Un edificio, el Calatrava de Oviedo/Uviéu, y dos concejales con el mismo apellido: Cuesta. Nacho, de Cs, responsable de Urbanismo, en pista de despegue hacia la lista electoral de Alfredo Canteli, Javier, de Economía, enfrentado al alcalde y en retirada a su vida profesional. Mientras el primero pilota la condonación de la deuda con el Ayuntamiento al fondo suizo que adquirió el pasado año el centro comercial Calatrava, el otro corregía en diciembre, en mitad de un pleno, a Canteli. “Es contrario a derecho” señaló Javier, dejando claro que el IBI del centro comercial de Calatrava debe pagarse sí o sí por parte de su nuevo propietario: el fondo suizo Varia. Este miércoles Javier ha vuelto a desautorizar a Nacho, y por extensión a al alcalde. Tanto el PSOE como Somos Oviedo/Uviéu han señalado que el concejal de Economía ha negado que los técnicos municipales hayan emitido un informe que valore la galería comercial del Calatrava, mientras que el titular de Urbanismo, Nacho Cuesta, sostiene que existe ese dictamen.
Varia se quedaba a principios de diciembre con el centro comercial Calatrava como compensación por la deuda de 4,8 millones que Estabona Management, anterior propietario del recinto comercial, tenía con el fondo suizo. A esta deuda debían sumarse otros 3,3 millones en concepto de IBI adeudado al Ayuntamiento de la capital asturiana. Desde entonces Cuesta y Canteli se han esforzado por presentar ante la opinión pública como posible y deseable el “perdón” del IBI a cambio de una parte de la superficie comercial adquirida por Varia. Un gran negocio según ambos políticos, empeñados en aliviar de deudas a Varia a cambio de quedarse con unos locales cuyo uso sigue sin estar claro: ¿Ferias y congresos?

Tras encargar un informe al catedrático de Derecho Financiero y Tributario José Pedreira, el edil de urbanismo ha presentado una solución: cobrar 1,1 millones de euros a Varia, un tercio del IBI que adeuda, y recibir a cambio 20.000 metros cuadrados del fallido centro comercial. Según Nacho Cuesta los técnicos municipales valoran en 11 millones de euros las dos plantas que se quedaría el Ayuntamiento. De existir ese informe, resultaría, cuando menos chocante, que el precio del centro comercial Calatrava se haya multiplicado desde los 157.000 euros por todo el inmueble en la última subasta, celebrada a finales del año pasado, y que quedó desierta, hasta los 11 millones por solo una parte. Una revalorización récord en apenas dos meses.
Para el portavoz socialista Wenceslao López, la operación en torno al Calatrava “no busca el interés público, sino una dación en pago encubierta”, y añade otro interrogante “¿Qué hace un abogado mercantilista socio en ejercicio de un despacho concursal, metiéndose en un concurso de acreedores al margen de los funcionarios?”.
En el mismo sentido Rubén Rosón, de Somos Oviedo/Uviéu, ha manifestado que “el Ayuntamiento debe defender los intereses municipales y cobrar ese IBI”. A su juicio, las palabras del concejal de Economía “dejan en evidencia las mentiras y falsedades” del concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta”