En la tarde de ayer nuestra compañera fotoperiodista Alisa Guerrero acudió a ejercer su trabajo en la sede del ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos), una institución pública con sede en Oviedo adscrita a la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias. Guerrero iba a asistir a una reunión entre Susana Villar, presidenta de la asociación de familiares de usuarios de la residencia de Infiesto; José Manuel Suárez, presidente de la Federación de Asociaciones de Familiares del ERA, y Ana Suárez Guerra, la gerente de dicho organismo.
El objeto de la reunión era abordar las deficiencias de la residencia de Infiesto y las peticiones de los familiares al respecto, un asunto sobre el que Nortes ha informado en repetidas ocasiones (como aquí o aquí). Cuando la compañera iba a entrar a la sala, la persona que custodiaba la puerta le impidió entrar por orden de José Manuel Suárez pues, según este, se trataba de un acto privado.
Ello pese a que la reunión iba a celebrarse en un edificio del Principado, con la presencia de una funcionaria del gobierno de Asturias y para tratar un tema de indiscutible interés público, como es el estado en el que se encuentran las residencias de nuestros mayores. También a pesar de que Suárez, en su calidad de presidente de la Federación de Asociaciones de Familiares del ERA, no tiene ninguna autoridad para vetar a ningún medio de comunicación de este tipo de actos.
Suárez explicó que no quería ser fotografiado y nuestra compañera se comprometió a no sacarle en sus imágenes, pero insistió en entrar a la reunión para cumplir con su labor informativa. Este, sin embargo, se enrocó en su postura y se negó en rotundo a dejar entrar a nuestra fotógrafa, que tuvo que quedarse fuera, utilizando un tono chulesco e impertinente.
Desde la redacción de Nortes queremos denunciar este veto informativo, y creemos que la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar debería tomar cartas en el asunto para que no vuelva a repetirse una situación parecida.