Protestas ante la visita de Teresa Ribera a Asturias

Una llamativa confluencia de colectivos visualiza las críticas a las políticas medioambientales del Gobierno y de la UE.

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Kike Gallart
Kike Gallart
Oviedo 1978. Redactor jefe de lamayoria.online, colaborador de nortes.me

Las políticas medioambientales y de lucha contra el cambio climático tienen impacto en nuestras vidas y además, si están dirigidas por criterios de mercado como en el caso de la UE y España, generan contradicciones sociales.

Esto se hizo patente ayer durante la visita de la Ministra Teresa Ribera a Asturias para participar en el evento Initiative for coal regions in transition que se celebraba en el Calatrava de Oviedo. Esta es una iniciativa de las instituciones europeas para, formalmente, ayudar a las regiones cuyo desarrollo económico ha estado vinculado a la extracción y explotación del carbón como fuente de energía industrial. Asturias sería una región paradigmática dentro de este grupo y tocaba ser sede de este evento, así como visita de la ministra del ramo. Sin embargo, en opinión de los críticos, este tipo de eventos serían un postureo de la UE.

Por una parte los sindicatos mineros convocaron a la plantilla de las subcontratas de HUNOSA, para las que piden la incorporación a la matriz.:

“Queremos que se visualice la realidad de un proceso que está siendo injusto” señaló Damián Manzano, Secretario de la Federación de Industria de CCOO de Asturias. “La realidad es la que está aquí fuera, detrás de estas vallas, la de las subcontratas de HUNOSA, la de los trabajadores y trabajadoras de la minería, la de la factura de la luz de todos los españoles” recalcó Manzano, que considera “una chapuza” la forma en que se están gestionando las políticas de transición y “una injusticia que está dejando a mucha gente fuera”.

“La transición debe ser justa para todos, y al decir esto nos referimos tanto a los trabajadores de HUNOSA, como a todos aquellos que trabajan para HUNOSA aunque sea en subcontratas” sentenció el dirigente sindical.

Javier Díaz Diaz, trabajador de las subcontratas de HUNOSA informó de que “somos 150 trabajadores en una situación terrible, sin alternativas de futuro más allá de final de año que finalizamos el contrato, ¿Esta es la transición que tanto pregonan esta ministra y este gobierno? No hay transición, y mucho menos justa”.

Es por esto que los sindicatos mineros están pidiendo la incorporación de la plantilla de las subcontratas a la empresa matríz HUNOSA.

José Luis Alperi, secretario general del SOMA, se quejó de que “cuatros años después del acuerdo de 2018 la realidad es que no hay empleo alternativo, no hay actividad industrial y en el acuerdo de las térmicas ni Naturgy ni Iberdrola están presentando planes de acompañamiento”. Alperi critica que “las empresas energéticas campan a sus anchas” y exige que el Gobierno “sea el garante del cumplimiento de los acuerdos”.

En los últimos tiempos, y a raíz de la situación energética global, la escalada de precios y la guerra, los sindicatos mineros están abriendo el debate sobre la posibilidad de reabrir y reactivar la producción y consumo de carbón en Asturias y en otros lugares del país “al ser la única fuente de energía autóctona en España”. Afirman que “en Europa se está volviendo a apostar por generar energía a través del carbón”. Sin embargo según algunos especialistas en la materia esta es una información que habría que matizar mucho. Si bien el tema de reabrir el carbón no era el motivo principal de la convocatoria, algunos carteles y camisetas mostraban simpatía hacia esta idea.

Por otro lado también tuvieron presencia las reivindicaciones de colectivos ecologistas y de defensa del medioambiente, como la Plataforma “Hay alternativas a la Ronda Norte” que venía a entregar una carta a la ministra en la que critican que “en pleno siglo XXI se esté planteando una barbaridad como la Ronda Norte y el Ministerio de Transición ecológica no haga nada”. Incluso hubo pancartas contra la apertura de la regasificadora del Musel, una política que desde estos colectivos ambientalistas se señala como muy contradictoria para un gobierno que hace bandera de su ecologismo.

Por último, los trabajadores de Saint Gobain en Avilés, que se encuentran en plena lucha y movilización contra los despidos de la multinacional cristalera se pusieron en primera línea. Y los ganaderos también estuvieron presentes convocados por UCA y UPA, que trasladaron su disconformidad con las políticas de protección del lobo que, en su opinión, están sometiendo a la ganadería extensiva asturiana a una presión que las hace inviables.

Sin duda, una llamativa confluencia de colectivos, aderezada con el clásico maíz para los esquiroles, que muestra que las políticas de lucha contra el cambio climático dirigidas por el mercado afectan a muchos y contentan a pocos.

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