Casi dos decenas de colectivos ecologistas asturianos, entre los que se encuentran la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, Ecoloxistes n’Aición d’Asturies, Greenpeace, Biodevas o Rebelión Científica Asturias, han suscrito un comunicado conjunto contra el proyecto de Plan Forestal del Principado. Según los grupos ambientalistas, el Ejecutivo de Barbón pretende “aumentar las plantaciones de eucaliptos, legalizar las plantaciones de especies ilegales de Eucalyptus nintens, autorizar especies invasoras para las plantas de biomasa”, además de “pasar por alto el problema de los incendios forestales y la emergencia climática”.
“A los grupos ambientales nos ha sorprendido que la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial convoque una reunión del Consejo Forestal para el 15 de marzo, con la presentación del Plan Forestal de Asturias como único punto del día, sin haber respondido todavía a las numerosas alegaciones que habíamos presentando los diversos grupos contra dicho plan, que pretende entre otras cosas aumentar la colonización del eucalipto en nuestros montes en detrimento de la biodiversidad”, se lee en su comunicado.

Los ecologistas insisten en que es necesaria “la paralización de las plantaciones de eucalipto en vez de aumentarlas, como se pretende, y que se debe buscar una mayor diversificación de especies en nuestros montes productores, dando así un giro radical a la política forestal asturiana”.
Sin embargo, lamentan, no es esa la dirección que toma el proyecto previsto por el Principado, que “pretende legalizar las plantaciones realizadas ilegalmente de la especie Eucalyptus nitens, que ya están plantados al límite con Galicia y fomentar nuevas plantaciones de ésta y otras especies de eucalipto, con el riesgo de que, al aumentar el alcance altitudinal, que llegaría hasta los 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar, espacio hasta hoy predominante para especies autóctonas”.
Al mismo tiempo denuncian que el Plan Forestal contempla “plantaciones de especies generalmente alóctonas, invasoras y de crecimiento muy rápido para alimentar las centrales de biomasa, en lo que constituye realmente un despropósito desde el punto de vista de la sostenibilidad y la necesaria reducción de emisiones contaminantes y de efecto invernadero. El plan aboga por la potenciación de la biomasa, sin tener en cuenta que la quema de materia vegetal para producir energía, o a escala industrial como combustible para calefacción resulta contaminante”.
Por último, los grupos ecologistas dicen “echar en falta en el proyecto de modificación del plan forestal dedicar espacio a un grave problema que cada vez se muestra con mayor crudeza: los incendios forestales y los necesarios acotamientos al pastoreo de zonas quemadas. Creemos que el plan forestal debería analizar los riesgos de incendios forestales e implementar más medidas de prevención, entre las que consideramos muy necesaria la mayor vigilancia en los momentos de riesgo (sequía y viento sur), la conservación y mantenimiento de los caminos, puntos de agua y demás infraestructuras preventivas contra incendios forestales”.