«Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos», dijo Martin Luther King (1929-1968) un tiempo antes de que lo asesinaran en Tennessee con un bala esclava del racismo y del supremacismo blanco. Desmond Tutu fue coetáneo de Luther King, aunque vivió en otro continente y en circunstancias distintas. Desmond Tutu llevó un paso más allá esa declaración de principios del reverendo Luther King cuando afirmó que «si te declaras neutral en situaciones de injusticia es que has elegido el lado opresor».
Luther King compartió fotos con Malcom X antes de que los asesinaran a ambos. Desmond Tutu compartió la lucha en rebeldía con Steve Biko (1946-1977). Seguramente también Biko y Tutu habrían compartido imágenes y abrazos si la policía del régimen fascista sudafricano del apartheid no le hubiera reventado la vida a hostias a Steve Biko.

El arzobispo anglicano Desmond Tutu pudo compartir finalmente fotos, abrazos, sonrisas y confidencias con Nelson Mandela, cuando Mandela salió de la cárcel y caminó libremente por las calles de su país y acabó convirtiéndose en presidente de una Sudáfrica multicolor. Ambos, Desmond Tutu y Nelson Mandela, cargaron sobre sus espaldas con todo el peso que acarrea la represión, el perdón y el olvido. En aquellos tiempos las furgonetas de amarillo chillón que identificaban a la policía antidisturbios del apartheid teñían de sangre rojo los suburbios negros. Entraban a saco, soltaban pelotas de goma, pero lo más cómodo era disparar con fuego real contra población negra. Era en tiempos de la Guerra Fría y Occidente miraba hacia otro lado. Desmond Tutu siempre miró hacia el mismo lado, su mirada quizás siempre militó en el mismo color: en ese negro intenso de quienes se dejaban la piel tras las barricadas de Soweto y de quienes siguieron y siguen padeciendo la pobreza y la marginación en la Sudáfrica que sobrevino a la caída del régimen racista.

Esta mañana, mientras se encendía la mañana en Ciudad del Cabo, se apagó la vida de Desmond Tutu (1931-2021). Yo no creo en curas, obispos ni chamanes, pero creo en la palabra, la sonrisa, el testimonio y el legado de gente como él. Así que buen viaje hacia la Cruz del Sur, la estrella que más brilla en tu hemisferio Sur. Buen viaje hacia las estrellas, Desmond Tutu.