En los actos de los grandes partidos nacionales en Madrid, cuando toca llenar la panza, suelen aparecer de la nada camareros en camisa blanca y delantal negro portando unas bandejas que van acercando a los corrillos de tertulianos, comensales y gorrones. El menú consiste en sofisticados canapés de aspecto aerodinámico y colores suaves, delicadas virguerías de marisco con salsas de japonesas o bocados de secreto ibérico elaborados en un catering de Chamberí. Las viandas que se sirvieron este sábado en la puesta de largo de las candidaturas de la España Vaciada, en un local cerca del Rastro de Madrid, dan cuenta de un partido con una composición sociológica y cultural bien distinta a la de las grandes estructuras de la capital.
Llegados de Almería, Palencia, Asturias, Cuenca o Teruel, los candidatos y militantes se afanaban para cortar con sus propias navajas hogazas de pan, ruedas de queso, tortillas caseras y empanadas que habían traído desde el pueblo en los maleteros de sus coches. Sobre la mesa, torreznos de Soria, cecina de León, vino de La Rioja, jamón de Talavera, hornazo de Salamanca, bollos preñaos del Occidente asturiano. Vasos de plástico, dedos grasientos y conversaciones sobre la cosecha de este año o acerca de cómo ha cambiado el pueblo desde que pusieron molinos eólicos.
“Nos hemos reunido en Madrid todos los partidos de la Federación de Partidos de la España Vaciada porque hoy, con este puente, esta es una ciudad desierta por la gente que se va a sus pueblos”, declaraba a NORTES Raquel López Murias, candidata a la presidencia del Principado por SOS Asturias, “Madrid es un símbolo de la España Vaciada porque está llena de gente que tuvo que salir de sus pueblos”.

El partido concurre por primera vez a las elecciones autonómicas, y su principal reclamación pasa por “el equilibrio territorial. Que la gente pueda vivir con oportunidades en el lugar donde decida, que es algo que ahora no está pasando”. Para lograrlo su propuesta consiste en “empleo, empleo y empleo. Hay que luchar por una fiscalidad justa para que la gente pueda tener un proyecto de vida en el pueblo. Pensamos en ofrecer a las empresas suelo a coste cero con la obligatoriedad de contratar en la zona. Si hay empleo la vida continúa, no cierran los colegios, hay hospitales y arreglan las carreteras”.
SOS Asturias nace “del hartazgo de la gente” y de un grupo de personas “sin pasado político y sin mochilas”. López Murias, que encabeza la lista por la circunscripción central, tiene claro “que vamos a obtener representación, y probablemente seamos la llave del gobierno”. En el acto estaban también Miguel Herrero Hurlé, bombero y cabeza de lista por el Oriente y, en representación de la circunscripción occidental, el policía local Julio Cabal, que es también presidente de la asociación de vecinos de Belmonte de Miranda.

“No tenemos recursos ni medios, pero nos dejamos la piel para transformar Asturias”, dijo Herrero en su intervención, “queremos que sea posible tener un proyecto de vida con dignidad en cualquier punto del territorio, y no que Asturias se convierta en una zona de sacrificio”. Durante su discurso, a Herrero le pasó factura la inexperiencia, se le cortó la voz y reconoció su nerviosismo ante el auditorio. Lo mismo les ocurrió a otros dos o tres oradores de distintas provincias, en una muestra en vivo y en directo de cómo un partido amateur intenta abrirse paso hacia las instituciones.
La propia López Murias fue la encargada de presentar y moderar el evento. “Hoy la España Vaciada llena un Madrid desierto”, empezó la asturiana, “porque Madrid es el mayor pueblo de este país”. Tras recordar su infancia en el mundo rural asturiano, López alertó de cómo los pueblos “fueron perdiendo derechos” hasta quedar casi “asfixiados”. La reacción ha tomado forma en esta federación de partidos de la España Vaciada que, según se dijo en intervenciones posteriores, aspira a formar un grupo parlamentario propio tras las elecciones generales de noviembre.

Se subieron al estrado los candidatos del partido en León, Palencia, Valladolid, Cuenca, Teruel, Talavera de la Reina, Soria, Huesca, Salamanca y Zaragoza. El espacio se llenó solo a medias, con 3 ó 4 filas de sillas vacías. Los discursos hicieron hincapié en la necesidad de practicar una política “que hable del día a día”, como dijo el candidato por León. Comunicaciones, internet, consultorios médicos, escuelas y una burocracia que abruma a los pocos agricultores y ganaderos que van quedando en las zonas rurales.
También se criticó muy duramente el abandono institucional de las zonas rurales y las promesas electorales repetidamente incumplidas. “Nos han forzado a hacer estas candidaturas”, lamentó Tomás Guitarte, el diputado de Teruel Existe en el Congreso que intervino en último lugar, “si queremos futuro en nuestros territorios, tenemos que estar en las instituciones”.

La guinda del acto la puso el cantautor y candidato del partido por Cuenca Ángel Corpa, uno de los componentes del mítico grupo Jarcha y autor de aquella “Libertad sin ira”- “pero yo solo he visto gente muy obediente, hasta en la cama”-que se tomó en su día como himno oficioso de la Transición. Arrancó con una versión cantada de los “Vientos del pueblo”, de Miguel Hernández-“ ¿quién habló de echar un yugo sobre el cuello de esta raza?”-que se quedó truncada al poco del final por la emoción del cantante. Los aplausos del público completaron las últimas estrofas.
Una vez recuperado el resuello, Corpa interpretó “Ahora”, el himno que ha compuesto para el partido. Otra vez aplausos y fotografías. Ya era hora de pasar a la mesa.