Publicidad engañosa y conflictos de intereses en las cirugías que prometen “olvidarse de las gafas para siempre”

Los afectados por las operaciones refractivas padecen síndrome de ojo seco, halos, dolores crónicos y dificultades para ver de noche.

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Bernardo Álvarez
Bernardo Álvarez
Graduado en psicología y ahora periodista entre Asturias y Madrid. Ha publicado artículos en ABC, Atlántica XXII, FronteraD y El Ciervo.

El incremento de horas en el uso de pantallas debido al confinamiento y al teletrabajo, sumado a la obligatoriedad de la mascarilla, ha provocado que en este último año de pandemia se hayan agravado los síntomas de miopía en muchas personas. Esto a su vez ha hecho crecer el interés por las cirugías refractivas, ya sean con técnicas láser o lentes intraoculares, que prometen al paciente—y cliente— “olvidarse para siempre de las gafas”. Ese era el lema de una campaña publicitaria de Quirón Salud, fundada por el médico y empresario asturiano Víctor Madera, que fue retirada por la presión y las denuncias de la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva (ASACIR).

La asociación acaba de apuntarse una nueva victoria, precisamente contra el Hospital Quirón de Málaga, al resultar uno de sus socios indemnizado con 43.000 euros por “los daños ocasionados por la mala praxis en la que se incurrió”. La sentencia da por demostrado que el paciente “no había sido informado con carácter previo a ninguna de las intervenciones, del riesgo de sufrir síndrome de ojo seco crónico”. ASACIR lleva años reclamando transparencia en estas operaciones y alertando sobre los riesgos que conllevan estas cirugías.

José Miguel Urbano, socio de ASACIR, con la sentencia que condena al Hospital Quirón de Málaga a indemnizarle

ASACIR nació para denunciar “el alto índice de secuelas de estas cirugías, pidiendo su moratoria hasta que se esclarezca el porcentaje y daño causado en España, se pongan más medidas de control en la información dada, denunciada por la OCU por considerarla mediocre, se mejoren de forma clara los consentimientos informados tanto escrito como oral y exista una mayor supervisión de la publicidad, a menudo engañosa”.

Las cirugías refractivas, que son voluntarias y no necesarias, como son las operaciones de cataratas, dan lugar en un porcentaje muy alto a secuelas irreversibles. Entre ellas destacan el síndrome de ojo seco crónico (que afecta al 76% de los socios de ASACIR), los halos (un 72%), la neuralgia corneal (a un 25%) o el dolor ocular (a un 56%). Asimismo, genera dificultades para la lectura, la conducción y la visión nocturna. Prueba de los daños ocasionados por estas operaciones es que, esta semana, la Policía Nacional ha anunciado que no aceptará a los candidatos que se hayan implantado lentes intraoculares.

Corporativismo y conflictos de intereses

La asturiana Tatiana Verdión, portavoz de ASACIR, padece de ojo seco y dolor crónico desde que se sometió en 2013 a la cirugía LASIK en la clínica oftalmológica Bascarán de Oviedo. En 2019 fue indemnizada con 37.000 euros, y al sentencia deja probada la falta de información por parte de la clínica de las secuelas producidas. El auto habla de “riesgos relevantes que no figuran en el documento de consentimiento informado facilitado y que no consta que hubieran sido proporcionadas verbalmente”. En la web de la clínica se puede leer que estas operaciones tienen un “índice de éxito grande y las complicaciones son excepcionales”.

Cirugía refractiva con la técnica LASIK

“Yo utilizaba gafas, y tenía 4 de dioptría en cada ojo”, cuenta Verdión, “estaba muy cómoda con gafas, pero al final me opero porque me están vendiendo la moto de que voy a ganar calidad visual y comodidad. Son muy buenos comerciales los oftalmólogos, pero la realidad es diferente”. Verdión asegura que ASACIR lleva años recopilando datos e informes, y sostiene que el riesgo es “muchísimo más alto” del que reconocen las clínicas, los oftalmólogos y la Sociedad Española de Oftalmología. La junta directiva de esta institución en 2016 estaba ocupada en un 57% por cirujanos refractivos y en un 22% por oftalmólogos que “dirigen o tienen intereses económicos en clínicas donde se practica la cirugía refractiva”, según un informe de ASACIR.

Verdión señala el corporativismo y los conflictos de intereses como las causas de la opacidad en torno a la cirugía refractiva. “El mayor problema por el que mucha gente tira la toalla y termina no denunciando es por el tema del perito, porque no encuentra quien lo defienda. El perito tiene que ser un oftalmólogo que sea cirujano refractivo, y no es fácil que tiren piedras contra su propio tejado”, explica, “desde el primer momento me dijeron que nadie iba a ir contra Bascarán. Imagínate entonces con los Fernández Vega…”.

“¿Cómo voy a dudar?”

En el Instituto Oftalmológico Fernández Vega se operó Concha Llistö en noviembre de 2014, el mismo mes que cumplía 55 años. Esta enfermera del Hospital Valle del Nalón pagó 5.000 euros por implantarse lentes intraoculares y ahora padece “escozor en los ojos, halos, deslumbramientos, pérdida de contraste y ojo seco. Estoy siempre con lubricante, antiinflamatorios y cortisona”. Además, añade “conducir de noche es un problema, y como trabajo de enfermera por turnos no me queda más remedio que hacerlo. Ahora tengo que renovar el carnet de conducir cada tres años, y eso no me lo dijeron antes de hacerme la cirugía”.

“La operación me la ofrecieron ellos después de tratarme con varias cosas”, recuerda Llistö, “me dijeron que iban a solucionar todos mis problemas, ¿y qué iba a decir yo?, ¿cómo voy a dudar?”. Se queja de la falta de información respecto a las secuelas de las lentes intraoculares y asegura que tuvo varias complicaciones tras la operación: “Lo que se suponía que iba a ser un mes de baja resultó que fueron tres. Pasé dos veces por quirófano y no me cobraron nada, porque entendían que eran secuelas de la operación”.

Aunque considera que su caso es un “hecho denunciable”, Llistö ha renunciado a ir a los tribunales: “¿Quién se va a meter con los Vega? Si fuese una denuncia conjunta todavía, pero yo sola en plan Quijote…Me veo muy pequeñina al lado de los Vega”.

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1 COMENTARIO

  1. Siempre quise , y quiero, quitarme las gafas para siempre
    Acudi al instituto Fernandez Vega en enero de 2018, tras realizarme un monton de pruebas, el Dr Carlos Lisa, me informo de todas esas secuelas que me quedarian si me operaba para”quitar las gafas”, y con mucha fustracion por mi parte, decido no operarme
    El que se opera es por que quiere ,sobra informacio

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