Los augurios se confirmaban esta misma mañana, cuando la maquinaria pesada de la Demarcación de Costas ha comenzado a derribar el antiguo edificio conocido como Les Cases de Perán, en la parroquia carreñense de Perlora, un inmueble con 120 años de historia, vinculado a la Fábrica de Conservas de Perán. El solar resultante está previsto que se dedique a ampliar la acera actual y a ubicar una zona ajardinada a orillas de la bahía.
Un proyecto que en la zona no convencía a casi nadie. El pasado 11 de marzo cientos de vecinos se manifestaban contra el derribo de la histórica construcción, barruntado desde que en el 24 de febrero Costas procediera a su desalojo y cierre. Aquel día llegó a personarse una dotación de agentes antidisturbios, que finalmente no tuvieron que intervenir. En el inmueble quedaban todavía un despacho de arquitectura y otro de un aparejador.

LA CATALOGACIÓN HUBIESE SALVADO EL EDIFICIO
Como explicábamos en en este artículo de Nortes, Demarcación de Costas (Ministerio de Medio Ambiente), considera desde 2014 caducada la concesión que permitía la presencia de esta construcción en dominio público marítimo terrestre. Sin embargo, tanto los herederos de la propiedad como la izquierda municipal (IU y Somos Carreño) siempre han mantenido que el proceso podría haber sido paralizado simplemente iniciando un expediente de catalogación del inmueble. El Gobierno municipal, dirigido por la primer edil Amelia Fernández, argumentaba en este sentido que antes debería estar aprobada la refundición del nuevo Plan General de Ordenación Urbana.
Cientos de vecinos y todos los grupos políticos se manifestaron en marzo contra la demolición
Demasiado tarde. Esta mañana una pala excavadora iba paso a paso derribando la histórica fachada del edificio perlorino. Se da la circunstancia de que todos los partidos de la Corporación municipal, incluido el PSOE, apoyaron aquella manifestación del día 11, detalle que había generado ciertas, y vanas, esperanzas entre vecinos y herederos.
El edificio fue construido entre 1904 y 1922 por Enrique García Prendes, ubicado a orillas de la bahía de Perán y a escasos metros de la antigua Fábrica de Conservas (ya derribada), propiedad de la misma familia, y cuya actividad cesó en 1975.