“La energía eólica no es incompatible con otros usos del territorio”

"El impulso a eólica y fotovoltaica ha supuesto el cierre de treinta grupos térmicos de carbón" destaca Paco Ramos, de Ecoloxistes n´Aición.

Recomendados

Ismael Juárez Pérez
Ismael Juárez Pérez
Es periodista.

Paco Ramos es militante de Ecoloxistes n´Aición d´Asturies y uno de los responsables del área de Energía de Ecologistas en Acción a nivel confederal. Con un activismo que se remonta a los años setenta, pretende dejar de ser la cabeza visible del colectivo “porque además hay mucha gente preparada y más joven con ganas de coger el relevo”. En cada una de sus respuestas uno percibe cierto tono didáctico que busca hacer comprender la importancia de las energías renovables y “de los profundos cambios que han traído y van a traer”, aunque es consciente de la desconfianza que genera en algunos sectores y núcleos poblacionales. Ante ello se muestra conciliador aunque es claro con sus palabras: “El proceso es imparable”.

¿Cree que la sociedad asturiana está preparada para los cambios que pueden venir con la transición energética?

Ahora mismo lo está bastante más que hace tres años. La realidad se impone. Hubo un rechazo inicial por un grupo compuesto por sindicatos, patronal y gobierno. Durante años ha habido un autoengaño. Se creía que la mina nunca se iba a cerrar. La creación del Instituto para la Transición Justa ha jugado muy buen papel, además de todos los cambios que ha habido después del Covid que han ayudado a comprender esa realidad que no se quería asumir.

No obstante, hablamos de transición energética, pero en el caso asturiano, en realidad, estamos hablando de la transición del modelo de generación eléctrica. Eso es algo mucho más simple. Ya quisiéramos estar en la transición energética, con todo lo que eso implica: transporte, movilidad, industria, etc. Lo nuestro es una parte muy importante de la transición energética porque, además, es la más sencilla en términos tecnológicos y es la que está más en marcha.

Aunque pueda parecer obvia la respuesta ¿por qué es necesaria la transición ecológica?

Desde el punto de la realidad física, tenemos unos modelos, transformaciones y utilizaciones de la energía que son totalmente insostenibles porque están basados en combustibles fósiles los cuales son finitos. Por otro lado, tenemos la realidad de los efectos ambientales. La crisis medioambiental es fundamental para entender el problema. No podemos seguir aumentando los niveles de dióxido de carbono a la atmósfera que ya están teniendo unos efectos inevitables, no ya sobre el planeta, sino sobre las personas que habitamos en él. Hay otros contaminantes asociados a ese consumo de energía basado en combustibles fósiles de los que en Asturias sabemos mucho porque siempre los hemos tenido: óxido de nitrógeno, óxido de azufre, provocación de lluvia ácida. Todo indica que había que abandonar esa senda lo antes posible. Por desgracia estamos muy lejos de conseguirlo a nivel global. En el ámbito de actuación asturiano y también español se ha recorrido un camino, pero el objetivo que no debe abandonarse es la meta global.

“Asturias se convertirá en una importadora de energía eléctrica desde otras partes del Estado, algo que no será problema si la energía es de origen renovable.”

¿Cree que Asturias llegará a ser capaz de producir tanta energía con las renovables como lo hizo o hace con el carbón?

Nunca, jamás. Es una imposibilidad física. Esta discusión la hemos tenido desde el inicio, por ejemplo, con sindicatos o con el propio gobierno regional. Ellos decían que estábamos en una transición exprés. Por eso, entendían que había que ir cerrando las centrales térmicas a medida que fueran siendo sustituidas por renovables. Eso es imposible. Y lo es porque no tenemos recursos. En su momento Asturias jugó un papel en la generación de electricidad porque tenía carbón y agua, pero cuando cambiemos a otro modelo, donde lo que prime sea el viento y el sol, Asturias no podrá generar electricidad en igual medida porque no cuenta con el viento y el sol necesarios. Lo que va a haber es un cambio en toda la Península Ibérica y en Europa. En Asturias la insolación es baja. No tenemos ya grandes ríos donde hacer nuevos pantanos. Tenemos el recurso eólico limitado a algunas zonas del oeste asturiano, precisamente por los efectos de la cordillera cantábrica, y no tenemos muchas otras fuentes. Por todo esto, Asturias se convertirá en una importadora de energía eléctrica desde otras partes del Estado, algo que no será problema si la energía es de origen renovable. Hay que tener en cuenta que cuando Asturias generaba toda aquella energía en el pasado, la mitad de ella no era para Asturias, sino que se exportaba, porque para el viejo modelo, aquí había unas condiciones que no había en otras partes. Pues para el nuevo modelo, ocurre al contrario: aquí no hay condiciones adecuadas para generar energía renovable, pero se puede importar de forma limpia. Eso es algo que se debe entender, pero no como un problema.

¿Cuántos puestos de trabajo puede estar generando en este momento la energía eólica en Asturias?

Los propios sindicatos decían: “No se puede perder ningún puesto de trabajo en la minería y en las centrales térmicas de carbón hasta que no se sustituyan por renovables.” La realidad es que, a día de hoy, ya hay más puestos en renovables que en esas empresas. Lo que pasa es que muchas veces no son puestos directos: instalación y generación de renovables. Hay que tener en cuenta el aspecto industrial asturiano. Todos sabemos que el área este de la ría de Avilés está dedicada a las renovables. Desde el acero de chapa gruesa de ARCELOR hasta las instalaciones de estructuras e infraestructuras que se envían hacia Estados Unidos o el norte de Europa. Es decir, gran parte de las energías eólicas y fotovoltaicas, sobre todo en lo que tienen que ver estructuras metálicas de aluminio y acero, se construyen en Asturias. Otro ejemplo: el próximo proyecto de planta fotovoltaica también se va a poder hacer en Langreo con el proyecto de conversión de Vesuvius. Es decir, no va a ser una economía de generación de renovables, sino una economía de industria de renovables.

Paco Ramos. Foto: David Aguilar Sánchez

¿Los molinos eólicos no dañan a la flora y a la fauna?

No hay ninguna duda de que todas las fuentes de generación y transformación energética tienen impactos mediombientales y nosotros lo reconocemos. Depende mucho de los lugares y de las especies de animales de las que estemos hablando. Por ejemplo, en zonas de paso para aves, estos animales pueden verse afectados. Eso es algo inevitable. Sobre otras especies más terrestres, más allá de los efectos que puede haber durante el tiempo que dura la construcción de los molinos, entendemos que los efectos son menores y los animales se terminan adaptando a esos cambios en su hábitat. En cualquier caso, siempre apostamos por hacer una valoración de los daños evitados, es decir, hay que preguntarse: ¿qué pasaría si no se instalara? Tengamos en cuenta que la energía eólica y fotovoltaica en los últimos años ha supuesto el cierre de treinta grupos térmicos de carbón en España. De hecho, ahora el carbón es marginal. Actualmente solo un uno por ciento de la energía eléctrica de este país procede del carbón. Y eso también son reducciones de emisiones que dañan a las aves, al resto de los animales, a la flora, a los seres humanos, a los ríos. Es cierto que un molino puede averiarse en un momento dado y filtrar aceite al suelo, por ejemplo, pero ese daño será infinitamente menor al daño que puede producir en el suelo una avería en una central térmica.

Ustedes han afirmado que el desarrollo de los parques eólicos en Asturias ha estado plagado de irregularidades y que algunas están sin resolver. ¿A qué irregularidades se refieren?

La administración asturiana no se ha caracterizado en muchas ocasiones por ser rigurosa en el seguimiento de muchos planes y programas. Hubo una fase inicial de propuesta de parques eólicas completamente injustificada ni estudiada. Después hubo una moratoria hasta que se aprobó la planificación, pero algunos de los parques que ya estaban aprobados fueron instalados en sitios que más tarde se declaró que ahí no podía haber más parque. Lógicamente si no se hace un seguimiento apropiado de las obras, se pueden producir daños. La administración en este sentido debe ser cuidadosa. Es un problema que además va en contra del propio desarrollo del sector. Si todo el mundo acaba creando rechazo al proceso, es más difícil después poner sobre la mesa la importancia de avanzar en esos proyectos.

“Definir la competencia de los proyectos ha sido un problema administrativo importante. Ahora se está empezando a resolver”

Pero ¿está habiendo una estratégia medioambiental adecuada?

Es un problema que es de origen. Cuando se definieron las competencias en energías se entendió que las grandes plantas, con ubicaciones en más de una comunidad autónoma, debían estar bajo competencia estatal. En cambio, de aquella, en las renovables, como no se sabía muy bien su alcance, se dijo que las de menos de cincuenta megavatios serían de competencia autonómica y las de más de cincuenta, de competencia estatal. Lo que se acabó haciendo es tramitar todo por grupos de cincuenta megavatios, aunque muchos fueran del mismo proyecto, para optar por la vía autonómica que resultaba más rápida que hacerlo por la vía estatal. Definir la competencia de los proyectos ha sido un problema administrativo importante. Ahora se está empezando a resolver.

Si hay un problema de despoblación en la comarca de Oscos-EO, ¿la instalación de molinos no podría agudizar el problema tal y como denuncian en la zona?

Nosotros llevamos más de una década tratando esto en el propio territorio. Antes de que se empezara a hacer eólica en el occidente nos reunimos con la gente de Oscos o de Granda de Salime, y planteamos que nosotros entendíamos que la ubicación de los molinos en Asturias debían estar en esos territorios debido al viento que hay allí y que no encontramos en otras zonas. El resto de Asturias no cuenta con el recurso viento. Entendíamos y entendemos el derecho de la gente a oponerse aunque no compartamos algunas de las razones. El impacto visual en el paisaje es inevitable. Además, donde hay mucho viento, no suele haber mucha población. En cualquier caso, en aquel momento hubo alcaldes que se opusieron a que se pusiera energía eólica y no se puso. Y es que hay que tener en cuenta la propiedad del suelo, si son montes comunales o municipales. Se puede discutir si “eólicas no”, pero “turismo y autopistas sí”. En realidad, son cuestiones de modelo económico. Hay que ver cuáles son las compensaciones por esos territorios. Compensaciones de todo tipo: económicas, de infraestructura, etc. Si la gente no acepta, no avanzamos, eso es evidente. Lo que es verdad es que una central nuclear en mitad de los Monegros no crea rechazo porque no es visible, pero con las renovables, como ocupan territorio y, además, de forma muy distribuida y visible, siempre va a haber más localidades afectadas.

Paco Ramos. Foto: David Aguilar Sánchez

Otra cosa que se dice es que las renovables está en manos de las grandes eléctricas. El cincuenta por ciento sí está en manos de ellas. Pero es que en manos de las grandes eléctricas están las nucleares, las térmicas y las hidráulicas. En cualquier caso, es comprensible, aunque no lo compartamos, el rechazo social en muchos casos, pero no creemos que deba haber una paralización total de los proyectos renovables en un momento de crisis energética.

¿Comprenden también a los pescadores del Cantábrico que se han puesto en pie de guerra por la aprobación por parte del Ministerio de Transición Ecológica de los planes de ordenación del espacio marino (POEM) que contempla el emplazamiento de 19 zonas donde podrían construirse parques de eólica marina?

Eso lo comprendemos mucho menos. En primer lugar, no hay ningún parque eólico, por eso no podemos hablar de que tenemos el mar ya saturado. En Galicia, donde hay más eólica, existe más rechazo. No entiendo lo de Cantabria. No hay más que un parque que no tiene generación renovable y su electricidad va con carbón asturiano, pero ha habido un rechazo total. En el caso del mar no hay ningún parque. Tenemos dificultades para que haya alguno porque no tenemos plataforma continental donde ubicarlos, por lo tanto, será en flotante, algo para lo que queda aún tiempo para materializarse, y además sería minoritario. A lo mejor con un posible y único parque en Asturias. Pero es que no hay ningún proyecto de parques. Estamos confundiendo la tramitación de una planificación que comprende todo. Entendemos que es positiva esa planificación para saber qué reservas podrían poder ser dedicadas a eólicas. Luego ya se verá con cada proyecto, que serán como mucho dos o tres. Todavía no hay proyecto para ver qué dice, dónde se ubica y qué ventajas y desventajas hay. Tampoco es que el sector pesquero sea ajeno al impacto a la biodiversidad o el medioambiente y a la sobrepesca. Si es una competencia entre un parque eólico y una pesca de arrastre, habría que ver cuál produce más impacto medioambiental.

“No se trata de comprar a la gente como hacen en Estados Unidos, sino de dar justas compensaciones”

El antropólogo David McDermot Hughes en su libro “¿Quién es el dueño del viento?” afirma que la forma de persuadir a las comunidades locales para que participen en el negocio del viento es darles una parte del beneficio. ¿Está de acuerdo?

Este planteamiento tiene sus ventajas y también sus inconvenientes. Yo estuve por todo el noroeste de España haciendo campaña contra las expropiaciones de gas de fractura hidráulica. Ahí hubo una intención por parte del gobierno y de las grandes compañías de dar compensaciones. Pero a eso nosotros no lo llamamos compensaciones, lo llamamos soborno. Hay que distinguir entre una cosa y otra. No se trata de comprar a la gente como hacen en Estados Unidos, sino de dar justas compensaciones por aquello que, además, sea asumible. Lo otro no era asumible ni con compensaciones ni con sobornos. Dicho esto, los ayuntamientos siempre cobran por las licencias de obras y de instalación. Luego, la cuestión es a quién se compensa. Se debe compensar al propietario del suelo y este es muy diverso. Puede ser el propio ayuntamiento. Puede ser una comunidad de montes. Así que en ambos casos estamos hablando de una compensación global y colectiva. Y también puede haber propietarios particulares. Depende de esas situaciones, las compensaciones son mejores o peores.

Desde el punto de vista de la participación, eso ya es posible. Hay cooperativas y asociaciones a las que les dan participaciones en plantas. Un precio de fotovoltaica lo puedes regular al precio que quieras, pero un solo generador de eólica vale un millón de euros. Así que asociarse para poner un millón de euros es más complicado para una asociación, para un pueblo o para una comarca. Por otra parte, las compensaciones laborales son menores porque el empleo en las ubicaciones son mucho menores que el empleo en la instalación, producción o fabricación.

Parece haber una disyuntiva entre una visión general o macro sobre cómo luchar contra el cambio climático y una visión más local, pero igual de real, del impacto que los molinos ejercen en el territorio, la fauna y los habitantes del mismo. ¿Se pueden compaginar las dos cosas o entraremos en una época de conflicto como ocurre en muchos otros procesos de transición?

Antes incluso de que hubiera ningún parque eólico en Asturias Hidroeléctricas del Cantábrico, con una apuesta claramente carbonera, presentó informes falsos diciendo que la eólica en Asturias era inviable. Intentaban parar la entrada de las renovables porque iba en contra de su negocio. Nosotros explicábamos que sí era viable y que en algunas zonas, como en el occidente asturiano, era posible porque había el recurso del viento. Evidentemente, cuando se puso el primer parque, aquellas empresas que estaban en contra, viendo que ya era imparable y rentable, se pusieron al frente del negocio. Hoy en día las fotovoltaicas y las eólicas son las más rentables y las más productivas.

Paco Ramos. Foto: David Aguilar Sánchez

Entiendo que el proceso de cambio o transición hay que hacerlo con respeto. Hay que entender que la gente del territorio, que ve como su paisaje cambia o va a cambiar, si no se hace buena pedagogía, si ven que además nos machacan con el precio de la electricidad, con una administración que se ha ganado su desconfianza, lógicamente puede oponerse a toda una serie de cambios. Estamos en un momento de cambio enorme, ya no son hipótesis, el cambio llega y hay muchos dispuestos a estar en contra ahora que los cambios ya están aquí. Hay que decir que la energía eólica no es incompatible con otros usos, por ejemplo, la ganadería extensiva. Lo cierto es que trabajamos con personas en actividades con las que podemos tenemos discrepancias, pero que cooperamos por los puntos en común. Siempre desde el respeto. Sabemos lo que piensan ellos, ellos saben lo que pensamos nosotros, pero trabajamos juntos. Eso es lo que hay que hacer y siempre seguir avanzando.

Actualidad

2 COMENTARIOS

  1. Sería necesario que Ecologistas en Acción expliquen quiénes y cómo hacen los estudios de pacto ambiental, entre otras muchas cosas. Paco, “perro viejo” elude entrar en detalles sobre el efecto negativo en el asentamiento de población rural. La mano de obra de eso que eufemísticamente llaman “Parques”, eólicos o fotovoltaicos, es irrisoria, mucho más en el control y mantenimiento, que son telemáticos o realizados por personal foráneo y temporal. Y hay muchos más aspectos que evitan que entren en el debate…Cada vez comparto más esta postura:
    https://salvemoscabana.blogspot.com/2023/05/carta-abierta-a-las-cinco-grandes-ong-ecologistas-.html

  2. Asturias nunca será una potencia en producción de energía eléctrica pero si pude serlo en almacenamiento, cada vez más imperativamente necesario con la expansión de la solar. Asturias cuenta con cientos de pozos mineros que pueden ser utilizados como sistemas de almacenamiento gravimétrico prácticamente desde ya mismo, está es una idea que ecologistas en acción debe embutir en la cabeza de los gestores de la administración asturiana a calzador!, En su día Asturias perdió el carro de la fabricacion de aerogeneradores teniendo la infraestructura necesaria para ello, perderemos también el carro del almacenamiento?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

https://www.nortes.me/wp-content/uploads/2023/03/300x486.gif