La Filosofía se reivindica en Avilés en la XXI Olimpiada asturiana

La Olimpiada autonómica, pionera en España, rememora sus orígenes y elige de entre más de 100 participantes a los ganadores que acudirán en abril a la fase nacional

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David Sánchez Piñeiro
David Sánchez Piñeiro
Graduado en Filosofía y doctorando en Investigaciones Humanísticas por la Universidad de Oviedo/Uviéu. Ha colaborado con medios como La Trivial, Atlántica XXII y El Salto.

Tras dos años de celebraciones virtuales obligadas por la pandemia, el viernes por la tarde tuvo lugar de forma presencial en la Casa Municipal de Cultura de Avilés la XXI Olimpiada de Filosofía de Asturias, cuyo tema era “Transhumanismo, ¿mejora o final de la especie humana?”. Soledad García Ferrer, presidenta de la Sociedad Asturiana de Filosofía, destacó en su intervención inicial que era la primera vez que la Olimpiada se celebraba en la villa avilesina y fue precisamente su actual alcaldesa, Mariví Monteserín, quien inauguró el acto con un discurso en el que destacó que “la filosofía nos enseña a pensar quiénes somos y qué queremos en la vida” e hizo referencia a la figura de la filósofa Hanna Arendt para explicar que “la acumulación de conocimiento no da sabiduría”.

Sobre el escenario del elegante salón de actos de la Casa de Cultura también se encontraba uno de los primeros presidentes de la Sociedad Asturiana de Filosofía y hasta hace pocos años profesor de Filosofía en la Universidad de Oviedo: Alberto Hidalgo Tuñón. En su turno de palabra, y con una “visión de un jubilado”, relató el origen de la Olimpiada de Filosofía de Asturias, pionera en España, y lo situó del otro lado del charco, nada menos que en Buenos Aires. Fue allí donde, en el contexto de una expedición auspiciada por la Organización de Estados Iberoamericanos en el año 1998 que tenía como objetivo evaluar las reformas de la filosofía en Iberoamérica, decidieron emular en España las Olimpiadas de Filosofía que ya se venían celebrando en Argentina. La primera Olimpiada de Filosofía de Asturias se celebró en 2001 y a partir de entonces comenzó a extenderse a otras comunidades autónomas hasta que en el año 2013 se celebró por primera vez la edición estatal, coordinada precisamente por quien era por aquel entonces el presidente de la Sociedad Asturiana de Filosofía: Román García.

La Olimpiada de 2022 contó aproximadamente con un centenar de participantes: 46 en la categoría de disertación, 50 en la categoría de fotografía, 12 en la categoría de vídeo y 4 en la categoría de dilema moral. Tras una primera fase en la que un jurado evaluó los trabajos de forma anónima y nombró a los tres finalistas dentro de cada categoría, en la ceremonia del viernes les llegó el turno a los autores de los trabajos seleccionados de defenderlos públicamente delante del público congregado en el salón de actos. En los trabajos de los alumnos y las alumnas aparecieron referencias a Heidegger, Ortega, el transhumanismo en Harry Potter, el materialismo filosófico, Stephen King, Fukuyama, Frankenstein, Marx o Goya, entre muchas otras. Soledad García Ferrer constató la preocupación que existe entre los jóvenes por las crecientes desigualdades sociales y en varios de los trabajos presentados se alertó sobre el peligro de que con el avance de las ideas transhumanistas “la brecha económica se acabe convirtiendo en una brecha digital” y las “diferencias entre clases” aumenten todavía más.

Una vez que fueron realizadas las valoraciones por el jurado de la segunda fase, formado por la filósofa Marta Isabel González, la periodista Sonia Avellanedo y la fotógrafa Isabel Marqués, se anunciaron los ganadores de la XXI Olimpiada de Filosofía de Asturias: en la categoría de disertación Miguel Ángel Buznego Díaz, del IES Laboral de Gijón, por su trabajo “A la sombra de los transhumanismos…”; en la categoría de dilema moral Lucía Rodríguez Lorido, del IES Elisa y Luis Villamil de Vegadeo, por su trabajo “La sociedad perfecta ¿utopía, distopía… o realidad?”; en la  categoría de fotografía Noa Acevedo Pérez, del IES Galileo Galilei de Navia, por su trabajo “¿Sigo siendo yo?”; y, finalmente, en la categoría de vídeo Marta Miyar Muñíz, del IES Universidad Laboral de Gijón, por su trabajo “En el final de la historia”. Los cuatro ganadores y ganadoras participarán en la fase nacional de la Olimpiada el próximo 29 de abril.

En la ceremonia no podía faltar la referencia a la polémica desatada esta última semana a raíz de la no inclusión por parte del gobierno estatal de asignaturas filosóficas obligatorias en el currículum de secundaria. A la espera de comprobar si se cumple el anuncio de la Consejera de Educación del Principado, Lydia Espina, quien esta misma semana anunció la voluntad del gobierno autonómico de mantener la Filosofía en dicha etapa educativa, Soledad García Ferrer destacó la necesidad de “seguir luchando porque la filosofía se enseñe en la ESO”. El centenar de trabajos presentados en esta edición de la Olimpiada asturiana atestiguan que la Filosofía sigue generando un gran interés entre los adolescentes y las adolescentes asturianas. 

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