La primera jornada de la Escuela de Pensamiento Feminista de AMA ha concluido con una ovación cerrada a las diferentes ponentes del día, que organizaron sus intervenciones en torno a la mesa titulada “Alianzas feministas y derechos para todas”. La asistencia a la jornada ocupó casi la totalidad de los 150 asientos en la pista polideportiva de Cimavilla, además de una media de 35 espectadores en el streaming de las redes sociales.
Foto: David Aguilar Sánchez.
La apertura corrió a cargo de Sara Combarros, perteneciente a AMA, junto con Paloma Uría y Jara Cosculluela. Paloma Uría, doctora en Filosofía y Letras y profesora de secundaria, llevó a cabo un discurso propio de su trayectoria: un recorrido histórico del feminismoespañol. “La libertad ha sido la búsqueda principal de los feminismos en España desde sus inicios, hace ya 45 años”, donde los debates y las polémicas no han sido sino “el motor y la nota destacable”. Según Paloma Uría, los debates que los feminismos actuales han de abordar son diversos, entre los que ella destaca fundamentalmente dos: el disenso frente a un feminismo “de inspiración institucional”, caracterizado por “una concepción rígida del género, el victimismo, las medidas punitivas y el puritanismo sexual” y, por otro lado, recoger las realidades sociales de quienes sufren las opresiones de manera desigual, junto con el papel de los hombres. De esta manera, destaca Paloma Uría, debemos entender “la solidaridad como imperativo categórico”.
Lucía Fernández. Foto: David Aguilar Sánchez.
Jara Cosculluela, cerrando la presentación, quiso valorar la importancia de la Escuela de Pensamiento Feminista de AMA por dos motivos: dar una alternativa al “creciente discurso que pretende ir contra las personas trans y las trabajadoras sexuales” en dinámicas “identitaristas y esencialistas”, por lo que en Xixón se generarán “espacios libres y sin exclusión”. Además, según Jara Cosculluela, la importancia de esta escuela de AMA radica en que entienden el debate como “una de las patas que nos hace avanzar como movimiento”. “AMA”, concluye, “es garantía de futuro y de pensamiento crítico”.
Foto: David Aguilar Sánchez.
La mesa de esta primera jornada, moderada por Janni Rozada, integrante también de AMA, la protagonizaron Carolina Elías, Lucía Fernández y Justa Montero, articulada en torno a dos bloques: “Hasta aquí y desde aquí. Genealogía y alianzas feministas” y “retos y horizontes: derechos para todas”. Justa Montero comenzó su ponencia planteando las luchas diversas como la esencia misma de los movimientos feministas. De esta manera, “desde la escucha de las luchas de las mujeres atravesadas por las condiciones de clase social, de raza y de identidad de género” es el modo en que el movimiento feminista adquiere su radicalidad. La lucha por las “condiciones materiales de vida dignas” y el “impulso teórico y práctico” son algunas de las fuentes de las que debe beber el feminismo actual, junto con el legado del 15M y “los feminismos internacionales del sur global”, señala. Justa Montero quiso cerrar su intervención con la petición de “volver a vivir el feminismo con alegría y entusiasmo”.
Jara Cosculluela. Foto: David Aguilar Sánchez
Lucía Fernández, desde su experiencia como trabajadora sexual, comenzó de manera directa: “escuchar a las putas: eso es lo que tiene que hacer el feminismo”. Frente a un feminismo institucional “claramente en contra de los derechos de las trabajadoras sexuales, a quienes se les niega la voz”, Lucía Fernández ha querido señalar que el feminismo en favor de los derechos de las prostitutas debe dejar de “tutorizar a las trabajadoras sexuales”, de manera que se las reconozcan “como sujetos de derecho”.
“Si ponemos en el centro los cuidados, tenemos que poner en el centro a las que cuidan”
Por su parte, Carolina Elías, presidenta de SEDOAC, ha querido también valorar la propuesta de AMA con su escuela, dado que “permiten la discusión sobre cuestiones muy importantes”, como las del trabajo del hogar y del cuidado. A esto último se ha referido centralmente Carolina Elías, que ha hecho una genealogía del mismo en España, donde actualmente sigue siendo “un sector feminizado” y que está atravesado por brechas de clase, de género y de raza. Exclusión, desvalorización y “no sentirse parte del feminismo”: así es como se sintió Carolina Elías y las trabajadoras del hogar y del cuidado a su llegada a España, hace varios años. Sin embargo, aunque la situación ha cambiado notablemente en cuanto a la inclusión por parte del feminismo hegemónico, “todavía falta mucho camino por recorrer”. La reivindicación ha quedado sobre la mesa: “si ponemos en el centro los cuidados, tenemos que poner en el centro a las que cuidan”, tanto las que están remuneradas como las que no.
Jara cosculluela, Paloma Uría y Sara Combarros. Foto: David Aguilar Sánchez
Como antesala de la parte final de la jornada, tuvo lugar la actuación de Mar Povedano, de La Caracola Escuela de Danza y Circo de Corvera, quien realizó un número de baile que fue aplaudido con fervor por el público asistente a la escuela.
Sonia Carbajal y Pamela Palenciano. Foto: David Aguilar Sánchez
La jornada, que en un principio iba a terminar con su monólogo “No solo duelen los golpes”, ha finalizado con una entrevista online a Pamela Palenciano por parte de Sonia Carbajal, dado que aquella no pudo asistir presencialmente por motivos sanitarios. El proyecto de Pamela Palenciano “nace de las consecuencias del amor romántico”, y pretende dar cuenta de dichas contradicciones. Además, ha querido hablar del papel de las identidades de las personas trans en su trabajo. “El monologo contra las violencias patriarcales”: así es como Paloma define su monólogo, en pie tras 18 años de “proyecto artístico vivo”, el cual comenzó “cuando aún se hablaba de violencia doméstica”. Pamela Palenciano apuesta por el activismo feminista, tanto en las calles como en las redes sociales e internet, como su monólogo: “vivo”.