En los ambientes de la izquierda asturiana se venía pidiendo desde hace tiempo un espacio de encuentro entre las distintas fuerzas progresistas. Izquierda Unida ha dado el primer paso con Convocatoria por Asturies, celebrada el pasado sábado en Piedras Blancas. Una cita en la que se habló de política, de sindicalismo, de municipalismo… La última de las mesas consistió en un encuentro entre los partidos progresistas donde se pusieron sobre la mesa las muchas cosas que nos diferencian pero también aquella otra que más nos une: la voluntad de encontrarnos en el camino hacia una Asturies diferente.
Aún es pronto para aventurar si existen mimbres que permitan construir una propuesta electoral de cara al 28 de mayo. Faltan muchos gestos, muchas reuniones y mucha reflexión. Y es necesario precisar que las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo son solo un hito más en un camino que es largo y sinuoso. Un camino en el que tenemos por delante un ciclo electoral que puede terminar, en el peor de los casos, con la extrema derecha en el gobierno. Con esa amenaza sobre la mesa, es imperativo que todos hagamos nuestro mejor esfuerzo por escucharnos los unos a los otros y empatizar con el resto de fuerzas políticas progresistas.

Por supuesto, quienes tienen una mayor capacidad de iniciativa son los partidos con representación parlamentaria. Izquierda Unida ya ha dado un paso muy importante con Convocatoria por Asturies. Y Ovidio Zapico se perfila ya como el líder con mayor capacidad de tejer acuerdos. La coalición además siempre ha sabido poner en valor la cultura del pacto como una de las herramientas más útiles para hacer política en democracia. Los conflictos internos en Podemos, por el contrario, dificultan que los morados puedan siquiera ejercer ese papel si no son capaces de resolver pronto sus disensos sin que por el camino se quede una mitad de la organización. Los ciudadanos y las ciudadanas no perdonarían que los partidos progresistas se convirtieran, debido a sus cuitas internas, en un problema más y no en quienes tienen la responsabilidad de solucionarlos.
Quedan por delante unos meses apasionantes, en los que se decidirá si hay voluntad y capacidad de construir un espacio político nuevo, que sea capaz de integrar diferentes sensibilidades tanto de la sociedad civil como de la política y que resulte atractivo e ilusionante para los asturianos y las asturianas. O si por el contrario la batalla contra las fuerzas reaccionarias la vamos a librar con las mismas herramientas de siempre, melladas y con escasa capacidad de seducción. Todas las fuerzas políticas tenemos que aportar nuestro mejor talante. Generosidad, humildad y empatía son los valores a reivindicar en ese proceso. Serán los ciudadanos y las ciudadanas de Asturies quienes juzguen si hemos sabido estar a la altura o si les hemos ofrecido lo mismo de siempre, solo que un poco más viejo.