Si hace apenas tres semanas una encuesta de SigmaDos preveía que Vox podría doblar su porcentaje de votos y escaños en la Junta General en las próximas elecciones autonómicas, hoy la sección asturiana de la formación ultraliberal parece estar encaminándose al abismo político. A cuatro meses de la cita electoral nada se sabe de posibles candidatos para sustituir a Ignacio Blanco al frente del partido y tampoco de la candidatura autonómica. Es más, la renuncia del ya exportavoz en la Junta General y exlíder de la entidad conservadora parece ser la punta del iceberg de un derrumbe crítico, con goteo de abandonos, pérdida de afiliados y ausencia de organización interna.
Fuentes cercanas al partido de Santiago Abascal han explicado a Nortes que no solo se trata de la pérdida del cabeza visible a nivel autonómico, de un concejal en Oviedo (Hugo Huerta, ahora edil no adscrito) y de la vicesecretaria de Organización, Mónica Castro Rivas, que también ha dimitido recientemente. Además, se han ido entre entre ocho y doce coordinadores de zona en los últimos meses, y la afiliación al corriente de pagos ha caído en un año y medio de 1.150 a unos 700.

Nadie se postula
Sobre la candidatura autonómica las mismas fuentes señalan que han sonado varios nombres, pero nadie se ha postulado ni ha tomado ninguna iniciativa. Uno de ellos ha sido el de la concejala ovetense Cristina Coto. Sin embargo, la edil parece ya estar inmersa en la campaña electoral para optar a la alcaldía de la capital.
No parece tampoco haber un consenso en la formación conservadora sobre la idoneidad de esta portavoz municipal para liderar un proyecto autonómico. Si bien cuenta con el aval de su experiencia, también carga con la mochila de su itinerancia política (ha pasado por tres de los cuatro partidos de la derecha: PP, Foro y Vox). Varios militantes consideran que esto resta garantías de fidelidad a su proyecto.
“La afiliación actualizada ha caído un 30% y varios coordinadores de zona han abandonado en los últimos meses”
De hecho, las prisas por anunciar la candidatura de Coto, y la total incertidumbre sobre otros posibles aspirantes (no solo se desconoce quién liderará la lista autonómica; nada se sabe tampoco de otras plazas importantes, como Gijón o Siero) han generado no poco malestar en el seno de Vox Asturias. “La opacidad es total porque la dirección de Madrid todavía no ha elegido a la persona ideal”, señalan las fuentes consultadas, recalcando el carácter irónico del término “ideal”.
De “situación caótica” y de “desbandada” califican el contexto actual de este partido varios militantes y también exmilitantes, que culpan en parte a la gestión del equipo directivo de Ignacio Blanco. Por un parte, se refieren a sus “formas dictatoriales”, y por otra a su línea política, basada “solo en la destrucción y no en la construcción”.