Fue el hammond del músico Julio Maeso el que dio las primeras notas de una edición empeñada en convocar a la vieja normalidad ante un teatro prácticamente lleno de espectadores protegidos con mascarilla. La gala era un déjà vu alterado, pero cercano, a la última celebración que tuvo lugar en el 2019.
Pepe Colubi, Sonia Avellaneda y Julio Maeso condujeron la gala de la 59ª edición del FICX. Foto: Tania González Peñas
Como una ola, en una versión con mucho groove, dio paso a la presentación del jurado y las secciones de la mano de Pepe Colubi y Sonia Avellaneda. El cómico de Ilustres ignorantes y la periodista de La Radio es Mía hacen una buena pareja. Colubi desaforado, poniendo en práctica un estilo de humor ácido y sin freno. Ella restando importancia y templando una tarde noche fría que iba cogiendo temperatura a medida que se iban sucediendo la presentación de los jurados, las secciones y la entrega del premio Isaac del Rivero al director, escritor y periodista Gonzalo Suárez de la mano del productor Félix Tusell quien afirmó que el cine de Suárez era “un creador original, alérgico a la realidad que huele a pies”. El director llanisco recibió emocionado el galardón honorífico y reivindicó el papel del cine enmendando la realidad: “La realidad tiene que tener una alternativa, y los sueños una justificación para existir”
Gonzalo Suárez fue uno de los protagonistas de la gala inaugural del FICX. Foto: Tania González Peñas
El público asistió a una gala breve, pero ágil y concisa. Foto: Tania González Peñas
A diferencia de otras galas, esta se empeñó en ir pisando el acelerador. En apenas media hora, ya estaban todos los platos servidos para dar comienzo con la película C´mon C´mon de MIke Mills, una cinta emotiva y entrañable de elegante y sobrio blanco y negro sobre los anhelos, las esperanzas y los miedos en la vida cotidiana de un profesor que investiga los sentimientos de los niños y los adolescentes, interpretada por Joaquin Phoenix. Sobre sueños y esperanza comenzaba la gala y con ella también concluyó.