La auditoria entregada por la firma Danone al comité de empresa de la planta de Salas justifica el cierre en la “baja productividad” de las instalaciones. Los expertos encargados de elaborar el estudio así se lo transmitieron ayer en una reunión a los representantes de los trabajadores, que, sin embargo, dudan de que la fábrica “esté dando pérdidas”.
A la luz de las conversaciones mantenidas con la láctea y con los auditores externos, los trabajadores se reafirman en que “Danone no se va a quedar en Salas” y así se lo recalcaron al Director General de Industria, Juan Carlos Aguilera, en una reunión este mediodía: “Hay que buscar otras vías para salvar el empleo y eso pasa, principalmente, por encontrar otra empresa que mantenga actividad en las instalaciones”. Algo que pasa, como ya adelantó NORTES, por la venta del asentamiento de Danone a una empresa “que sea solvente”.
Algo que, por otra parte, extraña a los representantes del comité de empresa. Su secretario, Juan Carlos García, estuvo presente ayer en la reunión con la auditora y explica que no cree que se estén produciendo pérdidas en Asturias: “Diría que la planta hasta es rentable”.
Basándose en los datos que les mostraron, entiende que el problema de la compañía no se soluciona con el cierre de Salas. “Dejando a un lado que obtuvieron beneficios por más de cien millones el pasado año en todo el mundo, si miramos las 18 plantas que tienen, la de Asturias supone poco más de un 1%”, subraya García.
Por el contrario, sí comulgan los trabajadores con el problema de productividad que aduce Danone. “Argumentan que el coste de la fábrica es muy alto, porque el tonelaje es muy alto. La cuestión de la producción es algo evidente”, lamentan los representantes de la plantilla.

Ellos, en contra de lo expresado ayer por el gobierno regional, no contemplan otro escenario que el de la marcha de Danone. Por ello, piden a las administraciones que se centren en buscar alternativas para mantener los puestos de trabajo: “Todo pasa por que llegue otra empresa y así se lo hemos planteado”, concluye García.
Tras 41 años operando en Salas, las instalaciones de la firma láctea cerrarán antes de final de año, si nada lo remedia. Los trabajadores más veteranos de la plantilla -compuesta por casi setenta fijos y una decena de estacionales- podrían optar a una prejubilación. El resto, aproximadamente la mitad, ven su mejor opción en que otra compañía quiera producir en la misma planta.