Un coche calcinado y una pintada de “Fuera de la EBHI” en su domicilio particular. Este es el mensaje que unos desconocidos han querido enviar esta noche a uno de los trabajadores de la empresa semipública de estiba del puerto de El Musel. El estibador en cuestión, afiliado a la CSI y miembro del comité de empresa de la terminal de descarga de graneles sólidos, fue uno de los siete despedidos que la pasada primavera protagonizaron una dura huelga en el puerto gijonés, que incluyó un encierro y una huelga de hambre. Fue precisamente él el único de sus compañeros que logró ser readmitido tras una sentencia judicial que le daba la razón en sus reivindicaciones.


Desde el sindicato han calificado el atentado de “amenaza mafiosa” y consideran que se trata de un intento de represión sindical dirigido a amedrentar a los representantes de la CSI. En un comunicado de condena de los hechos la Corriente ha expresado su solidaridad con el sindicalista: “Los compañeros de EBHI ni van a callar ni van a dejar de reivindicar los derechos de los trabajadores”. Por ahora se desconoce la autoría del suceso.