcore tiene un carácter especial, porque está muy vinculado a zonas industriales y a la lucha obrera, y siempre ha tenido una implicación política que otras escenas no tienen tan marcada, como la neoyorquina”.

Se remite a la génesis de esta cultura en Asturies, a finales de los 80. Cómo no, la primera alusión es a los gijoneses Intolerance, la principal referencia del hardcore asturiano. La segunda, a Escuela de Odio, de la Cuenca Minera (uno de sus miembros, Guti, es ahora guitarra y voz de Funerall). Dos grupos emblemáticos del hardcore asturiano y muy comprometidos políticamente.

De los del disco, Rabia Xabaz y Funerall vienen de la Cuenca del Nalón, y Payback son de Xixón. Flayed Alive son del occidente y A Cuchillo son de Barcelona, aunque dos de sus miembros son asturianos. Mensajes contra la guerra, el odio, y el fascismo, contra el día a día “de mierda” que hay que tragar en la vida cotidiana de cualquier trabajador, e incluso un tema dedicado al mundo rural del occidente asturiano, de los Flayed Alive.

“El hardcore tiene que reflejar la realidad y el contexto en el que vive, y el hardcore asturiano tiene que hacer lo propio con la realidad de Asturies”, señala Miguel.

Funerall, en directo.

Y la realidad no se refleja solo en el disco. El CD llega en una caja que incluye pegatinas reivindicativas (una de ellas es un logotipo de SRC que transforma el Leprechaun irlandés en un minero asturiano) y un fanzine. “Siempre me molaron los fanzines. Tienen un encanto especial. Ye diferente leer una entrevista a un grupo por internet, que leela en un fanzine que tienes entre les manes”, explica la introducción.

Además de las entrevistas a todas las bandas, se incluye un pequeño reportaje sobre Ronie Lee (fundador del Frente de Liberación Animal), otro sobre la vieja escuela punk y hardore asturiana (los conciertos en el CSA y el Bola 8, y los comunicados del GRO -Gamberros Revolucionarios Organizados-) y un poema del Camarada Arenas (dirigente del PCEr encarcelado), entre otras curiosidades. El paquete está a la venta en los bares La Raposa (Uviéu) y Chigre Triskel (situado en la Avenida Schultz, 191, de Xixón).

Logotipo de SRC con la versión minera del Leprechaun.

Un CD, pegatinas y un fanzine… sin ánimo de lucro… en los tiempos de los macrofestivales, las plataformas Streaming y Youtube, parece todo un acto revolucionario. Antes de concluir la reunión toca hacerle una pregunta envenenada a Miguel. “¿Si tú tuvieses un grupo hardcore y te llaman para tocar en uno de esos festivales, no irías?”.

“Ya me llamaron”, responde. Fue para otro festival en Viveiro, organizado por los responsables del Resurrection. Él tocaba con otra banda, Officer Down, e iban a compartir escenario con Madball, una de las formaciones de hardcore más importantes de la escena internacional en estos momentos. “Ni siquiera nos pagaban. Dijimos que no”.

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