Seré un bicho raro, pero lo cierto es que la gente joven con la que comparto mi día a día lo que quiere son certezas: formativas, laborales, económicas y sociales.
¿Son, como señala nuestro gobierno, los jóvenes los culpables de los rebrotes? ¿O es más fácil poner el foco en ellos que apretar a ALSA o invertir en residencias y profesorado?