Ucrania es un país de una población semejante a la española y que cuenta con un ejército que, si bien no es tan capaz como el español, sí que es bastante decente si lo comparamos con otros países de similar población, como Polonia o Colombia, y muchísimo más que el de naciones como Portugal, Malta, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, República Checa, Eslovaquia… y un largo etcétera. Sin embargo, las tropas rusas tardaron 24 horas en llegar a la capital y, si no entraron y la tomaron en otras 24 horas, fue porque no querían hacer una masacre. Ahora bien, la capacidad de hacer esa masacre en Kiev la tienen; por no mencionar ya el uso de las armas nucleares a las que podrían recurrir, tanto tácticas como estratégicas.
España es el 4º país de los 27 que forman la UE por población. También es el 4º ejército de la UE en fortaleza militar, personal, vehículos, medios, armamento y capacidades. De los 3 ejércitos de la UE más poderosos que el español (Francia, Alemania e Italia), tan solo uno de ellos, el francés, dispone de armas nucleares y, por lo tanto, de la capacidad de resistir un ataque ruso a gran escala. Uno de 27. En caso de guerra convencional como la que se está viviendo en Ucrania, ninguno de los 27 ejércitos nacionales europeos (ni siquiera el francés) podría resistir por sí solo un ataque terrestre ruso a no ser que se combinen de alguna manera la totalidad o una parte de esos 27 ejércitos nacionales.
“Mantener los mal llamados Estados-nación es un lujo que no podemos permitirnos en 2022 ante la situación geopolítica internacional”
Mantener los mal llamados Estados-nación (pues la mayoría de ellos tiene unas cuantas minorías nacionales), es un lujo que no podemos permitirnos en 2022 ante la situación geopolítica internacional. ¿Tiene sentido mantener 27 jefaturas del Estado mayor, 27 aviaciones, 27 ejércitos, 20 y pico armadas de 27 Estados… cuando ninguno de ellos por sí solo puede hacer frente a un ataque convencional ruso, chino o americano? (No excluyamos esta última posibilidad, pues la victoria de Trump en el pasado y su apoyo a Putin en el presente nos recuerda lo fácil que puede pasar un país de amigo a enemigo).
Cuatro opciones: cuatro escenarios
A) Ceder a la OTAN.
La idea sería la de seguir como hasta ahora. Los Estados europeos siguen con unos presupuestos de defensa similares a los de ahora y protegidos bajo el paraguas nuclear y militar de EE. UU. El margen de maniobra de los socios europeos en esta arquitectura OTAN es el que podrían tener los países pequeños de la UE fuera del eje Berlín-París. Esto nos lleva a poder acabar arrastrados a guerras, conflictos y tensiones que no responden a los intereses europeos, sino a los de EE. UU., que nos utilizaría como comparsa ya que siempre le vamos a “deber una” en términos de protección.
B) La ficción de ser autónomos.
Otra opción es la de salir de la OTAN y optar por un ejército español que pueda “defender España”. (Pueden cambiar España por Eslovaquia, Portugal, Bélgica o, incluso, si lo prefieren, Euskal Herria o Cataluña). El resultado es el mismo. Un ejército para pasear en desfiles y hacer rasantes con aviones con los colores nacionales; pero un ejército que no podría resistir ningún ataque de alguna de las superpotencias globales que se están configurando (Rusia, China y EE. UU.). Ucrania estaba en este supuesto y no invadió a nadie ni se metió con ningún otro Estado; juzguen ustedes las consecuencias.

C) Rendirse.
Hay quien pide reducir a 0 el gasto militar. Es decir, quedar sin ejército. O se dispone de una alianza (es decir, alguien que ponga el ejército por ti; en cuyo caso no estás renunciando a él, sino subcontratándolo en otra entidad con sus propios intereses y agenda), o la situación en caso de ataque sería mucho peor que la de Ucrania, pues no habría ningún tipo de resistencia.
D) Un Estado Europeo.
La cuarta y última opción es la de crear un Estado europeo, con un ejército europeo, una estrategia europea, unas armas nucleares europeas de disuasión y superar la situación actual. Esto debe hacerse si se aplica el principio de subsidiariedad que rige la política europea: que Europa no decida nada que pueda decidir España, que España no decida nada que pueda decidir Asturies, que Asturies no decida nada que pueda decidir uno de sus conceyos. Las decisiones sólo se escalan al nivel superior cuando no es eficaz el poder resolverlas a ese nivel, y la defensa está claro que no puede seguir ni un minuto más en manos estatales.
Cambios constitucionales del Estado Europeo
La política exterior y militar no puede decidirse en España/Bélgica/Portugal o Alemania; sobre todo cuando hablamos de la estrategia nuclear europea en caso de ataque o de los planes de defensa en caso de agresión por una de las tres superpotencias. Esta política de defensa deben decidirla democráticamente todos los europeos, y no únicamente los franceses.

Para ello, es necesario convertir a la Unión Europea en un Estado y hacer, desde luego, que ese Estado sea un Estado democrático y no pseudodemocrático como sucede actualmente. Así, debe suprimirse el Consejo para que países como Alemania o Francia no dispongan de un poder sobredimensionado; y debe hacerse que el Parlamento Europeo no “codecida”, sino que decida como una cámara soberana de la voluntad de todo el pueblo europeo; que pueda investir de confianza y cesar al Presidente del Gobierno Europeo (Comisión hasta ahora) y que, en definitiva, tenga los poderes de cualquier parlamento. Si es necesario un Senado, cosa que puede estudiarse, podría optarse por el Comité de las Regiones. Además, este Estado debe ser federal y limitarse a administrar las competencias que son ineficaces a un nivel inferior como sucede actualmente con el comercio, la defensa, la seguridad y las relaciones internacionales.
Independencia y Seguridad
Un Estado europeo que unifique todos los ejércitos y armas nucleares de los países miembros de la UE no necesita de nadie externo que lo defienda o lo “tutoree” como sucede actualmente con la OTAN. Sería un ejército autónomo militarmente hablando y contaría con un inmenso poder de disuasión (sustentado, sobre todo, en las armas nucleares francesas). Tendríamos así la capacidad de romper con la OTAN y la influencia americana sin renunciar a un ápice de nuestra seguridad. Pues en 2022 un Estado-nación con su ejército nacional como el belga, el portugués o el español es algo ridículo militarmente hablando y sumamente ineficiente en términos económicos. Hemos de llevar adelante el principio de subsidiariedad y entender que el nivel estatal no es apto para asegurar la seguridad personal y material de Europa.
D’alcuerdo en too menos en desfacer la OTAN. Simplemente creo que debe reestructurase, reorientase, pasar a tener una estructura bicéfala EEUU-Canadá d’una banda, Europa-Turquía d’otra (anque quiciás habría qu’escluyir a esta última y sustituyila por Israel y seique otros Estaos -como Armenia, que anguaño ta na OTSC-). Creo que l’Alianza ye necesaria p’aumentar el nivel de disuasión tanto nel marcu européu como a nivel mundial. Seya como seya, en casu desfacese, nun podría facese tampoco al día viniente de crear les Fuercies Armada Europées. Si sedría una temeridá.