Entre las funciones del movimiento asociativo destaca la movilización de la ciudadanía para provocar el cambio social necesario y reclamado especialmente por algún colectivo.
Hoy nos centraremos en la comunidad educativa asturiana, sobre todo en el colectivo del profesorado, tanto de la educación formal o reglada (Infantil, Primaria, Especial, Secundaria, Formación Profesional y universitaria) como de la educación no formal o no reglada (Formación para el Empleo, academias o centros de formación, etcétera).

Desde hace años, y cada vez en mayor medida, en los centros educativos se evidencian lagunas significativas de atención, protección y cuidado de menores ante situaciones de educación afectivo-sexual, orientación sexual e identidad de género. A las tensiones y desacuerdos existentes entre el feminismo hegemónico con la teoría cuir (queer) o con la libre determinación de género se suman la desinformación y la casi nula formación del profesorado en estas cuestiones. Además, actualmente no hay legislación estatal ni autonómica que proteja muchas de las discriminaciones y desigualdades de las personas LGTBI+. El presidente Barbón expresó públicamente en la plaza de La Escandalera, durante la concentración contra la agresión del joven ovetense Kevin Rubio, que pronto se iniciaría el proceso de elaboración de la ley asturiana. Confío y espero en que así sea. Recordemos que Asturias es una de las últimas tres comunidades autónomas que no tienen legislación específica LGTBI+, ni Trans, en todo el territorio español.
Una parte de la ciudadanía y del profesorado no acepta que cada persona pueda llamarse por el nombre que elija ni determinar libremente su identidad, aunque son derechos reconocidos por la Convención sobre los Derechos de la Infancia (artículos 7 y 8). Los insultos y descalificaciones en los pasillos, en las aulas, fuera del centro y en las redes sociales van creando prisiones donde se vive cotidianamente con dolor (algunas veces también con rabia) el odio que, en la mayoría de los casos, es una forma de expresión machista aprendida y reproducida tanto en hombres como en mujeres. Se trata de un ejercicio de masculinidad hegemónica que quiere hacerse notar dominando y maltratando a otras masculinidades subalternas, a algunas mujeres y a todas aquellas personas a quienes considera que puede someter. Y esto no solo lo vive una parte del alumnado, sino también del profesorado que se reconoce o al que se define, de forma estereotipada, como LGTBI+.

Las respuestas a las realidades existentes y evidentes se paralizan debido a conflictos entre secciones dentro de los propios partidos. Las discrepancias internas y entre diferentes partidos parecen ser el eje de la discusión, y se olvida que el verdadero problema es la realidad de quien sufre con la respuesta “aguanta un poco”. Porque ese “poco” son muchos años, y para las personas jóvenes un poco es mucho tiempo de su vida. No solo hay pérdida o negación de actos administrativos, como el cambio de nombre en el sistema informático SAUCE de alumnado menor o mayor de edad (aún no es un derecho porque no está reconocido por ley), sino que en los últimos años ha habido un aumento de agresiones y suicidios de jóvenes LGTBI+. Y es que el tiempo pasa y nada se mueve para solucionarlo.
Ante una Administración indiferente y paralizada en estas cuestiones, estamos viendo cómo el profesorado corresponsablemente decide organizarse para colaborar y apoyar al colectivo LGTBI+. Así, ayer se constituyó como asociación la Red Educativa de Apoyo LGTBI+ de Asturias, que tiene su referente en la pionera red gallega que lleva funcionando desde 2019. Todas las personas que forman parte de la red asturiana comparten el “compromiso de incluir y visibilizar la realidad LGTBI+ en todos los contextos educativos, deconstruir los prejuicios LGTBIfóbicos y eliminar las conductas discriminatorias y el acoso por orientación sexual o identidad de género”.

Esta asociación se define como un espacio abierto para quienes trabajan como docentes en la educación pública, concertada y privada, así como en la educación formal y no formal. Además, incluye toda la diversidad sexual y de género y pretende ser un lugar de encuentro para trabajar en equipo, de forma coordinada y colaborativa, tanto con el movimiento asociativo como con las instituciones públicas o con quien quiera unirse en la consecución de los objetivos establecidos en su manifiesto fundacional y en los estatutos, que se pueden consultar en su blog.
En 2020, la LOMLOE ya introduce la figura del coordinador o coordinadora de bienestar y protección, y en 2021 la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, desarrolla (art. 35) los requisitos y funciones generales de esta figura, que tiene que existir en todos los centros educativos donde cursen estudios personas menores de edad, independientemente de su titularidad. Su presencia será fundamental para poder alcanzar los objetivos que quiere conseguir la Red Educativa de Apoyo LGTBI+ de Asturias con una perspectiva de igualdad, coeducadora e inclusiva, también con las orientaciones sexuales y las identidades de género. Hasta que esto sea una realidad, se agradece a esta asociación el esfuerzo que están realizando. Y cuando ocurra, probablemente esa figura de bienestar y protección necesitará del profesorado que integra esta red y que ya lleva tiempo reflexionando sobre el tema, formándose y planificando acciones.
Coordinadora: Eva Irazu Pantiga
Vicecoordinadora: Pilar Quirós Conde
Twitter: @rededucasturlgtbi
Blog: https://rededucasturlgtbi.blogspot.com
E-mail: rededucativasturlgtbi@gmail.com