Hace diez meses los inscritos e inscritas en Podemos Asturies decidíamos abrir una nueva etapa tras siete años con Daniel Ripa al frente de la Secretaría General, cargo que venía ocupando desde la fundación del partido y que, aún, aspiraba a renovar. Entonces, las diferentes sensibilidades existentes dentro de la formación en Asturies supieron entender el momento vital que para nuestra organización suponían unas primarias que servirían para elegir a la nueva dirección autonómica, personas unidas bajo la candidatura de Puxu que no solo fue capaz de unir sensibilidades sino de recuperar a compañeros y compañeras desencantadas tras años de deriva incierta.
Efectivamente, nos encontrábamos hace diez meses en un punto de no retorno que amenazaba con un futuro panorama electoral sombrío, debido a la incapacidad manifiesta para hacer una lectura realista del golpe sufrido en las elecciones autonómicas de 2019, que supusieron la pérdida de cinco de los nueve diputados en la Junta General, pero también la pérdida de un buen número de concejales y concejalas en los concejos, una lenta sangría de compañeros que habían participado de la fundación del partido en Asturies pero que abandonaban sus cargos orgánicos, además de un buen número de militantes que se alejaban de la participación activa.
Por eso, en ese preocupante panorama donde una hermética dirección no era capaz de entender las necesidades orgánicas y ahondaba en su alejamiento respecto a unas estructuras territoriales cada vez más endebles, Puxu tuvo la capacidad de ofrecer el, quizás, más preciado valor que puede caracterizar a un proyecto político: la ilusión. Ilusión a la que ponía palabras una asistente al acto de campaña celebrado en diciembre en el casino de Llanes, cuando al finalizar el mismo nos trasladaba que había sentido la “misma ilusión que al principio”, aquél mágico 2015.
Por eso, hace diez meses elegimos un nuevo modelo de partido más comprometido con su propia gente, que iba a poner de relieve el trabajo realizado en los territorios por personas que llevaban años poniendo su tiempo personal, de manera desinteresada, a disposición de Podemos Asturies. Por eso, Sofía Castañón obtuvo la victoria el pasado diciembre, por representar la ilusión por la recuperación del proyecto político en el que muchos nos embarcamos para cambiar las cosas.
“Puxu tuvo la capacidad de ofrecer el, quizás, más preciado valor que puede caracterizar a un proyecto político: la ilusión”
Poner de relieve el valor del trabajo realizado no solo consiste en dar voz sino, sobre todo, en desplegar las herramientas necesarias para llevarlo a cabo. Un partido político va mucho más allá de su grupo parlamentario y no existe si no es capaz de tener presencia y desarrollar trabajo en los diferentes territorios, que son nuestros concejos.
Como portavoz de Podemos Llanes . Y en esa visión de conjunto, la territorialidad es clave. Puxu supuso la oportunidad de recuperar una de las premisas con las que Podemos vio la luz: la revisión de la idea de municipalismo que, frente a la vieja política de sucursales, ponía encima de la mesa la oportunidad que, para mejorar la vida de la gente, representa la primera escala de la democracia.
La capacidad que, desde Llanes, hemos tenido durante estos años para ser protagonistas y determinantes en la política local, pese a no contar con representación en el Ayuntamiento, se ha debido en gran parte a la intención de desarrollar el municipalismo como verdadera opción política con capacidad transformadora. Y en esa tarea, afortunadamente, no hemos estado solos. El trabajo de nuestro diputado Rafael Palacios, durante estos años, nos ha permitido elevar las necesidades e intereses de nuestros vecinos y nuestro concejo a la Junta General. Con él hemos podido destapar escándalos urbanísticos, logrado importantes intervenciones de recuperación en nuestro patrimonio cultural, anunciado propuestas en materia de vivienda y plantear un plan integral para un nuevo modelo turístico que, alabado por el propio sector, supone la única propuesta conocida en materia de turismo de un partido político en nuestro concejo en los últimos siete años. Con nuestra diputada Nuria Rodríguez, hemos logrado mejoras para el sector ganadero, a quien hemos dado voz en el parlamento asturiano; hemos defendido al sector pesquero y al de la tradicional actividad de recolección del ocle, además de atender a necesidades vecinales relacionadas con las infraestructuras en el medio rural. La colaboración mantenida con nuestra Coordinadora Autonómica y parlamentaria en el Congreso de los Diputados, Sofía Castañón, ha permitido desbloquear uno de los temas más sensibles y complejos que llevaba años atascado en Llanes y ante el que el propio Gobierno municipal había tirado la toalla: el pasado mayo se aprobaba nuestra PNL para la devolución de la titularidad pública a la iglesia de San Antolín de Bedón. Y el trabajo de nuestra militancia con personas como el compañero en Llanes, César Alonso, y la Secretaria de Servicios Públicos de Podemos Asturies, Tamara Schulz, dio como resultado la propuesta que Podemos defenderá para la Formación Profesional del Oriente.

Todo ello (de manera necesariamente resumida para poner las cosas fáciles al lector) es buena muestra de una manera de trabajar que entiende que esta organización política no puede sobrevivir sin los territorios y los y las militantes que desarrollan su labor en nuestros Círculos.
Alba González ha dado ahora un paso más en ese camino que, como Secretaria de Organización, hace diez meses se puso por objetivo recuperar para la militancia una organización política fundamental para Asturies. La próxima apertura de nuestra sede, en Llanes, sumada a las recientes aperturas en otros concejos, es buen ejemplo de ello. Entender la labor desarrollada en Llanes por nuestro Círculo y la importancia de que Podemos forme parte de este Ayuntamiento, que es cabecera de la comarca del Oriente, es entender, respetar y poner en valor el trabajo desarrollado por la militancia, aquí y en el resto de territorios, pero es también entender que el municipalismo es, como decía Iago Martínez, la mejor “trinchera de la proximidad”, aquella desde donde mejor se pueden impulsar las medidas que más directamente pueden mejorar la vida de quienes nos rodean.
Por eso, ahora no decidimos qué modelo de partido queremos. Ahora debemos procurar dar solidez y continuidad al camino que iniciamos el pasado diciembre y que, con Sofía Castañón como Coordinadora y Alba González como candidata de En Comuña a la Presidencia del Principado, mejor va responder a los anhelos de transformación social que representa Podemos en Asturies.