Álvaro Granda (Xixón, 1989), presidente del Conseyu de la Mocedá del Princapau d´Asturies, tiene un curriculum laboral que es bien representativo de la realidad de la juventud trabajadora asturiana. Licenciado en Historia por la Universidá d´Uviéu, ha alternado largas temporadas en el paro con otras con empleos como el de auxiliar administrativo o trabajador de la limpieza. Poca estabilidad. Sigue sin poder emanciparse del hogar familiar. Hablamos con él de la juventud asturiana, sus problemas, retos y organización.
Problemas de la juventud asturiana
El acceso al empleo, la precariedad laboral, la dificultad para emanciparse y la falta de políticas de juventud por parte del Principado.
Pedro Sánchez ha dicho que los jóvenes asturianos no tienen empleo porque la Formación Profesional falla
Ojalá fuese la FP el problema del paro juvenil y resultase tan sencillo resolverlo. Es un problema estructural, y que en Asturies tiene mucho que ver con el proceso de desindustrialización que sufrimos desde los años 80.
El ministro de Seguridad Social quiere alargar la edad de jubilación
No tiene seguir perpetuando a los mayores en el trabajo cuando hay casi un 40% de desempleo juvenil. Es una medida que supondría la ruina del Estado del Bienestar. No tiene sentido que bonifiquemos el retraso de la jubilación, en lugar de incentivar la contratación de personas jóvenes. Además, lo que está planteando el ministro va en contra de la conciliación familiar, del descanso merecido de las personas mayores… Es un modelo de sociedad basado en el vivir para trabajar, y no en el trabajar para vivir.
Álvaro Granda. Foto: Iván G. Fernández.
El CMPA ha criticado la falta de política de juventud por parte del Principado, ¿por qué?
En 2019 se aprobó una Ley de Juventud que no se ha implementado. Asturies necesita una nuevo Plan de Juventud. El último es de 2003. Han pasado casi 20 años. En otras comunidades hay enfrentamientos entre el Consejo de la Juventud y el Gobierno autonómico. Aquí no sucede eso. No vemos mala voluntad en el Principado, pero a la hora de la verdad siguen sin poner medios. Da la impresión que la problemática juvenil les parece algo secundario.
¿En qué consistiría ese plan?
Tendría que ser transversal a diferentes consejerías, y pactarse con ayuntamientos, sindicatos, empresas y la Universidad. Defendemos un plan de choque en materia de empleo y emancipación juvenil, y medidas para fijar población joven, sobre todo en la zona rural.
Recientemente el CMPA ha presentado una guía sobre pornografía y adolescencia con un enfoque no prohibicionista, sino pedagógico. ¿Ha recibido críticas por parte de los sectores que están defendiendo directamente prohibir el porno?
La anterior Consejería no se atrevió a publicar la guía y decidimos sacarla por nuestra cuenta. La edad de consumo de pornografía está bajando y nos parece fundamental abordar esa cuestión con los adolescentes, el profesorado y las familias. Este tipo de trabajo en materia de educación sexual que el CMPA siempre ha hecho, y en el que hemos sido muy punteros, es más necesario que nunca, pero hace falta sobre todo que la educación sexual entre en el curriculum educativo, o va a seguir siendo el porno el que “eduque” a los jóvenes en materia sexual.
El CMPA también ha sido muy crítico con el discurso sobre la juventud en tiempos de pandemia
Los jóvenes nos hemos quedado sin clases presenciales, sin empleo, sin ocio, sin relaciones sociales… y todavía se ha puesto el foco en nosotros como culpables. Hemos sufrido mensajes paternalistas en el mejor de los casos, y criminalizadores en el peor.
¿Qué hacemos con el botellón?
¿Qué diferencia hay entre estar bebiendo en una terraza y en un parque tomando una cerveza con tus amigos? Defendemos que la gente joven pueda disfrutar al aire libre. Proponemos crear un servicio de mediadores juveniles que expliquen a la gente los riesgos del consumo abusivo, que recuerden que hay que respetar a los vecinos y la limpieza de los espacios…