Lo punkie ‘toma’ el Muyeres Fest

Una edición apoteósica que convirtió el Filarmónica en un espacio vibrante y reivindicativo.

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Elena Plaza
Elena Plaza
Periodista, formadora en género, contadora de historias y enredada entre ruralidades. En mi haber cuento experiencias maravillosas como Atlántica XXII o Rural Experimenta.

Ya lo decía Elena Fernández Suárez, de Yetooponese: que uno de los grandes éxitos del Muyeres Fest es “la actitud de la gente que viene”. Se refiere a la que asiste, la que se sienta y participa desde el patio de butacas, la que disfruta esta selección gourmet que las Ye too nos traen cada año. La gran Mariajo Baudot, Jojo, maestra de ceremonias sinigual (y “con un morro y un coño bien grande” para subirse con ese descaro al escenario, como ella aseguraba) confirmaba, exuberante, a la salida, entre saludos y abrazos, que “la energía que se crea ahí arriba es bestial, hay una vibración increíble”.

Mariajo Baudot. Foto: Alisa Guerrero.
Público disfrutón. Foto: Alisa Guerrero.
Un c0ñ0 bien grande en lenguaje de signos. Foto: Alisa Guerrero.

Y es que un año más el Muyeres Fest lo petó en asistencia y en programación. Un festival protagonizado por mujeres artistazas, siempre algún descubrimiento, siempre diversión, siempre reflexión, crítica y reivindicación. Pero siempre muchas risas y muy buen rollo. Una carga de energía, de pilas que se ven los chispazos desfilar al salir del Filarmónica.

Las hippies de las Femfarria Asturies Combo ya animaron desde la calle los últimos momentos de espera y a ritmo de metal y percusión, poniendo al público de pie y calentando motores a ritmo de charanga callejera.

Las Femfarria Asturies Combo. Foto: Alisa Guerrero.
Las Femfarria Asturies Combo. Foto: Alisa Guerrero.

Unas hippiosas con mucho peligro, señalaban este par de señoras del Oviedín de toda la vida, madre e hija, que, acompañadas de las cenizas del difunto patriarca y embutidas en sus pieles, formaron parte del público en un proceso de liberación que fueron mostrando poco a poco en cada una de sus intervenciones. Simplemente es que las Trivilorio Impro son magníficas. Junto con Jojo forman parte del ADN del Muyeres con sus improvisaciones teatrales.

Trivilorio Impro. Foto: Alisa Guerrero.

Irrumpía entonces una bailarina de ballet punk, con su tutú, sus botas converse y sus tatuajes, entre pliés y demi pliés. Cómo definir a la Baudot… ¡arrolladora! Y así arrancaba el primer bloque del Muyeres Fest.

Mariajo Baudot. Foto: Alisa Guerrero.

Noemí G. es una joven poeta que presentó una intimidad maravillosa, llena también de denuncia y reivindicación, repartida en cuartetas y otras estrofas, adaptadas algunas de ellas a los sones tradicionales de pandereta, pandero y cucharas con las que compartió escenario con la cantadora de tonada Sandra Álvarez. ¡Cuánta fuerte delicadeza encima del escenario!

Noemí G. y Sandra Álvarez. Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.

Más fuerza arrolladora con la gijonesa Laura Llera sobre el escenario. Esta música handmade hace trap, reguetón y también es productora. Una asturiana ubicada al sur del Pajares pero que en muchos de sus temas muestra a Asturias, bien es sus visualizer, bien con versiones tan electrónicas como este himno compuesto por Manuel Carrizo en 1956, Pescadores, o la tan tradicional tonada Al pasar por el puertu.

Laura Llera. Foto: Alisa Guerrero.

Shakira, Shakira hizo acto de presencia en el escenario del Filarmónica para dar paso al segundo bloque en el que impresionaron las jóvenes bailarinas de Etymos Danza, coreografía de Candela Guerrero. Una alegoría materializada a través de los cuerpos danzantes que nos hablaron de etiquetas, de locas del coño, de Histéricas/Históricas. Una maravillosa manera de reivindicar, a través de la danza, por las libertades de las mujeres, por romper las cadenas y por salir de los compartimentos estancos.

Shakira/Mariajo Baudot. Foto: Alisa Guerrero.
Etymo Danza. Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.

En una gala con tanto acento no podía faltar la Faraona aka Baudot. Una Lola Flores, intensa como lo era ella, tan genial cuando recitaba y cuando cantaba, con su ‘Hey’. Una Faraona/Baudot arropada por su familia, el Pescaílla a la guitarra, y Lolita y Rosarillo buscando un pendiente que nunca apareció.

Foto: Alisa Guerrero.
La familia Flores. Foto: Alisa Guerrero.

Un colorido seguido del colorido punkarra de las Marikonadas las Justas. Vestidas con su atuendo habitual, un pijama-bata, las cuatro multiinstrumentistas se presentaron como ‘Señora punk’, para acabar cantando un anarkocuplé que soltó las risas y fue coreado por el público divertido. Tanto activismo hizo declararse también punki a la hija-Trivilorio, que acabó derramando las cenizas del patriarca(do) sobre el escenario mientras la madre navegaba entre ellas, intentando recuperar el sometimiento ante la mirada de la hija: “Mamá, pasa página”. Y de ahí a un semi-streaptease pidiendo cita a Paco para el tinder…

Marikonadas las justas. Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.

El humor es una buena manera de hacer llegar la reivindicación. Pero el Muyeres Fest también sabe ponerse seria para la reflexión más profunda, que en esta edición vino de Oleksa Bartka, una refugiada ucraniana que, a través de su trabajo como productora audiovisual, repasó lo que ha sido, lo que es, este año largo de guerra y migración. De qué es lo que lleva una persona refugiada y, fundamentalmente, es el recuerdo de los que aman, son las lágrimas, es la cultura, es la esperanza de que un día terminará. Y es el homenaje a los que se quedaron, como su sobrino Danka, que decidió defender su país de la invasión, y que fue muerto, a los 19 años, por un misil ruso. Una barbarie que también le ha mostrado la cara amable de aquellas personas que la han acogido y acompañado en este tiempo.

Oleksa Bartka. Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.

Como gran colofón la ibiense Lorena Álvarez, otra asturiana migrante que triunfa fuera de Asturies y que nos regaló un ramillete de tres canciones, divertidas y juguetonas, pero no por ello menos reivindicativas, como Si tú eres mi hombre. El arte de decir mucho con poco.

Lorena Álvarez. Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Foto: Alisa Guerrero.
Bárbara. Foto: Alisa Guerrero.
Vanessa. Foto: Alisa Guerrero.

Y así concluía una nueva edición, traducida, como no, al lenguaje de signos por Bárbara y Vanessa, parte también del espectáculo. ¿Cómo definirlo…? ¡Apoteósico!

Apoteosis final. Foto: Alisa Guerrero.

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