Las enfermeras del hospital público de Cabueñes se manifestaron la noche del jueves para denunciar las jornadas maratonianas, las bajas sin cubrir, la falta de vacaciones y en general la sobrecarga de trabajo que llevan sufriendo desde hace años, y que, denuncian, se ha venido agravando desde la pandemia. Lo hicieron con humor. Con una de ellas dando latigazos a las otras, como si de una plantación esclavista se tratara. Elena Pérez, de la CSI, explica que están reivindicando “al menos tres enfermeras y tres auxiliares por planta para poder llevar la jornada laboral con un mínimo de dignidad y de calidad”.
Aunque después del toque de atención el gerente las ha llamado para escuchar sus peticiones, las enfermeras anuncian que van a seguir dando guerra contra la falta de personal y los “contratos miserables”. El lunes 4 la sección sindical de CSI ha convocado movilización a las 14h a la puerta del hospital gijonés.